(Minghui.org) (Continuación de la Primera Parte)
3. Una practicante de 83 años: "Nadie puede detenerme"
Una practicante de 83 años recibió una mínima educación: solo asistió a la escuela primaria durante tres años. Después trabajó como niñera. Más tarde se casó y tuvo seis hijos. Como su vida era estresante y difícil, desarrolló muchas enfermedades, como asma, reumatismo, úlceras, hipotensión y anemia.
Todas sus enfermedades se curaron cuando empezó a practicar Falun Dafa en 1997. Después que el partido comunista chino (PCCh) empezó a perseguir a Falun Dafa en 1999, ella coordinó con otros practicantes para crear conciencia al público sobre la persecución.
Al principio, ella y los demás practicantes sacaban copias de folletos y los repartían. Para llegar a más gente, necesitaban más materiales, así que compraron su propio equipo y la practicante empezó a aprender a hacer materiales.
En ese momento tenía más de 70 años, pero superó todo tipo de dificultades. Aprendió a hacer copias de DVD y a prepararlos para distribuirlos en los condados cercanos. A menudo salía con otros practicantes a hablar con la gente sobre Dafa y distribuir los materiales. Después que algunos practicantes fueron arrestados, encarcelados en campos de trabajo o condenados a prisión, sus hijos se preocuparon por su seguridad. Uno de sus hijos hizo que se fuera a vivir con ellos.
En el nuevo lugar, conoció a varios practicantes de entre 60 y 70 años, y juntos salían a hablar con la gente sobre la persecución. Fueron a ciudades, a condados y a zonas cercanas a las estaciones de tren, autobús y minibús en el campo. Fueron a pueblos y mercados. Tomaban el primer autobús de la mañana y regresaban en el último de la tarde. A veces regresaban muy tarde.
Su viaje estaba lleno de dificultades y peligros. Aunque conocían a muchas personas que aceptaban lo que decían, otras las denunciaban y la policía los seguía y los detenía.
En una ocasión, ella y otros cuatro practicantes fueron a un mercado del municipio para crear conciencia. Llevaban varios DVDs y material impreso. Mientras hablaban con la gente, distribuían los materiales por todo el mercado.
Cuando salieron y estaban caminando por la calle, llegaron vehículos de la policía. Cuando salieron varios agentes, los practicantes corrieron hacia el bosque. Uno de ellos corrió más rápido y escondió una bolsa de materiales. Como los otros cuatro corrieron despacio, la policía los atrapó y los llevó a una subestación de policía del pueblo.
La policía les pidió sus nombres, direcciones y dónde habían conseguido los materiales. En lugar de responder a sus preguntas, los practicantes intentaron persuadirlos de que no participaran en la persecución. La policía los interrogó medio día, pero no consiguió lo que quería. Después de la cena, la policía llevó a los practicantes a un hotel para que pasaran la noche y los dejó ir a casa al día siguiente.
Cuando la practicante de 83 años y los otros cuatro fueron a un mercado en 2017, alguien los denunció. La policía local llegó al lugar y los detuvo. Varios fueron condenados a prisión. Ella recibió libertad condicional y vivía bajo vigilancia.
Ella sigue creando conciencia sobre la persecución con otros practicantes. "Nadie puede impedirme que aclare la verdad y salve a la gente", afirma.
4. Una practicante de 81 años: "Ninguna dificultad puede impedirme aclarar la verdad"
Una practicante de 81 años tenía muchas enfermedades, como reumatismo, dolores de cabeza, mareos y síndrome de Meniere, antes de practicar Falun Dafa. Tomaba varios medicamentos y gastaba mucho dinero, pero nada le ayudaba. Como no se sentía bien, se puso de mal humor y discutía a menudo con su familia.
Escuchó que Falun Dafa podía eliminar las enfermedades, así que en 1997 empezó a practicarlo. Sus enfermedades desaparecieron al poco tiempo. Su mal humor desapareció y la relación con su familia se volvió armoniosa. Ya no le importaba el beneficio personal y ayudaba con gusto a los demás.
Cuando comenzó la persecución en 1999, se puso en contacto con otros practicantes para salir al paso y aclarar la verdad. Comenzó a coordinar la distribución de material informativo. Fue arrestada, detenida, encarcelada en campos de trabajo y encarcelada muchas veces. En 2020, la policía se la llevó tres veces. No cooperó con ellos y solo trató de informarles sobre la persecución. En todas las ocasiones fue puesta en libertad sin cargos.
Un día, la policía llamó a su puerta y dijo que la habían visto en una cámara de vigilancia del barrio distribuyendo materiales de Falun Dafa. La llevaron por la fuerza a una subestación de policía.
Un joven policía la interrogó de forma grosera. Ella sonrió y dijo: "Joven, soy lo suficientemente mayor como para ser su abuela. La gente debe respetarse y seguir su conciencia".
La actitud del policía cambió y, le preguntó amablemente: "¿Cuándo empezó a practicar Falun Dafa? ¿Dónde consiguió el libro? ¿Dónde distribuye los materiales de Falun Dafa?".
La practicante dijo: "Tuve muchas enfermedades antes de empezar a practicar Falun Dafa en 1997. Se resolvieron poco después y me puse saludable. Aunque tengo 81 años, estoy sana porque practico Falun Dafa”.
"Me pregunta dónde conseguí el libro Zhuan Falun. Lo compré en una librería. Los libros de Falun Dafa estaban disponibles en las librerías antes de la persecución. Falun Dafa es una práctica espiritual de alto nivel y nos enseña a seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser mejores personas”.
"Le cuento a la gente la verdad: que una práctica tan buena está siendo perseguida injustamente. Dondequiera que vaya, hablo de eso siempre que la gente me escuche. Le doy a la gente materiales de Falun Dafa. Hago lo correcto. Practicar Falun Dafa no va en contra de la ley. La persecución está mal. El bien es recompensado y el mal es castigado. La gente siempre es recompensada por lo que hace".
El policía escribió lo que ella dijo y le pidió que firmara el papel. La practicante dijo: "Por su bien no puedo firmarlo; si lo hago, valida lo que está haciendo, que es cometer crímenes contra la Dafa". El policía dijo: "Está bien". Se ofreció a llevarla a casa. Ella dijo: "Gracias, pero puedo tomar el autobús".
5. Una practicante de 88 años recuerda los años difíciles
Una contadora jubilada de 88 años vive con su hija en la capital de la provincia. Ella y otros practicantes fueron detenidos y condenados a prisión en 2001. Estuvo encarcelada durante tres años por preparar material sobre Falun Dafa. Recuerda los años difíciles:
"Me beneficié mucho de la práctica de Falun Dafa. Cuando comenzó la persecución, el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) fue difamado y el PCCh difundió mentiras sobre Dafa. Sabía que tenía que hablar. Otros practicantes y yo trabajamos juntos para elaborar materiales informativos y distribuirlos.
"En aquella época, pocos practicantes de Yunnan podían acceder a Internet, así que teníamos que conseguir los materiales de otras provincias. Las opciones eran limitadas y la mayoría de los materiales eran folletos de una sola página en blanco y negro. Yo me encargaba de llevar los folletos a una fotocopiadora y de llevar las copias a los compañeros. Ellos los repartían entre el público".
"La policía tenía nuestra zona muy vigilada. Solo podía llevar los folletos a la fotocopiadora por la tarde y recoger las copias al día siguiente. A veces, esperaba ahí para recoger las copias y regresaba a casa a altas horas de la noche.
"Para encontrar el origen de los folletos y detener a los implicados, las autoridades gastaron mucho personal y dinero. Había personal de seguridad en todas las calles. Realizaron registros corporales ilegales: buscaban a cualquiera que tuviera material de Falun Dafa. Nos enfrentamos a muchos peligros, pero los superamos con seguridad con la protección de Shifu".
"El dueño de esa fotocopiadora sabía que la persecución estaba mal. Muchas fotocopiadoras no se atrevían a hacer copias de materiales de Falun Dafa, y algunas incluso nos denunciaron a la policía. Pero este propietario se arriesgó y realizó copias para nosotros. Trabajaba hasta altas horas de la noche haciendo cientos de copias para nosotros. Cuando la policía se enteró que nos ayudaba, tuvo que cerrar su tienda y trasladarse".
"Al principio, solo un practicante de nuestro grupo tenía un computador. Para poder producir más materiales, los demás practicantes nos pidieron que aprendiéramos a usar un computador. En ese entonces, yo tenía más de 70 años. Pensé que los practicantes no envejecen y empecé a aprender a usar un computador".
"Me senté frente al teclado, puse ambas manos frente a mi pecho (en un gesto de respeto) y le pedí a Shifu que me ayudara a recordar el alfabeto inglés. Inmediatamente sentí un torrente de energía cálida y mi mente se aclaró mucho".
"Desde entonces, me tomó poco tiempo memorizar todas las letras inglesas mayúsculas y minúsculas. Mientras los compañeros me explicaban pacientemente, escribí todos los pasos y me guiaron mientras los hacía. Practiqué repetidamente cuando regresé a casa".
"De esta manera, aprendí a navegar por Internet, descargar archivos, copiar DVDs e instalar archivos MP3 y MP4 para otros practicantes. Compartí la carga de trabajo para los practicantes que preparaban los materiales. ¡Comprobé lo asombroso que es Falun Dafa, y realmente aprecio a Shifu por su compasión!
(Continuará)
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa