(Minghui.org) La Sra. Cui Xiaoping atribuye la curación de muchas de sus enfermedades a Falun Gong, una práctica de mente y cuerpo también conocida como Falun Dafa. Dado que ella se negó a renunciar a Falun Gong después de que el régimen totalitario comunista chino ordenara la persecución a los practicantes de esta disciplina, en julio de 1999, fue detenida repetidamente y encarcelada tres veces durante más de diez años.

Beneficios de la práctica de Falun Gong

La Sra. Cui, de la ciudad de Leshan, provincia de Sichuan, luchó contra la mala salud desde su infancia. Sufría muchas enfermedades, como enteritis crónica, gastritis, migraña e hipertensión. A partir de 1991, ella tenía que ser hospitalizada casi dos veces al año y recibía una transfusión de sangre cada año. Medicarse por tan largo plazo, le provocó graves reacciones a las medicinas. Por ello se volvió irritable y ansiosa. Había probado todo tipo de tratamientos, pero sin provecho.

En diciembre de 1994 asistió a una serie de Conferencias de Falun Gong en la ciudad de Guangzhou, provincia de Guangdong. Sus enfermedades desaparecieron por completo después del seminario de 8 días, lo que le ahorró muchos gastos médicos.

También cambió mucho su perspectiva de la vida después de practicar. Se dio cuenta del verdadero significado de la vida y se esforzó por vivir según los principios de Falun Gong: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Trabajó en la Oficina de Educación de la ciudad de Leshan antes de que comenzara la persecución. Trabajaba mucho y era muy responsable. Se tomaba los beneficios personales a la ligera y no aceptaba regalos. Fue muy elogiada por sus colegas y jefes.

Con la aparición de la persecución en 1999, perdió su trabajo y tuvo que hacer trabajos esporádicos para ganarse la vida. Cuando la gente de su entorno se reía de ella, no se enfadaba sino que tan solo sonreía.

Cuando la detuvieron en agosto de 1999, una guardia de la prisión la amenazó con golpearla. Ella dijo: "Puede que hayas querido pegarme por algo que no hice bien. Si pegarme puede calmar tu estado de ánimo y hacerte feliz, hazlo y no me defenderé". Al final, la guardia no la golpeó, en lugar de eso retiró sus necesidades diarias.

Detención y persecución por su fe

Durante más de diez años, la Sra. Cui ha sido detenida y condenada en repetidas ocasiones. Después de cada detención, siempre se realizaba una redada en su casa y se confiscaban muchas pertenencias, como libros y materiales de Falun Gong, una grabadora de audio y una grabadora de vídeo. Después de cada detención, se la ponía bajo vigilancia domiciliaria. También la acosaron, siguieron, calumniaron y rastrearon sus llamadas telefónicas.

Después de que comenzara la persecución en 1999, fue detenida y encarcelada en múltiples ocasiones. En el 2000, fue condenada a tres años de prisión y en 2003 a dos años de trabajos forzados. El campo de trabajo se negó a aceptarla debido a su mal estado de salud. Fue puesta en libertad, solo para ser detenida de nuevo en 2004 y condenada a seis años en la Prisión de Mujeres de Sichuan. Mientras estuvo detenida, su familia le entregaba a menudo artículos de primera necesidad y le hacía depósitos para que comprara cosas, pero la mayoría de los artículos y el dinero eran retenidos por las guardias.

A continuación se detalla la persecución que ha sufrido la Sra. Cui.

Detenida repetidamente en 1999

La Sra. Cui fue detenida por primera vez por agentes de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Policía de la Ciudad de Leshan, el 20 de julio de 1999. Su casa y su oficina fueron saqueadas. Se le ordenó que persuadiera a otros practicantes para que no fueran a Beijing a apelar por Falun Gong. Cuando la Sra. Cui se negó a obedecer, los agentes la retuvieron en la Estación de Policía de la calle Shuncheng durante dos días y después de liberarla la pusieron bajo vigilancia domiciliaria.

En agosto de 1999 fue llevada a un Centro de Lavado de Cerebro situado en el albergue de la policía, donde muchos practicantes eran retenidos y se les ordenaba renunciar a Falun Gong. Todas las habitaciones estaban vigiladas por un oficial armado. A los practicantes no se les permitía hablar entre ellos. También se les obligaba a realizar entrenamiento físico militar todas las tardes.

Tras un mes de sesiones de lavado de cerebro, fue trasladada al Centro de Detención del Condado de Jianwei y retenida allí durante otras dos semanas, por negarse a ser transformada. Su madre se consternó y se desmayó al enterarse de su prolongada detención.

Dos días después de sacarla del Centro de Detención del Condado de Jianwei, fue detenida y recluida en el Centro de Detención de la Ciudad de Leshan durante dos semanas. En ese periodo, la jefa de la celda la amenazó con golpearla y le quitó todo lo necesario para su vida diaria.

Tras ser puesta en libertad, fue sometida a vigilancia domiciliaria. Cuando volvió a trabajar a la Oficina de Educación, la obligaron a ver "Entrevista en Foco", un programa clave de noticias de propaganda de la cadena de televisión estatal, y a escribir un informe de "Entendimiento ideológico" todos los días. El Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos local intentó que un canal de televisión local la entrevistara para la producción de otro programa para calumniar a Falun Gong, pero ella se negó a hacerlo.

En noviembre de 1999 fue detenida de nuevo cuando regresaba de un viaje fuera de la ciudad. Su casa fue saqueada. La llevaron al Centro de Detención de Shizhushan, en la Ciudad de Leshan, y estuvo detenida durante un mes. También fue despedida de su trabajo. Tras ser puesta en libertad, fue sometida a vigilancia domiciliaria y se le ordenó presentarse en la comisaría todos los días.

Condenada a tres años de prisión

A principios de junio de 2000, la Sra. Cui fue detenida una vez más y llevada a una Estación de Policía de la Ciudad de Chengdu. Los guardias le ordenaron repetidamente que renunciara a Falun Gong y que revelara información sobre otros practicantes. Ella no lo hizo y tres días después fue llevada a la Estación de Policía del Municipio de Niuhua.

Las condiciones de vida en su celda eran muy malas. Había enjambres de mosquitos y sufrió graves picaduras. La comida que le daban era muy pobre y sin embargo, la policía le cobraba entre 50 y 100 yuanes diarios por la comida.

Seis días después, hizo una huelga de hambre para protestar por las malas condiciones de vida. Luego la trasladaron a la Cárcel de la Ciudad de Emeishan y un mes después la trasladaron al Centro de Detención de la Ciudad de Emeishan. Por hacer los ejercicios de Falun Gong, fue golpeada por el jefe del Centro de Detención y tuvo dolores en los pies durante más de un mes.

Posteriormente fue condenada a tres años en la Prisión de Mujeres de la Provincia de Sichuan. Fue vigilada por dos reclusas las 24 horas del día y se le ordenó repetidamente que renunciara a Falun Gong. La mantuvieron en aislamiento durante 48 días y también la obligaron a realizar trabajos pesados sin remuneración.

Dos años en un campo de trabajo forzado

Dos semanas después de ser liberada en 2003, fue detenida de nuevo y llevada a la Estación de Policía de Zhanggongqiao y luego al Centro de Detención de Shizhushan. Se puso en huelga de hambre para protestar por la detención. Cuatro días más tarde, la condenaron a dos años en el Campo de Trabajo Forzado de Nanmusi.

El campo de trabajo se negó a aceptarla porque en ese tiempo estaba extremadamente débil. La policía tuvo que llevarla a casa.

En agosto de 2003 hizo un llamamiento a las autoridades locales para que la reincorporaran en su trabajo. Las autoridades no respondieron a su petición. Entonces impugnó su caso ante el gobierno provincial.

En marzo de 2004, el director de la Oficina de Educación de la ciudad de Leshan le dijo a la Sra. Cui que era necesaria la aprobación de Wang Zhiqing, secretario del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, para restituirle el empleo. La Sra. Cui visitó a Wang durante la hora de apertura de su oficina, pero fue detenida de nuevo y recluida en el Centro de Detención del Condado de Jiajiang.

La Sra. Cui inició una huelga de hambre para protestar por la detención arbitraria. En el hospital del condado la esposaron, le pusieron grilletes y le pusieron un goteo intravenoso. Como su estado de salud era muy malo, fue enviada a casa días después.

Dos meses después, en mayo de 2004, los agentes del Departamento de Policía de la Ciudad de Leshan volvieron a detenerla y la llevaron al Centro de Detención de Shizhushan. La policía alegó que ella promovía Falun Gong en su carta de apelación. Hizo una huelga de hambre durante 13 días y fue liberada al borde de la muerte.

Seis años de prisión

La Sra. Cui fue detenida una vez más en julio de 2004 y condenada a seis años de prisión por el Tribunal del Distrito de Shizhong. Inició una huelga de hambre y apeló el veredicto. Debido a las repetidas huelgas de hambre, se encontraba muy débil. Para evitar posibles responsabilidades legales, el Centro de Detención la dejó en libertad.

Poco después de volver a casa, fue detenida de nuevo. Hizo otra huelga de hambre y fue liberada.

En diciembre de 2004, los agentes de policía la llevaron de vuelta al Centro de Detención, mientras caminaba por la calle. Le entregaron el veredicto del Tribunal Superior que confirmaba su sentencia original y la llevaron a la Prisión de Mujeres de la Provincia de Sichuan.

Allí fue obligada a realizar trabajos pesados sin remuneración a pesar de su estado físico. Tuvo que protestar contra la persecución con una huelga de hambre.

En un principio, la prisión permitió a su familia solicitar la libertad condicional por motivos médicos a los 83 días de su encarcelamiento, pero la policía se negó a proporcionar la documentación necesaria que la prisión solicitaba. Un agente de policía llegó a decir a su familia: "Tenemos la palabra de los superiores, para dejarla morir en la prisión y no permitirle volver a casa".

Cuando su familia discutió con la policía, ellos la culparon de ponerse en contacto con Wang, del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, para que le devolvieran el trabajo.

La Sra. Cui cumplió la condena completa de seis años y fue liberada a finales de 2010.

Mientras estaba encarcelada, la policía acosaba con frecuencia a su madre de 60 años, y a su hija adolescente. Ambas soportaron una tremenda presión mental y vivían con miedo.

La policía siguió acosando a la Sra. Cui tras su regreso a casa. Ella no pudo tener un trabajo estable ni llevar una vida pacífica

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