​Cuando fui verdaderamente compasivo, el director de la estación de policía renunció al PCCh

(Minghui.org) Un día, cuando estaba haciendo llamadas telefónicas en la plataforma RTC, otra practicante me dio un número de teléfono y me pidió que hiciera una llamada de seguimiento. Dijo que la persona varias veces contestó el teléfono y escuchó las llamadas de aclaración de la verdad. Un día escuchó durante 26 minutos y 17 segundos. Sin embargo, todavía maldijo a la practicante que le llamó. La compañera practicante no quería darse por vencida, pero no sabía cómo aclararle más la verdad y me pidió que lo intentara.

Me conmovió su sincero deseo de salvar a la gente. También me di cuenta de que nada es accidental y de que tal vez esta persona tenía una relación predestinada conmigo. Sé que solo Shifu y el Fa pueden salvar a la gente, así que no pensé demasiado en si aceptaría la verdad; entendí que tenía que hacer mi mejor esfuerzo.

El Maestro dijo:

“...La verdad es salvación

La verdad es esperanza...” (Sabemos, Hong Yin III).

Me tomé unos minutos para repasar algunos hechos básicos y luego lo llamé. Cuando respondió, lo saludé y le dije que estaba llamando desde Estados Unidos. Inmediatamente me interrumpió y dijo: "Alguien me llamó antes". Continuó: "Apoyo firmemente al partido comunista chino (PCCh)". Seguí contándole los hechos porque Shifu nos dijo:

“Esclarecer la verdad es la llave maestra” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003, en: Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IV).

Comencé a contarle los hechos sobre la persecución a Falun Dafa, la pandemia y las historias de cómo la gente se recuperó del virus después de recitar sinceramente las nueve palabras (Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno). Le dije que perseguir a Falun Dafa es un crimen y que las personas que participan enfrentarán la justicia en el futuro.

Después de eso, le conté sobre las conmovedoras experiencias que tuve mientras practicaba Falun Dafa y cómo se resolvieron mis diversas enfermedades. Le conté la historia del famoso tenor de China, el Sr. Guan Guimin. Sufría de cirrosis hepática avanzada y tuvo que dejar de actuar. Se recuperó después de que comenzó a practicar Falun Dafa y ahora hace giras con Shen Yun todos los años.

Luego le puse algunas grabaciones sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa.

Me preguntó: "¿De qué parte de China eres?". Le dije que soy de la provincia de Heilongjiang. Cuando preguntó la ciudad le dije: “¿Vas a pedir mi número de identificación y mi número de pasaporte? No puedo decírtelo porque no quiero que sigas persiguiendo a los practicantes y cometiendo crímenes".

Su actitud se suavizó un poco. Le dije sobre dos sitios web de aclaración de la verdad y le pedí que los visitara cuando tuviera tiempo. Le dije que volvería a llamarle.

Practicando verdaderamente la compasión

El primer día me colgó varias veces y descolgó el teléfono cuatro veces. Escuchó durante un total de 48 minutos y 27 segundos.

A la mañana siguiente lo llamé de nuevo. Escuchó durante 13 segundos y después de insultarme me dijo que estaba en una reunión.

Le llamé de nuevo esa tarde. Le dije: “Estoy preocupado por ti, así que llamé de nuevo. Te has puesto en peligro porque no aceptas los hechos después de escuchar tanto. Necesito contarte más".

Le hablé de la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad por los Derechos Humanos en China emitida el 3 de junio de 2019. Le hablé del informe publicado por la Organización Internacional para Investigar la Persecución a Falun Gong. Le dije cómo la gente está despertando y cómo un tribunal de la provincia de Henan liberó a seis practicantes de Falun Dafa en dos días. Esta vez, no maldijo ni discutió. Escuchó en silencio durante 19 minutos y 6 segundos.

El tercer día lo llamé de nuevo. Le puse dos canciones y repetí algunos hechos básicos. Escuchó durante 23 minutos y 17 segundos.

Cuando llamé el cuarto día, escuchó durante 25 minutos y 44 segundos y me hizo algunas preguntas. Preguntó por el coronavirus. Le dije que es una plaga que ataca al PCCh y a las personas que lo siguen. Le expliqué que por eso la gente necesita renunciar al PCCh.

Me preguntó si le pagaría para que renunciara al PCCh. Dijo que creía en el PCCh porque el PCCh le pagaba. Le dije: “El PCCh no te paga. Por el contrario, pagaste impuestos y le pagaste al PCCh. Tu salario proviene de tu propio trabajo. No es el PCCh quien te paga, es tu trabajo el que te paga”.

Como el ruido de fondo era relativamente fuerte, pensé que no me estaba escuchando, así que le dije: "Colgaré ahora, ya que no estás escuchando". Rápidamente dijo: "Estoy escuchando". Le dije: “Tu nombre figura como una persona que ha perseguido a Falun Dafa. Eres el director de una comisaría. Por favor protege a los practicantes y libéralos. Ellos serán tus testigos en el futuro cuando se restaure la reputación de Falun Dafa”.

Le señalé que a lo largo de la historia ha habido gente buena y gente mala. Que cada uno escribe su propia historia y que se debe ser recto en lugar de actuar de manera criminal y hacer que su familia se sienta avergonzada.

Le dije que los practicantes no llevarían a los perseguidores ante la justicia, pero que no dejaríamos que siguieran haciendo cosas malas. Nuestro objetivo es contarle a la gente los hechos y salvarlos.

Le dije: “Si no has renunciado al PCCh, no tendrás un buen futuro. Estoy preocupado por ti, así que te he llamado repetidamente. Tienes que elegir tu propio futuro, solo puedo decirte la verdad".

Dijo que estaba muy frustrado: “¿Cómo puedo renunciar al PCCh? ¡He hecho demasiadas cosas malas!". Le dije: “Todos tienen una oportunidad. Es tu elección". Dije claramente su nombre y una vez más le pedí que renunciara al PCCh. Él dijo: “Está bien, por favor ayúdame a renunciar al PCCh. ¡Gracias!".

Lo llamé varias veces durante esos cuatro días. Escuchó durante 116 minutos y 47 segundos y finalmente aceptó la verdad y renunció al PCCh. Realmente aprecio a Shifu por darme paciencia y compasión para salvarlo durante estos cuatro días.

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