(Minghui.org) Mis padres y muchos de mis familiares son practicantes de Falun Dafa, pero yo me he quedado atrás. Aunque obtuve el Fa antes de 1999, no me cultivé genuinamente. Me contaminé profundamente en la sociedad humana común y también hice algunas cosas de las que no estoy orgulloso. Siento que tan solo comencé a cultivarme este año.

Cuando mi madre me lo recordó, empecé a leer las enseñanzas del Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa). Mientras leía las enseñanzas, bostezaba constantemente y las lágrimas brotaban de mis ojos. Sabía que el Maestro estaba purificando mi cuerpo. Después de entender algunos principios, me gustó estudiar el Fa. Empecé a leer una lección de Zhuan Falun cada día. Sin embargo, todavía tenía el apego a la comodidad y no podía persistir en practicar los ejercicios. Mi madre y mi padre hacían los ejercicios cada mañana. Mi padre decía que si no los hacía le era difícil pasar el día. Mi madre dijo: "Si supieras los beneficios de practicar los ejercicios, no podrías dejar de hacerlo". Mi tía me dijo: "Somos muy afortunados por ser practicantes. Siempre que queramos hacer un avance en la cultivación el Maestro nos ayudará".

Solía pensar que era demasiado duro levantarse y practicar los ejercicios. El solo hecho de pensar en lo temprano que tenía que levantarme me hacía sentir cansado. Mi padre me dijo que me levantara tan pronto sonara la alarma y que no pensara en eso. Insistí durante unos días y me di cuenta que no era tan difícil como pensaba.

Trabajar con más eficiencia

Cuando iba a la escuela primaria, las mejores notas que sacaba eran cuando practicaba los ejercicios con mis padres. Obtenía las mejores notas cuando practicaba los ejercicios durante una semana antes de empezar las clases.

Ahora soy profesor. Por lo general, necesitaba más de dos horas para escribir un plan de clases y, a veces, los resultados no eran los ideales. Después de persistir en la práctica de los ejercicios, tardé menos de una hora en redactar los planes de clase. Mientras enseño, puedo improvisar, enseñar más contenidos, tener la mente más clara y hablar con claridad. Además, ya no me canso después de estar mucho tiempo de pie.

Como director, tengo que guiar y educar a los niños. Antes me quedaba sin palabras y no sabía qué decir, pero desde que empecé a practicar los ejercicios todos los días, logro corregir los problemas de los alumnos y gestionar mis clases con más eficiencia.

Una mente más abierta

Sentía envidia de los compañeros que eran más atractivos o parecían más capaces y elocuentes que yo. Sin embargo, después de persistir en la práctica de los ejercicios, estos apegos fueron desapareciendo. Ahora admiro a los que lo hacen mejor que yo. Mi perspectiva se amplió.

A veces se organizan concursos en las escuelas y yo tiendo a ser muy competitivo. Aunque no lo demuestre en la superficie, en el fondo siempre quiero quedar en primer lugar y que los demás me admiren. Hace poco hubo otro concurso escolar y me preparé mucho y me informé sobre el tema con antelación. Otra compañera competía contra mí y me preocupaba si debía o no contarle lo que sabía sobre el tema. Después de hablar con otro practicante, este me dijo: "Es correcto que le diga a su colega lo que sabe y solo así será una competencia justa". Estuve de acuerdo y me di cuenta que tenía que abandonar la mentalidad de ser competitivo. Decidí dejar mi corazón egoísta y preparé a varios de mis colegas para la competencia.

Al hacerlo, me sentí muy ligero y despreocupado durante la competencia. Tal vez eliminé algunos apegos: no me preocupaban los resultados. Recordé lo que dijo el Maestro:

“Abandonados los apegos, las livianas barcas veloces navegan” (El corazón sabe”, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Un mejor aspecto físico y estado mental

Mis compañeros comentaron que mi cutis tiene mejor aspecto y que me veo más relajado. Esto se debe a que practiqué los ejercicios durante las vacaciones de invierno y pude comunicarme mejor con la gente. Normalmente tenía un aspecto sin vida y me sentía deprimido. Los días que practico los cinco ejercicios durante una hora, trabajo con más eficacia y me siento feliz.

Con frecuencia leo artículos de intercambio de experiencias en Minghui donde los practicantes dicen que Dafa ha desbloqueado su sabiduría cuando han hecho bien las tres cosas. Ahora también he tenido experiencias similares: ¡Nada es imposible con Dafa y esto es magnífico!

Gracias Maestro por no haberme abandonado. Gracias a mis padres y a mis familiares por animarme y ayudarme. Espero que otros jóvenes practicantes como yo puedan encontrar su camino de regreso a Dafa y sean diligentes en seguir el proceso de rectificación del Fa del Maestro. Mientras se cultiven verdaderamente, se beneficiarán en la mente y el corazón y también podrán experimentar la belleza de la cultivación.

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