(Minghui.org) Una vecina de la ciudad de Dandong, en la provincia de Liaoning, lleva detenida un total de 12 años y 9 meses, por defender su fe. En 1999, el partido comunista chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa, una disciplina espiritual de ejercicios y meditación. Gao Yulan ha sido detenida cinco veces y condenada dos veces. Se ha visto sometida a torturas. Las autoridades del régimen comunista chino también implicaron a su familia, que ha vivido bajo una gran presión.

A continuación, la Sra. Gao relata su persecución:

Me llamo Gao Yulan y tengo 74 años. Empecé a practicar Falun Dafa en mayo de 1997. Después de que el PCCh comenzara a perseguir a Falun Dafa en 1999, me sentí obligada a decirle a la gente qué es Falun Dafa y por qué no hay base legal para la persecución. Pero me arrestaron varias veces por hablar.

En septiembre de 1999, unos 20 practicantes, entre los que me encontraba, salimos a hacer los ejercicios, y todos fuimos detenidos por agentes de la comisaría de Fuchun. La mayoría de nosotros estuvimos en un centro de detención durante un mes.

Después de ser liberada en noviembre de 1999, fui a hacer los ejercicios en público de nuevo y fui arrestada y llevada a la estación de policía de Xingdong. El oficial de policía Qu Jiaren me golpeó la cara con un rollo de papel de periódico y luego me metió en una jaula de metal. Volvieron a recluirme en un centro de detención durante un mes.

En el centro de detención, la agente de policía Wang Chunmei me golpeó porque mi detención impidió que la celda que ella dirigía obtuviera un premio. La reclusa Xia Keli, junto con otras reclusas, también me dieron puñetazos y patadas.

En diciembre de 1999, un compañero y yo fuimos a Beijing para apelar al derecho a practicar Falun Dafa. Al pisar la plaza de Tiananmen, la policía se acercó a nosotros y nos preguntó qué hacíamos en Beijing. Les dijimos, y entonces nos llevaron a la comisaría de la plaza de Tiananmen y nos metieron en una jaula metálica donde ya habían sido detenidos muchos practicantes.

Nos hicieron algunas preguntas, como nuestros nombres y dónde vivíamos. Los que dijeron su dirección fueron enviados a los representantes de su zona en Beijing. Los que se negaron a decir sus nombres y direcciones fueron enviados a lugares desconocidos.

El otro practicante y yo fuimos enviados al edificio del hotel de la oficina de la ciudad de Dandong en Beijing. Más tarde me llevaron a la comisaría de Fuchun, en Dandong. El jefe de policía me golpeó antes de llevarme a un centro de detención.

El segundo día en el centro de detención, el director Xie nos ordenó reconocer que éramos delincuentes. Pensando que no había infringido ninguna ley, me negué a obedecer y fui abofeteada por Xie. Tras un mes de detención, me pusieron en libertad.

Seguí produciendo y distribuyendo material informativo. En octubre de 2000, fui arrestada por agentes de la primera división del departamento de policía de Dandong y encerrada en un apartamento alquilado por la policía en la calle Jiujiang. Me esposaron al marco de la ventana durante cinco días y me privaron de dormir. Esta vez me condenaron a cinco años de prisión.

Ilustración de la tortura: esposada al marco de una ventana.

Antes de que me enviaran a la cárcel, estuve detenida en un centro de detención durante más de dos años. Estaba muy mal físicamente. Un día, de repente, no podía comer ni beber, e iba al baño muchas veces al día. La situación duró unos tres meses. Además, mi cuerpo estaba cubierto de sarna. El oficial de policía intentó cuatro veces enviarme a la prisión local, pero no me quisieron recibir debido a mi mal estado de salud.

En octubre de 2002, la prisión de mujeres de la provincia de Shenyang me aceptó por fin y me recluyeron en la división 3 (ahora división 1). El primer día, la guardia Guo Haiyan me golpeó con una porra eléctrica durante media hora. La guardia Li enrolló una revista y me golpeó en la cara. Se dispuso que dos reclusas me vigilaran y que informaran a las guardias de cada detalle de mis actividades diarias, como con quién hablaba y qué decía. Las guardias también trataron que abandonara mi fe pidiéndole a personas que habían dejado de practicar Falun Dafa que me lavaran el cerebro. Estaba a punto de colapsar todo el tiempo debido a la presión mental.

Ilustración de la tortura: golpes en la cara con una revista enrollada.

El 26 de julio de 2011, mientras estaba en mi lugar de trabajo, tres policías me arrastraron y me llevaron a mi casa. Allanaron mi apartamento y confiscaron mis objetos personales, como una grabadora de DVD, impresoras, reproductores de DVD, etc. Primero me llevaron a la comisaría de Linjiang y esa misma noche me enviaron al centro de detención de la ciudad de Dandong. Esta vez me condenaron a 7,5 años de prisión.

En enero de 2012, cuando estaba detenida en la unidad correccional intensiva de la prisión de mujeres de la provincia de Liaoning, la guardia Liu Yu dio instrucciones a las reclusas Guo Shumei y Liu Wei para que me golpearan en una zona no vigilada. También me obligaron a permanecer inmóvil durante mucho tiempo y me privaron del sueño.

Un mes más tarde me trasladaron a la sexta brigada del primer distrito. Como me torturaron tanto, casi tuve un colapso mental. En septiembre de 2016, me enviaron al hospital de la prisión y estuve allí hasta mi liberación el 25 de enero de 2019.

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