(Minghui.org) "Nunca creas nada de lo que diga el partido comunista chino sobre la prevención de la epidemia. Piensa y juzga por ti mismo", dijo Liu Jiaxin, natural de Wuhan, en una entrevista con el periódico The Epoch Times. Liu permaneció en Wuhan 76 días durante el bloqueo de 2020 y llegó a Los Ángeles, en Estados Unidos, en septiembre de 2020.

Pérdida permanente del olfato y el gusto por el retraso en el tratamiento

Liu dijo que su residencia en Wuhan estaba a solo diez minutos a pie del mercado de marisco de Huanan, un lugar que se considera que está estrechamente relacionado con el origen del brote de coronavirus. Se puso nervioso cuando el virus estalló por primera vez, pero todos los informes de los medios de comunicación oficiales en ese momento afirmaban que no había riesgo de transmisión del virus de persona a persona. Así que bajó la guardia.

Cuando la epidemia estalló más tarde, la situación cambió drásticamente. El propio Liu experimentó los síntomas del virus. Empezó a toser sangre y a tener fiebre, pero el hospital y el centro comunitario le dieron vueltas y nunca recibió un diagnóstico formal ni tratamiento médico.

Dijo: "Fui al hospital, pero me pidieron que presentara un certificado emitido por el centro comunitario. Cuando volví para pedir ayuda al centro comunitario, me pidió que mostrara un certificado del hospital. Se limitaron a dar una patada a la pelota. Finalmente mejoré después de tomar algunos medicamentos por mi cuenta. Ni siquiera ahora sé si llegué a tener el coronavirus o no. Pero he perdido el sentido del olfato y del gusto de forma permanente".

Liu cree que la enfermedad no es tan aterradora siempre que se maneje adecuadamente, y que aún hay posibilidades de recuperarse. El verdadero horror es la mala gestión de la pandemia por parte del PCCh. Dijo: "El PCCh es extremadamente inhumano. Fui a muchos hospitales, pero no me diagnosticaron ni me dieron tratamiento. Por el contrario, me enviaron de vuelta y me pidieron que fuera a un centro comunitario para obtener un certificado médico. Una vez que llegué al centro comunitario, ¡me pidieron que obtuviera un certificado médico de un hospital antes de atenderme! Sentí que había vuelto a la época en que había que obtener el permiso del partido para casarse".

Al menos 5.000 personas murieron cada día en Wuhan en el pico de la pandemia

Liu dijo que las cifras oficiales de coronavirus del PCCh son en todo caso únicamente de referencia. Según su amigo, que trabajaba en el crematorio local, "en el momento álgido de la pandemia, en Wuhan fallecieron al menos 5.000 personas al día".

Dijo que el hospital improvisado de habitáculos cuadrados (fangcang) también era solo un acto del gobierno para apaciguar a la población. "El hospital fangcang no proporcionó ningún tratamiento. Se hizo después de que se agotaran todos los recursos médicos. No era nada más que una casa construida en un terreno llano. Todos los pacientes o sospechosos fueron trasladados allí, lo que provocó muchos desastres humanitarios".

Los padres de uno de sus excompañeros de clase pasaron una vez por el hospital Fangcang y se recuperaron después de tomar medicamentos por su cuenta. Liu dijo: "El partido comunista chino presume por todas partes de haber salvado muchas vidas para defender las ventajas de su sistema y apaciguar a la población, pero cómo es que no ven cuántas personas fallecieron en vano como consecuencia del bloqueo. Los sanos y los infectados, todos fallecieron".

El cierre draconiano llevado a cabo por el PCCh fue una medida extrema, y ningún otro país ha aplicado cierres a tan gran escala. Además, los cierres solo retrasaron temporalmente la propagación del virus y no erradicaron realmente el contagio.

No hubo servicios ni asistencia durante el encierro

Durante el confinamiento en Wuhan, Liu no recibió ninguna subvención en metálico del gobierno, ni hubo ayuda gubernamental para la compra de alimentos y otros servicios, tal y como se reclamaba.

Dijo: "Sí, se emitieron vales, como un descuento de 5 yuanes por un determinado tipo de galletas". Para los que no tenían permitido salir de su recinto residencial para comprar, estos vales eran inútiles. En las últimas fases del confinamiento, a la gente se le permitía hacer compras, pero no podía salir de su comunidad, y la gente tenía que pedir suministros a través de WeChat y luego hacer cola para conseguirlos en la entrada de su comunidad.

Liu compró muchos fideos instantáneos y algunos alimentos congelados durante ese tiempo para "salir adelante". Dijo que durante ese periodo los precios de todo subieron drásticamente. Una mascarilla (tapabocas o barbijo) había subido a 30 yuanes antes del cierre, y el gobierno no proporcionó ningún equipo de protección médica a los residentes. Los habitantes de Wuhan eran muy conscientes de que cuando el gobierno cerró la ciudad, estaba abandonando a los residentes locales a su suerte, impotentes para resistir.

En el barrio en el que vivía Liu, dos niños quedaron desatendidos tras la muerte de sus padres. "Muchas familias se rompieron. [Para esa familia en particular] solo quedaron dos niños, y el gobierno no se hizo cargo de ellos".

Aunque la pandemia parecía remitir en apariencia tras el cierre: "la llamada ventaja sistémica de la protección contra la epidemia es la forma de sacrificar un barrio o una ciudad para proteger al gobierno. ¿Por qué debemos sacrificar nuestras propias vidas para que el gobierno quede bien?", se preguntó Liu.

Según Liu, mucha gente sabe la verdad sobre el cierre de Wuhan, pero no tienen forma de hacerla pública. Quien diga la verdad será detenido e incluso toda su familia se verá implicada, por lo que la mayoría de la gente no se atreve a hablar, dijo.

Una repetición de la tragedia de Wuhan en Tonghua

Recientemente, la ciudad de Tonghua, en la provincia de Jilin, fue cerrada, y el caos del cierre de Wuhan en 2020 se repitió. Según la información publicada en Internet, la escasez de alimentos y medicinas sigue siendo muy grave. Sin embargo, los medios de comunicación del PCCh informan constantemente de las "buenas noticias" de Tonghua.

Bajo la presión de la opinión pública, las autoridades de Tonghua respondieron que la ciudad tenía suficientes reservas de suministros básicos para la vida, como alimentos, aceite, verduras, carne, huevos y leche, y que los canales de transporte son fluidos y pueden satisfacer las necesidades básicas de los residentes urbanos.

Frente a las bellas historias descritas por el gobierno, más de 15.000 comentarios, en su mayoría de cibernautas de Tonghua, se quejaron en la cuenta oficial de WeChat del portavoz del partido, el diario del pueblo, de que las promesas del gobierno no eran más que palabras vacías y no se aplicaban realmente.

El caos de hace un año en Wuhan se repite de nuevo en Tonghua. El PCCh se autodefine como "grande, glorioso y justo". No importa cuántas personas mueran, el resultado de la prevención de la epidemia solo puede ser presentado como un éxito. Cualquier desastre en los periódicos y canales de televisión del PCCh puede convertirse en algo bueno al final, y los funerales pueden convertirse en celebraciones.

Hasta ahora, sigue siendo un misterio cuántas personas han fallecido en Wuhan a causa del coronavirus. En el caso de que no menos 5.000 personas fallecieran cada día durante el periodo de máxima actividad, el número estimado de muertes en Wuhan podría ser de más de cien mil o incluso cientos de miles.

Si la pandemia continúa y el PCCh sigue cerrando el país al estilo draconiano de Wuhan, significa que el sufrimiento del pueblo chino solo acaba de empezar. La repetición del bloqueo de Wuhan en la ciudad de Tonghua demuestra una vez más que el llamado modelo anti epidémico promovido por el PCCh no es más que un auténtico engaño.