(Minghui.org) Antes solía ser una persona social y salía a divertirme todos los días de la semana. Fumaba, apostaba, disfrutaba del vino y la comida. Frecuentaba bares de karaoke y bailaba toda la noche en discotecas. Era bastante famosa y muy respetada en ese círculo, y me complacía con los cumplidos de los demás.

No me daba cuenta que el estilo de vida que llevaba era el resultado directo del deterioro de la moral de la sociedad china bajo el régimen comunista. Me había perdido persiguiendo la fama y el placer.

Estas palabras del Maestro describían con precisión mi vida en aquel entonces:

“Luces, rojas, vino, verdes – el mundo moderno

Demonios que desorientan, bailes caóticos, asuntos obscenos

Dando rienda suelta a la naturaleza demoníaca, lejos de los dioses”,

(Sin salvación, Hong Yin III).

Encontrando mi relación predestinada con Falun Dafa

Después de vivir en nuestra casa durante 20 años, nos mudamos a un nuevo lugar en 2002. Al poco tiempo entablé amistad con una señora que vivía en el primer piso de mi edificio, y ella me presentó a su hermana mayor que vivía en el cuarto piso.

Cuando tuve un fuerte dolor de muelas en 2005, la hermana mayor me llevó al hospital y pagó los 60 yuanes de la factura. Ese día tuvimos una buena conversación y me ayudó a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

Se lo agradecí sinceramente, pero me quedé sorprendida: "Eres una persona muy agradable. Tienes unos 10 años más que yo, ¿no? Pero apenas has usado tu seguro médico: tienes varios miles de yuanes acumulados en tu tarjeta de seguro. ¿Cuál es tu secreto? Dímelo. Por favor, cuéntame". Ella sonrió: "Practico Falun Dafa". Sin dudarlo, le dije: "Yo también quiero practicar Falun Dafa".

Le pedí a la hermana mayor que me enseñara los ejercicios esa noche. Me mostró algunos de los movimientos. Sin embargo, ella no creía que yo fuera a tomar en serio la práctica, ya que sabía lo mucho que me gustaban el juego, la bebida y las fiestas. Soy muy extrovertida y me entretenía frecuentemente. Siempre había gente jugando al Mahjong, cantando, comiendo y bebiendo en mi casa.

Empecé a hacer los ejercicios en casa por mi propia cuenta. En retrospectiva, ahora veo lo mucho que me interfirieron cuando traté de cultivarme en Falun Dafa. Apenas empecé a hacer los ejercicios, mi entorno se volvió ruidoso —los vecinos discutían, los termos explotaban y otras distracciones. Sin embargo, también experimenté cosas extraordinarias al hacer los ejercicios, como que toda mi habitación quedó cubierta por una luz roja.

Estaba decidida a cultivarme, así que el Maestro se encargó de que encontrara lo que necesitaba. Visitaba a la hermana mayor con todo tipo de excusas y hacía que me enseñara los movimientos una y otra vez. Sin embargo, no encontraba lo que buscaba hasta que un día vi un libro encima de un viejo mueble.

Sin pensarlo mucho, tomé el libro en mis manos: era Zhuan Falun. Le pedía prestado Zhuan Falun todas las tardes, para que pudiera leerlo por las mañanas. No avanzaba mucho leyéndolo solo por la tarde. Como pronto me iba a jubilar y mudar, me puse ansiosa y me preocupé por no poder terminar de leer el libro Zhuan Falun antes de irme. Así que decidí tomarle una copia al libro.

Al ver que me tomaba en serio el aprender la práctica, la hermana mayor me ayudó a conseguir un libro Zhuan Falun. Finalmente encontré mi relación predestinada con el Fa.

Dafa me cambió

Llevé Zhuan Falun conmigo cuando me mudé a otra ciudad. No sabía mucho sobre la persecución y no conocía a otros practicantes. Aunque vivía entre gente común, mi verdadero ser era consciente y sabía que había esperado cientos y miles de millones de años por este Fa. Mi lado divino estaba despertando y estaba muy emocionada. Sabía que Zhuan Falun era un libro precioso y divino, era la escalera al cielo.

El Maestro dijo:

“Cuando la naturaleza fo emerge, sacude al mundo de diez direcciones” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Seguía leyendo Zhuan Falun aunque no entendía completamente lo que leía. Lo leía todos los días y no quería dejar el libro. También intenté poner en práctica los principios que el Maestro enseñaba en el Fa. Empezando por ser amable y deshacerme de los malos hábitos, dejé de ir a las discotecas, de beber y de fumar.

Había acumulado mucho yeli (karma), tenía muchos malos hábitos y había arrebatado muchas vidas, pero el Maestro hizo que obtuviera el Fa y purificó mi cuerpo. Me recuperé de muchas enfermedades que tenía, como problemas estomacales, hepatitis, mareos, estreñimiento, anemia, etc. Me sentía increíble.

Durante los nueve años siguientes, no me uní a ningún grupo de estudio del Fa ni conocí a ningún otro practicante en mi ciudad. No sabía sobre las nuevas conferencias del Maestro, no sabía lo que realmente es la cultivación ni cómo cultivarme. Todavía jugaba al Mahjong, y ocasionalmente jugaba para obtener dinero.

Cómo me recuperé de una lesión de espalda

Un día del verano de 2013 salí a dar un paseo y tenía ganas de jugar al Mahjong con unos amigos. Mientras hacía mis ejercicios rutinarios en la barra del patio, me caí de espalda y me desmayé. Me costó mucho tiempo recuperar la conciencia. A pesar de un dolor insoportable en el abdomen, me levanté lentamente del suelo.

Permanecí en cama durante los dos días siguientes, pero el dolor no disminuía. Pensé que mis intestinos estaban lesionados, ya que sentía que los gases se movían dentro de mi zona abdominal. Esto me hacía gritar fuertemente, ya que el dolor era insoportable.

Mi hijo me sugirió que fuera al hospital para averiguar cuál era el problema. Después de una radiografía, me dijeron que mi quinta vértebra lumbar había sufrido una fractura parcial y que sobresalía un pequeño trozo de hueso. El médico quería operarme al día siguiente, pero le dije que no. Me dieron el alta después de tres semanas.

Mi esposo había fallecido y estábamos solos mi hijo y yo. Cuando él se iba a trabajar, yo me quedaba en la cama todo el día, y solo podía comer cuando él llegaba a casa por la noche. Aun así, leía Zhuan Falun todos los días. Me apoyaba con almohadas y colocaba la cabeza cerca de la ventana. No tenía cintas de audio con la música de los ejercicios, ni las conferencias del Maestro Li (fundador de Dafa). No había ningún practicante con quien pudiera hablar o compartir. Durante la mayor parte del día, solo estábamos el Maestro, Dafa y yo.

Finalmente me recuperé, gracias a los increíbles poderes curativos de Dafa, y gracias al Maestro que no se dio por vencido y me ayudó a deshacerme de mi yeli.

Mejorando mi xinxing

Mi hijo me pidió que me mudara de la casa familiar en 2014, ya que planeaba proponerle matrimonio a su entonces novia, explicando que ella no aceptaría casarse con él si yo no me iba. Yo estaba furiosa: nuestro apartamento era propiedad de la familia. Además, la unidad tenía dos dormitorios y una sala de estar compartida y era lo suficientemente espaciosa para la joven pareja y para mí. ¿Por qué tenía que mudarme? ¿Por qué tenían que tratarme así?

El Maestro dijo:

“Durante el xiulian, cuando estás lidiando específicamente con conflictos o cuando otros te tratan mal, pueden existir dos clases de situaciones: una es que posiblemente tú hayas maltratado a esa persona en tu vida anterior; sin embargo, tu corazón está muy desequilibrado: «¿Cómo me trata así?». Pues, ¿cómo trataste tú a esa persona antes? Dices que en aquel entonces no sabías y que en esta vida no importan los asuntos de ese otro periodo de vida; eso no va de ninguna manera. Además hay otra cuestión, durante los conflictos está involucrado el tema de la transformación del yeli, por eso, al momento de tratar asuntos específicos, debemos tener una actitud elevada, no podemos actuar como una persona común” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Entendí que tal vez le debía algo a mi nuera de una de mis vidas anteriores, o la había intimidado, y ahora tenía que saldar la deuda. Como cultivadora de Dafa, tengo que mantenerme en un nivel más alto y no actuar como la gente común. Desde entonces, me mudé y he vivido sola durante los últimos siete años.

Relacionándome con otros practicantes y aclarando la verdad sobre Dafa

Desde que me lesioné la espalda en 2013, me he mudado cuatro veces y eso me afectó mental y físicamente. Pensé que sería muy bueno si podía encontrar a otros practicantes. El Maestro pronto hizo arreglos para que pudiera ponerme en contacto con practicantes locales y unirme a un grupo de estudio del Fa. Con la ayuda de otros, también empecé a aclarar la verdad sobre Dafa, y me convertí en parte del cuerpo local de practicantes de Dafa.

Los practicantes locales me ayudaron a encontrar los libros publicados por el Maestro. A través de la lectura de las nuevas conferencias, ahora comprendo lo que es la cultivación durante la rectificación del Fa. El Maestro quiere que aclaremos la verdad y despertemos a más personas. Con la ayuda de los practicantes, me he cultivado sólidamente y he mejorado mi xinxing viviendo según los principios del Fa. Ahora puedo aclarar la verdad en persona y distribuir materiales de aclaración de la verdad por mi cuenta.

***

Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.