​Desde la antigüedad hasta la actualidad, los fenómenos celestes atípicos señalan acontecimientos importantes en nuestra sociedad

(Minghui.org) Según The Beijing News y algunos otros medios de comunicación de China, el 29 de diciembre de 2020 se observó en Beijing un fenómeno astronómico inusual llamado parhelio. Los residentes locales quienes proporcionaron imágenes de vídeo vieron un total de tres soles, que duraron unas dos horas. También se vieron halos alrededor del sol.

El 29 de diciembre de 2020 se observó un parhelio solar en Beijing.

Sin embargo, Beijing no fue la única ciudad que presenció un parhelio. También se observaron tres soles en la ciudad de Mohe, provincia de Heilongjiang, el 15 de octubre de 2020.

Otro fenómeno de parhelio fue visto en la ciudad de Mohe, provincia de Heilongjiang, el 15 de octubre de 2020.

Si miramos atrás en la historia, hay muchos casos de estos fenómenos atípicos. Muchos de ellos estaban asociados a grandes cambios sociales.

Parhelios en la historia

Uno de los primeros parhelios documentados se produjo durante la época del emperador Yao, alrededor del año 2300 a.C., cuando se vieron diez soles simultáneamente en el cielo. Más tarde, se registró en numerosos libros de historia, especialmente en el Tratado de Astronomía de Jin Shu (Libro de la Dinastía Jin), que fue escrito por Li Chunfeng. Li era un renombrado sabio de la dinastía Tang que dominaba la astronomía, las matemáticas y las profecías. Fue autor de Tui Bei Tu o la "Carta del pasado".

Según el Tratado de Astronomía, los parhelios o halos solares se vieron más de diez veces entre los años 280 y 411. Estaban estrechamente relacionados con rebeliones y muertes de emperadores.

En enero del año 314, por ejemplo, se vieron tres soles moviéndose de Oeste a Este por el cielo. En enero del 317, se volvieron a observar tres soles, envueltos en capas de halos. En un plazo de dos meses, Sima Rui estableció la dinastía Jin oriental y puso fin a la dinastía Jin occidental.

En la cultura occidental también existieron fenómenos similares, que a menudo se asocian también a las catástrofes. Un ejemplo es la Peste Negra.

"Uno de los historiadores, Gregorio de Tours, documentó una serie de fenómenos durante los años de la peste, entre ellos la aparición de luces brillantes alrededor del sol y el cielo en llamas. Otros relatos procedentes de Francia mencionaban un cielo nocturno brillantemente iluminado que parecía de día y un inmenso "dragón" que flotaba a través de la ciudad y bajaba hasta el mar y que precedió a un brote inmediato de la peste en la zona. Y ...algunos de esos sucesos podrían estar relacionados con fenómenos como el efecto 'parhelio’," afirma un artículo de Ancient Origins titulado "El misterio detrás de las plagas que han matado a millones de personas".

Desastres actuales

El año 2020 fue especial. Debido al encubrimiento y la desinformación difundidos por el partido comunista chino (PCCh) tras el brote de coronavirus, la enfermedad se extendió por todo el mundo y ha causado más de 114 millones de infecciones y más de 2,5 millones de muertes hasta febrero de 2021.

Dentro de China, las catástrofes van más allá de la pandemia. Sequías, inundaciones, terremotos y plagas de langostas infestaron muchas zonas. También nevó en momentos inusuales, como en octubre en la provincia de Heilongjiang, en agosto en la de Gansu y en junio en la de Xinjiang.

En agosto, la provincia de Sichuan se vio afectada por fuertes tormentas, lo que provocó una subida del nivel de las aguas en los ríos. Como resultado, los dedos de los pies del Buda Gigante de Leshan, de 71 metros, quedaron sumergidos en el agua. Este incidente, junto con la pandemia en curso, confirmó un viejo dicho según el cual cuando los pies de la estatua se sumergen en el agua, se producirá un gran caos y desastres.

También se produjeron otras catástrofes atípicas. En septiembre de 2020, tres tifones azotaron el noreste de China en dos semanas. Conocidos como ciclones tropicales maduros, los tifones suelen golpear el sur de China y Taiwán, pero no habían golpeado el noreste de China desde 1949. Sin embargo, el tifón Bavi, el primero de los tres tifones de septiembre de 2020, eludió Corea del Sur y Japón para causar importantes daños en Corea del Norte y el noreste de China.

Una batalla entre el bien y el mal

Mientras se hacen grandes esfuerzos para luchar contra las distintas catástrofes, incluida la pandemia en curso, probablemente sea difícil detenerse a pensar si existen causas subyacentes para estas catástrofes.

Desde la antigüedad, los pueblos de China y Occidente han apreciado la virtud. Sobre todo, en China, generalmente se creía que lo divino vigilaba a la humanidad y que nuestras malas acciones traerían consecuencias. Esto podía provocar plagas, inundaciones, terremotos, guerras y otros infortunios. En Occidente, muchos historiadores también descubrieron que las plagas en el antiguo Imperio Romano estaban relacionadas con la persecución a los cristianos.

Después de que el partido comunista chino tomara el poder en 1949, también inició varias persecuciones. Lanzó numerosos movimientos para inculcar en la sociedad el sentido de la lucha de clases, el odio y la brutalidad. Los ricos fueron despojados de sus propiedades, los pobres fueron engañados, los intelectuales fueron silenciados y casi todos fueron intimidados con éxito mientras el régimen destruía sus valores tradicionales.

En este peligroso clima, Falun Dafa fue presentado al público en 1992. Aunque la práctica no tiene ningún objetivo ni agenda política, los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia junto con cinco juegos de ejercicios y meditación, llegaron a beneficiar a unos 100 millones de personas, que mejoraron su salud y se sintieron inspiradas a ser mejores ciudadanos.

Pero el PCCh no lo toleró. De forma similar a como atacó a varios grupos en movimientos anteriores, en 1999 comenzó a reprimir a Falun Dafa, llevando la tragedia a decenas de millones de practicantes y a sus familias. Esto incluye detenciones, encarcelamiento, lavado de cerebro, trabajos forzados, abuso psiquiátrico y sustracción forzada de órganos.

El noreste de China, donde se produjeron varias catástrofes, es una de las regiones con las políticas más severas hacia los practicantes de Falun Dafa. La Sra. Lan Lihua, practicante de la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, fue detenida por regalar a la gente calendarios con las frases de Falun Dafa. Tras ser condenada a una pena de 46 meses de prisión, se infectó de hepatitis B en la prisión de mujeres de Liaoning. Tras su fallecimiento a los 49 años, el 21 de abril de 2020, la policía ignoró la petición de su familia de investigar la causa de su muerte y cremó su cuerpo deliberadamente.

Del mismo modo, el señor Ge Zhijun de la ciudad de Zhuozhou, provincia de Hebei, se benefició enormemente de practicar Falun Dafa. Pero los funcionarios del PCCh lo encerraron en la prisión de Jidong durante cuatro años y no lo liberaron hasta febrero de 2019. El dolor físico y la angustia mental por el maltrato que sufrió lo devastaron y lo llevaron a la muerte el 29 de noviembre de 2020.

A medida que la influencia del PCCh ha continuado durante las últimas décadas, también ha logrado hacer avanzar su ideología comunista en muchos países de otros continentes, silenciando las graves violaciones de los derechos humanos y la persecución religiosa en China. Los datos demuestran que la pandemia tiende a seguir allí donde llega la influencia del PCCh.

Incluso después del estallido de la pandemia, el PCCh siguió censurando la información y desinformando al mundo. Se aprovechó de la pandemia para hacer avanzar su agenda comunista a nivel mundial. A medida que expande su diplomacia del "guerrero lobo" a más países, más gobiernos se ven obligados a elegir un bando en la batalla entre el bien y el mal.

El Taishang Ganyi Pian (Tratado sobre las acciones y la retribución), uno de los clásicos taoístas, dice:

"Las desgracias y las bendiciones no nos llegan sin razón, las provocamos nosotros mismos. Las consecuencias de las buenas y malas acciones son como la sombra, que sigue al cuerpo allá donde vaya".

La mejor manera de mantenerse a salvo puede ser seguir a nuestra conciencia, apoyar a los inocentes y rechazar los regímenes totalitarios como el PCCh.

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