​La bondad de un practicante despierta la naturaleza bondadosa de la gente

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa hace más de veinte años. Me gustaría contarles algunas de mis recientes experiencias de cultivación mientras hablaba con la gente sobre Falun Dafa y cómo el renunciar al PCCh (Partido Comunista Chino) es beneficioso.

Decidido a salvar al nieto

El Maestro dijo:

El Fa rectifica el cosmos

"La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo"

(Hong Yin (II))

Mi ciudad se reabrió de la pandemia el 15 de marzo de 2020. Otro practicante y yo salimos a las 7 de la mañana del día siguiente para hablar con la gente sobre Falun Dafa. Vimos a un adolescente y a sus abuelos esperando en una parada de autobús, así que les aclaramos la verdad.

Empezamos hablando de la pandemia actual, pero los abuelos se negaron a creer lo que decíamos. Miré al adolescente y le dije a su abuela: "Este es su nieto, ¿verdad?". Ella respondió: "Sí". Continué: "Por favor, tenga cuidado al llevar al niño a subir en el autobús durante esta pandemia".

Saqué un amuleto y le dije a la abuela: "Recitar las nueve palabras de este recuerdo de Falun Dafa le mantendrá a salvo. Es su elección creerlo o no. Este joven es el tesoro y la esperanza de tu familia. Me gustaría ayudarle". Le entregué el amuleto al adolescente.

Los abuelos se quedaron helados al principio. Luego, su actitJud cambió de repente y dijeron contentos: "¡Gracias!". El adolescente sonrió felizmente y aceptó el amuleto. Le convencí de que renunciara a la Liga Juvenil Comunista  y aceptó.

Les dije a los abuelos: "Ahora el niño está a salvo, ustedes también deberían estarlo". Volvimos a aclararles la verdad y les convencimos de que renunciaran a las organizaciones comunistas. Esta vez los dos aceptaron y nos dieron las gracias repetidamente.

La compasión despierta la bondad de la gente

Un día, otro practicante y yo estábamos aclarando la verdad frente al mayor supermercado de nuestra zona. Hablé con una chica de 18 años sobre la renuncia a las tres organizaciones comunistas, y ella me escuchó atentamente.

La madre de la chica salió del supermercado y me gritó por hablar con su hija. No creí que pudiera suavizar rápidamente la situación, así que me marché. Oí que la niña le decía a su madre. "Deja de gritar. Estás montando una escena. No hay nada que gritar".

Me di la vuelta, sonreí a la niña y le dije: "Tu hija es muy bondadosa". La madre sonrió y dijo: "Sí, lo es, pero no quiere escucharme". Volví y dije: "Tienes mucha suerte de tener una hija tan buena". La madre parecía complacida.

Aproveché la oportunidad para aclararles la verdad y les convencí de que renunciaran a las tres organizaciones comunistas. Les expliqué por qué millones de chinos han renunciado al Partido. Ambas aceptaron renunciar.

El niño tiene una relación predestinada con Falun Dafa

Una noche, a las 19 horas, salimos a aclarar la verdad. Vi a una mujer joven con su hijo de tres años delante de una tienda, así que me acerqué a ella para aclarar la verdad. Se negó a escuchar y me hizo un gesto para que me fuera.

Cuando le di un amuleto a otra persona, el niño de tres años lo vio y quiso uno. No se lo di porque era muy pequeño. Pidió a su madre que le diera uno, pero ella no le hizo caso y se dio la vuelta para mirar la mercancía en venta. El niño me seguía y repetía: "Por favor, dame uno".

No podía negarme a un niño tan inocente. Sabía que su lado sabio lo pedía, así que le di un amuleto. Saltó de alegría, lo sostuvo en alto y corrió a decírselo a su madre. Le seguí y le dije: "Tu hijo no se irá hasta que tenga el amuleto; tiene una relación predestinada con Falun Dafa. Será bendecido. Si te ocupas de él, tú también tendrás un buen futuro".

Estaba contenta. Le hablé de la renuncia de las tres organizaciones comunistas. Ella aceptó lo que le dije y accedió a dejar la Liga Juvenil y los Jóvenes Pioneros. Me dio las gracias repetidamente. Cuando me alejé y miré hacia atrás, todavía me estaba despidiendo con la mano.

Aprovechar cualquier oportunidad para salvar a la gente

Los casos de coronavirus proliferaban en mi zona. La gente no podía encontrar trabajo porque nadie contrataba a alguien de la provincia de Hubei. Tenían que volver y ganarse la vida con la venta ambulante por la noche.

Todas las noches había varios sitios grandes de venta ambulante llenos de gente. Esto nos proporcionó un nuevo lugar para aclarar la verdad y salvar a la gente. Aprovechamos la oportunidad y aumentamos nuestros esfuerzos saliendo a aclarar la verdad dos veces al día, normalmente, una por la mañana y otra después de enviar pensamientos rectos a las 6 de la tarde.

Una noche, vi un vehículo agrícola con tres niños sentados en él aparcado junto a la carretera. El niño más pequeño, de pocos años, se bajó y caminó hacia el centro de la calle, mientras una motocicleta se acercaba rápidamente. El abuelo estaba cerca del niño, pero no se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder. La situación era urgente.

Estaba a unos pasos de ellos y le grité al abuelo: "¡Rápido, llévate al niño!". El abuelo agarró inmediatamente al niño y lo sacó de la calle. Al instante siguiente, la motocicleta pasó por el lugar donde estaba el niño.

Cuando el abuelo me dio las gracias, le aclaré la verdad. Aceptó de buen grado lo que le dije y aceptó renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Los dos hijos mayores también renunciaron.

Han pasado trece años desde que comenzamos la aclaración de la verdad cara a cara para despertar a la gente, llueva o truene. Hubo muchos desafíos. Experimentamos la alegría. También experimenté dolor cuando la gente llamó a la policía y me persiguió. Hubo momentos emocionantes cuando escapamos del peligro bajo la protección del Maestro. No importaba la clase de dificultad que encontráramos, yo no aflojaba. Seguí haciendo lo que debía hacer.

El Maestro dijo:

"La persecución aún menos puede volverme confuso
Los pensamientos rectos hacen que yo atraviese el camino divino y no dé vuelta atrás"

(No hay vuelta atrás, Hong Yin III)

Agradezco al Maestro Li (fundador de Falun Dafa) su salvación compasiva, que me ha traído hasta este día. También agradezco a mis compañeros practicantes por su ayuda desinteresada.

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