(Minghui.org) La Coalición Internacional para Acabar con los Abusos en los Trasplantes en China (ETAC por sus siglas en ingles), una de las principales organizaciones destinadas a acabar con la brutalidad del partido comunista chino (PCCh), celebró recientemente, el 24 de febrero, una conferencia sobre la sustracción forzada de órganos por parte del PCCh.

En artículos recientes, hemos cubierto varios ponentes del evento, como Sir Geoffrey Nice QC (presidente del Tribunal de China) y Wendy Rogers (profesora de ética clínica y una de las 10 personas de Nature que se destacaron en la ciencia en 2019).

Aquí nos centramos en el discurso de David Matas, abogado de derechos humanos y autor. Matas ha dirigido investigaciones independientes sobre la sustracción forzada de órganos en China. Sus libros incluyen Bloody Harvest: El asesinato de Falun Gong por sus órganos (2009), y State Organs: El abuso de los trasplantes en China (2012), entre otros.

Durante su intervención en el foro de ETAC, Matas detalló sobre las posibles acciones para poner fin a la sustracción forzada de órganos desde una perspectiva legal. Pidió leyes más específicas dirigidas al PCCh. Por ejemplo, basándose en la legislación Magnitsky, los distintos gobiernos podrían incluir a los responsables involucrados en la sustracción de órganos en sus respectivas listas de violadores de los derechos humanos que deben ser sancionados. Además, habría que excluir y aislar a las organizaciones profesionales y a los individuos que participan en esta atrocidad. Por último, cada país debería presentar informes sobre el turismo de trasplante de órganos para evaluar la gravedad del problema y adoptar nuevas medidas.

David Matas participó en la conferencia de la Coalición Internacional para Acabar con los Abusos en los Trasplantes en China (ETAC) el 24 de febrero de 2021

Ley Magnitsky

¿Cómo hacer que la legislación vigente detenga la sustracción de órganos en China? Matas cree que las leyes del PCCh carecen de sentido porque el PCCh controla el proceso de elaboración de las leyes y solo promulga y hace cumplir las leyes dirigidas a otros, pero no al propio PCCh. En otras palabras, el PCCh no utilizaría sus leyes para impedir que él mismo cometa el delito de la sustracción de órganos.

En consecuencia, otras naciones deberían contar con leyes locales que prohiban las actividades de la sustracción forzada de órganos. Tales leyes, una vez implantadas, frenarían en cierta medida al PCCh. Pero pueden no ser suficientes, ya que solo se dispone de información limitada de China.

Por ejemplo, el PCCh ha estado recaudando fondos para el sistema sanitario militar mediante la venta de órganos, pero ha negado vehementemente el hecho. Por lo tanto, las leyes generales son importantes, pero pueden no llevarnos muy lejos.

Un enfoque más eficaz es elaborar leyes que se centren específicamente en el PCCh. Cuanto más específicas sean estas leyes a la hora de señalar cómo el PCCh ha cometido esos crímenes, más efectivas serán.

Un buen ejemplo es la legislación Magnitsky. Existe en muchos países, pero no ha sido adoptada de forma generalizada. En virtud de esta ley, los violadores de los derechos humanos se arriesgan a que se publique su identidad, a que se les prohíba la entrada en países con legislación Magnitsky y a que se les congelen sus activos en dichos países.

En muchos países, la ley Magnitsky ha sido aplicada a diferentes tipos de represores en materia de derechos humanos, pero no a los implicados en la sustracción forzada de órganos en China. Por lo tanto, debemos solicitar que los países que cuentan con este tipo de leyes añadan a los criminales dedicados a la sustracción de órganos a las listas de sanciones Magnitsky.

Exclusión de los implicados en la sustracción de órganos

Matas dijo que, dado lo generalizado que está la sustracción de órganos a presos de conciencia en China, puede aplicarse una cláusula de responsabilidad inversa y de ostracismo.

También ha comentado esto anteriormente en artículos y conferencias. Sobre los trabajos publicados por investigadores chinos que carecían de información fiable sobre los donantes, por ejemplo: "La responsabilidad no debería recaer en los editores o en los profesionales de los trasplantes para demostrar que algo va mal en China. La responsabilidad es más bien a la inversa. La responsabilidad recae sobre la organización china de trasplantes, que debe demostrar más allá de toda duda razonable que no se obtienen órganos de presos de conciencia. Los estudios procedentes de China que no lo demuestren deben ser rechazados para su publicación", dijo en la Conferencia Internacional de Salud Global y Bioética de Oxford 2019 en una presentación titulada "Ostracismo o compromiso en la lucha contra la investigación médica no ética".

Con la magnitud de la sustracción forzada de órganos en China, Matas dijo que podemos suponer que cualquier persona involucrada en la actividad de trasplante de órganos es cómplice del delito de la sustracción forzada de órganos. Por tanto, a menos que haya pruebas que demuestren lo contrario, debemos dejar de colaborar con las divisiones de trasplante de órganos de los hospitales chinos. Del mismo modo, deberíamos detener los programas de intercambio de becarios. Los investigadores chinos no deberían estar autorizados a publicar artículos o hacer presentaciones en conferencias internacionales, recibir formación o unirse a asociaciones de trasplante de órganos en el extranjero. Además, no deberíamos asistir a esas reuniones en China ni unirnos a las asociaciones de trasplante de órganos de ese país.

A menos que se demuestre lo contrario, es necesario un aislamiento completo u ostracismo, explicó Matas. Dijo que los profesionales de la medicina tienen muchas formas a su disposición para lograr este objetivo. En lugar de nuevas estrategias, estas acciones ya existen y han demostrado su eficacia en poco tiempo. Está en manos de estos profesionales unirse y hacerlo realidad.

Hasta ahora, las agencias sanitarias de China han obtenido lucrativos beneficios robando los órganos a presos de conciencia, ya que no le supone ningún coste. Este ostracismo les ayudará a comprender las consecuencias de este comportamiento poco ético.

Reporte sobre el turismo de trasplante de órganos

Otra sugerencia de Matas es que todos los países deben solicitar a sus respectivas agencias sanitarias que presenten un informe sobre el turismo relacionado con el trasplante de órganos.

Matas dijo que estamos en un círculo vicioso. No tenemos suficiente información sobre el turismo para trasplante de órganos en China y no sabemos lo importante que esto es. Como resultado, no ponemos suficiente empeño en detener el delito. Para acabar con este círculo vicioso, podemos poner en marcha un informe obligatorio sobre el turismo de trasplante de órganos.

Una vez que conozcamos la magnitud del turismo de trasplante de órganos hacia China, sabremos su gravedad. Eso nos permitirá trabajar con los responsables para tomar medidas.

¿Es necesario legislar para frenar la sustracción forzada de órganos en China? Matas dijo que la respuesta es sí. Pero solo se frenará el crimen de una manera efectiva si se aplican las leyes apropiadas en las áreas correctas.

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