(Minghui.org) Mi esposo y yo tuvimos cada uno una historia relacionada con 10.000 yuanes (aproximadamente 1523 $). Mi historia comenzó el 20 de julio de 1999.

Los practicantes comparten sus tribulaciones

Íbamos al parque a practicar Falun Dafa como de costumbre la mañana del 20 de julio de 1999. Los practicantes que habían llegado temprano nos dijeron que muchos asistentes voluntarios habían sido arrestados. Decidimos ir al ayuntamiento para preguntar qué era lo que había sucedido.

Ese día el cielo estaba muy nublado, fuimos a casa a tomar nuestros chubasqueros y luego fuimos al ayuntamiento. Cuando llegamos ya había mucha gente allí en largas filas a ambos lados de la entrada. La tormenta no tardó en llegar, nos mantuvimos bajo la lluvia esperando noticias.

Después de dos horas, escuché que el arresto de los asistentes fue una acción conjunta a nivel nacional y que el ayuntamiento no tenía nada que ver. Así que los practicantes se dispersaron en silencio, algunos fueron a Bejing a reclamar.

Yo también quería ir a Beijing a pedir justicia para Dafa, así que fui a casa tomé a mi hijo adolescente, pasé por el banco para sacar 10.000 yuanes y luego fui a Beijing. ¿Por qué había sacado tanto dinero?, por qué recordé las protestas de la plaza Tiananmen de 1989 donde muchos estudiantes se manifestaron, pensé que muchos practicantes irían a reclamar y que estaríamos varios días. Si a algún practicante se quedaba sin dinero podría ayudarle.

Cuando estuvimos en Beijing encontramos la oficina de reclamaciones, ya había mucha gente allí. Se alinearon en la acera y la fila se extendía hasta la lejanía. Mientras esperaba recité “Lunyu” y poemas de Hong Yin. La escena era impresionante.

Por la tarde llegaron vehículos del ejército con soldados armados y nos rodearon. También llegaron muchos coches grandes. Los soldados intentaron hacer entrar a los practicantes en los coches, pero los practicantes no cooperaban, ellos se unieron con los brazos.

En mi mochila llevaba ropa, dinero y comida, me dolían los hombros y me estorbaba mientras me resistía a los soldados que trataban apartarme de allí. A la vez tenía que proteger a mi hijo, por lo que decidí deshacerme de la bolsa. La arrojé en una cesta de una bicicleta de un practicante que estaba en el arcén. Más tarde nos llevaron al estadio Fengtai.

Meses más tarde, alguien de mi trabajo vino y me preguntó “¿Has perdido dinero?, una persona que recogió tu dinero en Beijing ha llamado a la oficina y ha dejado su número de teléfono”. Pensé que esa persona debía ser un practicante porque sólo los practicantes devolverían el dinero que habían encontrado. Llamé inmediatamente y resultó ser un practicante del condado de Tong en Beijing. Quedamos a una hora en la que podía ir a recoger el dinero.

Cuando quedamos supe que la mayoría de los practicantes fueron obligados a entrar en los coches, otros practicantes vieron muchas bolsas abandonadas en las bicicletas, las tomaron todas, tomaron un coche y las llevaron al estadio de Fengtai, pusieron todas las bolsas juntas. Algunas fueron recogidas por sus propietarios y las que nadie reclamó se las llevaron a su casa.

Ese practicante encontró mucho dinero en mi mochila y dudo en tomarlo, pero finalmente se lo llevó a casa. Cómo no pudo encontrar al propietario tenía un dilema, un día encontró mi nómina dentro de la mochila, donde ponía mi nombre y mi lugar de trabajo, entonces contactó con mi trabajo y preguntó si esa persona trabajaba allí, el personal le respondió afirmativamente y entonces me devolvió la mochila.

Debido a esto, mi esposo se enteró de que había perdido 10.000 yuanes, no obstante, le expliqué la situación de ese momento y le pedí disculpas, él estuvo enfadado por esto durante mucho tiempo. Reconocí que no manejé bien el dinero y que no debería haber tirado la mochila, pero en aquel momento la situación era muy aterradora y realmente no sabía que es lo que sucedería después.

El amigo de mi esposo con el que come y bebe

Diez años después de este incidente, uno de los amigos de mi esposo, quiso pedirle un préstamo. Dijo que su empresa estaba en problemas y que necesitaba 10.000 yuanes. Mi esposo no quiso prestarle el dinero, el hombre se lo pidió repetidamente y le prometió que se lo devolvería pronto. Así que mi esposo se lo dejó a regañadientes. El hombre nunca le devolvió el dinero, mi esposo le llamó muchas veces por teléfono pero no pudo encontrarlo.

EL hombre es el propietario de una empresa, su empresa era un proveedor de la empresa donde trabajaba mi esposo, ellos a menudo comían y bebían juntos. Le dije a mi esposo: “¿Has recibido algún soborno de él? Si no, ¿por qué alguien pediría dinero prestado y no lo devolvería?”, mi esposo no respondió.

Observaciones finales

De estos dos incidentes se desprende que un practicante de Falun Dafa que no me conocía de nada recogió 10.000 yuanes y trató de encontrarme por todos los medios para devolvérmelos, pero el aparente amigo íntimo de mi esposo con el que comía y bebía a menudo, no se los devolvió.

El Maestro dijo:

“… sin pérdida no hay ganancia...” (Segunda Lección, Zhuan Falun).

“… si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches...” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Con estos dos incidentes he visto que no todas las personas son dignas de confianza, solo se puede confiar en las personas que cultivan Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

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