(Minghui.org) Hace veinte años, a los ojos de muchas personas, mi vida era perfecta. Estaba felizmente casada y tenía un bebé sano. Comencé a trabajar como médica en el hospital de un pueblo y luego me trasladaron a un hospital militar en una ciudad.

Sin embargo, con frecuencia pensaba: "De cualquier manera, ¿Cuál es el propósito de la vida? En esta sociedad desmoralizante, ¿con qué principios viviré? No estaba feliz con la vida que estaba viviendo.

En 1997, supe de Falun Dafa. Tenía 28 años y mi hijo acababa de cumplir dos. La emoción y la alegría que sentí fueron abrumadoras. El objetivo de mi vida estaba justo enfrente de mí: vivir según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Me uní a otros para hacer los ejercicios matutinos, para el estudio del Fa en grupo y para las actividades de fin de semana que difunden las bondades de Falun Dafa. Finalmente mi vida era significativa y plena. Esos días felices duraron poco más de un año.

En julio de 1999, dirigido por el exlíder Jiang Zemin, el partido comunista chino (PCCh) inició la brutal persecución a Falun Dafa. En dos ocasiones, mi jefe me envió a prisión y a un centro de lavado de cerebro por sostener mis creencias espirituales.

Mi esposo regresó del servicio militar en 2012. Él temía por mi seguridad, así que dejé mi puesto en el hospital militar.

Trabajé en otro hospital de 2014 a 2015. En 2015, me detuvieron por haber presentado una denuncia oficial contra Jiang y me despidieron de mi trabajo.

Durante todos esos años, no importa lo que me haya pasado, mi fe en Dafa y en el Maestro Li (el fundador) nunca vaciló, y el Maestro me protegió en el camino todo el tiempo.

He estado en mi trabajo actual desde 2017. Es un centro de atención a largo plazo para personas mayores que también ofrece tratamiento médico.

Los tratamientos intravenosos generan más ingresos que los medicamentos orales. Con frecuencia el director Lee nos recordaba "Siempre que la familia esté de acuerdo, prescriban soluciones intravenosas". Yo no cumplía esta orden. Prescribí medicación oral a mis pacientes antes de recurrir al tratamiento intravenoso. Después de un tiempo, me gané la confianza de mis pacientes y sus familias.

Estoy atenta a mis pacientes y hago todo lo posible para cuidarlos. Varias veces, corregí errores de diagnóstico de otros médicos. Por mi ética de trabajo y amabilidad, los auxiliares de enfermería disfrutaban el trato conmigo. Estas agradables relaciones, ayudaron cuando después les aclaré la verdad.

Empecé a hablar sobre Falun Dafa con otros miembros del personal médico y auxiliar de enfermería el año pasado.

Siempre que estaba de guardia nocturna, esperaba a que se apagaran las luces, iba a las habitaciones de los pacientes y charlaba con los ayudantes. Los resultados fueron positivos. Les daba calendarios publicados por el sitio web Minghui. La mayoría de quienes los recibían, apreciaban los calendarios y los colocaban en sus habitaciones.

Yo también tenía preocupaciones: "¿Qué pasaría si me metiera en problemas, cuando aquellos que tuvieran prejuicios contra Falun Dafa descubrieran que soy una practicante?" Rápidamente eliminé este miedo. En realidad, me sentía complacida al ver a la gente escuchar los hechos sobre Falun Dafa y tomar las decisiones correctas. Pronto vi el efecto de la ayuda de Dafa. Aquellos con calendarios Minghui en sus habitaciones se volvieron más hermosos en apariencia y más amigables.

Tras comenzar la pandemia de Coronavirus en Wuhan, me di cuenta del ritmo creciente de la rectificación del Fa y de la urgencia de salvar a más seres conscientes. Cada vez que estaba de guardia, hablaba de Falun Dafa con colegas y pacientes. Sin embargo, al comienzo de cada turno en la noche, sentía una gran presión. Ajusté mi pensamiento y envié pensamientos rectos para eliminar cualquier interferencia.

También pasé más tiempo estudiando el Fa y enviando poderosos pensamientos rectos. Cada persona con la que hablaba, renunciaba a las organizaciones del PCCh a las que se había unido anteriormente. Algunos me agradecían sinceramente. Aunque algunas personas no entendían a fondo por qué era importante hacerlo, de todas maneras optaban por renunciar a las organizaciones del PCCh porque confiaban en mí y sabían que realmente me preocupaba por ellos.

Había un anciano que no recibía muchas visitas. Cuando pasaba por su habitación, charlaba con él al hacer mis rondas. Cuando su condición se deterioró, pensé: "Debo hablar con él sobre la importancia de renunciar al PCCh".

Una mañana fui a verlo. Tomé su mano y le pregunté: "¿Cómo está?" El anciano se atragantó: “Eres tan amable conmigo. Otros médicos solo me miran desde la puerta cuando hacen rondas. Ni siquiera se molestan en entrar”.

Le dije: “Soy una practicante de Falun Dafa. Practico Verdad-Benevolencia-Tolerancia y soy amable con todos”.

Me dijo que tiene un pariente que también practica Falun Dafa. El familiar le dijo que renunciara a las organizaciones del PCCh pero no siguió su consejo.

“Tu pariente estaba haciendo algo bueno por ti. Renunciemos al PCCh por un futuro mejor”.

El anciano asintió y me agradeció. Me alegré por él porque tomó la decisión correcta.

La directora Wang está a cargo del departamento de medicina interna. Quería contarle los hechos, pero no encontré la oportunidad. Un día, un colega que ya había renunciado al PCCh me dio una amistosa advertencia, diciendo que no debería hablar más de Falun Dafa con los auxiliares de enfermería; que las enfermeras y el director Lee sabían lo que estaba haciendo.

El director Lee es una persona tímida y no le gusta asumir responsabilidades; así que le pidió a la directora Wang que hablara conmigo.

Efectivamente, recibí una llamada telefónica de la directora Wang. Pensé que probablemente me despedirían de nuevo. Sin embargo, tenía la intención de usar nuestra reunión para contarle sobre Falun Dafa, aunque yo estaba un poco nerviosa.

Sorprendentemente, la directora Wang no me reprochó. Ella tomó mis manos entre las suyas y dijo: "No hables más de Falun Dafa con los asistentes. Sabemos que es bueno. Puedes practicar por tu cuenta”.

Ya no me sentía nerviosa, y le dije: "Si te presionan por mi culpa, puedo renunciar".

“Te quedas donde estás. No te preocupes".

Hablamos sobre Falun Dafa y respondí todas las preguntas que me hizo. Al final, renunció a las organizaciones del PCCh a las que se había unido anteriormente.

Despertar a la gente es también un proceso de dejar de lado mis propios prejuicios. Una enfermera me había puesto las cosas difíciles cuando era nueva en el trabajo. Me desagradaba al grado de no querer decirle la importancia de renunciar al PCCh. Cuando escuché que ella iba a renunciar, pensé: "Como practicante, no puedo elegir a quién salvo". Empecé a buscar una oportunidad para hablar con ella.

El Maestro dijo:

"... elegir y seleccionar no sería misericordioso". (“Enseñanza del Fa en el Fahui Internacional de Gran Nueva York 2009”)

Un día estábamos trabajando en el mismo turno, así que pedí comida para llevar y la invité a almorzar en mi oficina. Después de una breve charla, pasé directamente al tema importante. Ella asintió con la cabeza mientras me escuchaba. Le dije: "Te dije todo esto porque quiero que tengas un buen futuro".

Ella se emocionó: "¡Gracias, hermana!". Renunció a todas las organizaciones afiliadas al PCCh a las que se había unido anteriormente.

Una asistente de enfermería, era conocida por su egoísmo. No era amable con sus pacientes y exigía propinas a sus familias. Incluso vendía algunos de los medicamentos de sus pacientes para ganar dinero.

No me gustaba esta persona y no planeaba aclararle la verdad. Sin embargo, pensando con una mente más clara y basada en los principios del Fa, no podía dejar de salvarla porque no me gustara su comportamiento. ¿No nos salvó el Maestro de la degradación? Decidí hablar con ella.

Le hablé en detalle sobre Falun Dafa y la persecución. Ella estaba feliz de renunciar a las organizaciones afiliadas al PCCh a las que pertenecía. Hasta el día de hoy, todavía tiene un calendario Minghui en su habitación. Después de nuestra conversación, noté que su trato y su actitud hacia sus pacientes mejoraron.

El Maestro Li ha planeado nuestros caminos. Depende de nosotros darnos cuenta o no de la urgencia de descubrir nuestras nociones humanas. Una vez que pongamos nuestro corazón en despertar a más personas, se nos abrirán muchas puertas.

Salvar personas es un trabajo duro que requiere pensamientos rectos y sabiduría.

El Maestro dijo:

“Obtener el estado de fo después de alcanzar la perfección, tomar las penalidades sufridas como gozo”. (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin)

Al cultivarse, uno está soportando dificultades. Los cultivadores solo disfrutarán de la felicidad después de lograr una mayor comprensión del Fa y salvar seres conscientes.