(Minghui.org) Tengo 81 años y actualmente resido en un pequeño municipio de la provincia de Hubei. Empecé a practicar Falun Dafa en 1996, tres años antes que el régimen comunista chino iniciara la persecución a la práctica de mente y cuerpo basada en los principios de Verdad- Benevolencia-Tolerancia. Inevitablemente, fui objeto de la reciente campaña nacional "Reducción a Cero".

¿Qué es exactamente la campaña "Reducción a Cero"? Desde 2020, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha intentado obligar a todos los practicantes de Falun Dafa que están en la lista negra del gobierno a renunciar a su fe. Las autoridades locales intentan hacer que los practicantes firmen o marquen sus huellas dactilares en un documento que calumnia a Falun Dafa.

Acoso en la víspera del Año Nuevo Chino

Era el 25 de enero de 2020, víspera del Año Nuevo Chino, cuando el director de la comisaría de policía del municipio, varios agentes de policía y el jefe del pueblo se presentaron en mi casa. Después de inspeccionar mi casa por dentro y por fuera varias veces, se dirigieron formalmente a mí.

"¿Cuántos años tiene?", me preguntó el director.

"Nací en 1941. Ahora tengo 80".

"Vaya, pareces mucho más joven de 80 años. ¿Sigues practicando Falun Dafa? Sabes que está prohibido por el gobierno y que no debes practicarlo".

"Me he beneficiado mucho de la práctica de Falun Dafa. En primer lugar, me ayuda a librarme de enfermedades y a mantenerme sano y en forma. En segundo lugar, como estoy sano, no necesito que mis hijos me cuiden, lo que les facilita la vida. En tercer lugar, sigo los principios de Verdad- Benevolencia-Tolerancia para ser una buena persona, no competir con otros por fama y fortuna, y reducir la carga al gobierno".

Antes de que terminara mis palabras, el director intervino: "Lo que usted dijo es muy razonable, y debe tener una buena educación". Le respondí que solo había ido a la escuela durante dos años.

Entonces el jefe del pueblo le explicó al director: "Es realmente una buena persona. ¿Sabe qué? El año pasado, durante la reconstrucción del pueblo, ocuparon parte de su terreno, pero él nunca se quejó. Después de la construcción, toda la basura quedó en su terreno, pero él la limpió tranquilamente. Nunca intentó pedir una indemnización. Sin embargo, el Comité del Pueblo se compadeció y le pagó 200 yuanes".

El director tenía curiosidad: "¿No pediste ninguna indemnización?".

Le dije que nunca había pensado en ello. El director se sorprendió mucho y reflexionó durante un rato: "Sí que tienes una moral alta".

Sonreí: "Eso no es nada. Una vez, mi mujer y yo fuimos atropellados por un coche y simplemente dejamos que el conductor se fuera sin pedir un centavo".

El director había oído esta historia hace unos dos años y estaba muy interesado en conocer los detalles.

Aquí está la historia:

Sobreviví a un accidente de coche a los 78 años

Una tarde del verano de 2018, volvía a casa en moto con mi esposa. Aunque había muy pocos coches en la carretera, controlé mi velocidad. Cuando estábamos cerca de un puente, un sedán blanco nos golpeó repentinamente por detrás con un fuerte "bang". Mi moto salió despedida por los aires y aterrizó a más de diez metros de distancia.

Mi mujer tenía más de 70 años en ese momento. Aterrizó sobre su mano derecha al caer al suelo. Se fracturó la muñeca y pude ver el hueso que le sobresalía. Empezó a temblar de dolor. Yo estaba aplastado bajo el coche con el lado derecho de mi cuerpo clavado en el suelo. Mi camisa y mis pantalones no estaban rasgados ni dañados, pero la piel del lado derecho de mi cuerpo, desde la axila hasta la rodilla, estaba completamente negra.

Mi mente se quedó completamente en blanco. Instintivamente le pedí a Shifu Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa: "Soy un practicante de Falun Dafa. Shifu, por favor ayúdeme".

Mi mujer y yo estábamos gravemente heridos y permanecimos en el suelo durante un rato antes de esforzarnos para poder levantarnos. Estábamos vivos y supimos que Shifu nos protegía. Recordé su enseñanza: que, como practicantes, debemos considerar primero a los demás y que, en todo lo que hagamos o digamos, debemos considerar primero a los demás. Aunque la conductora iba con exceso de velocidad, pensé: ella no nos había atropellado intencionadamente. No odiaría a la conductora ni le pediría dinero.

El sedán blanco que nos atropelló se estacionó a un lado de la carretera. Parecía que la conductora estaba observando desde el interior de su coche. Cuando finalmente vio que nos movíamos, bajó la ventanilla y preguntó desde el coche: " ¿Pueden moverse? ¿Están bien?". Hice una mueca de gran dolor y le dije que estaba bien.

Dijo que su marido era el director de la comisaría del municipio y que quería ir a esa comisaría. Mi mujer le dijo que nuestra casa estaba cerca de la comisaría y le preguntó si podía llevarnos. La conductora dijo: "No tengo tiempo para llevarlos. Tengo que reparar mi coche".

Como había decidido dejarla ir, le dije: "No importa. Puedes irte". Entonces se fue.

Utilicé todas mis fuerzas para ponerme de pie, y lentamente levanté la motocicleta del suelo. Intenté pisar el acelerador, y la motocicleta estaba bien. Luego ayudé a mi esposa a sentarse en la parte trasera y conduje de vuelta a casa.

Se recuperó de las graves lesiones en un mes sin tratamiento

El director escuchó con los ojos muy abiertos mi historia. "Supo de este accidente de coche. No era mi esposa. Ella no sabía conducir. Hay tres directores en nuestra comisaría. La esposa de uno de ellos era de la ciudad y conducía frecuentemente en un coche blanco para ir y venir. El año anterior, me dijo que había atropellado a dos ancianos. Ella explicó que tuvo suerte porque los ancianos no le pidieron ninguna indemnización".

El director tenía curiosidad por saber cómo nos recuperamos de lesiones tan graves.

Le dije: "Yo mismo sé colocar los huesos. Le curé los huesos a mi mujer y le hice un vendaje de tela para los brazos, que llevó durante dos meses. Ella no practica Falun Dafa, pero me apoya y siempre se sienta a mi lado mientras leo las enseñanzas de Falun Dafa. En cuanto a mí, la mitad de mi cuerpo se puso negro y no podía comer ni beber debido al intenso dolor. Sin embargo, seguí haciendo las cinco series de ejercicios de Falun Dafa y leyendo sus enseñanzas todos los días como de costumbre. Al cabo de una semana, la negrura se aclaró y se volvió rosada. Al cabo de otros 20 días, el dolor había desaparecido y estaba totalmente recuperado. No fuimos al hospital, ni pedimos ayuda alguna. Mis dos hijos volvieron a casa desde Wuhan después de enterarse del accidente. Se enojaron e intentaron buscar a la mujer del director para responsabilizarla, pero los detuvimos".

El director dijo: "¡Es increíble!". Se volvió más respetuoso.

También le conté que mi hermano mayor era soldado y murió en la guerra civil comunista en 1949. Mi familia era considerada una familia mártir y tenía derecho a muchos beneficios. Sin embargo, no pedimos ni un centavo al gobierno. Los practicantes toman las ganancias y las pérdidas a la ligera.

El director dijo que debíamos recibir lo que merecíamos. Se levantó y me estrechó las manos: "Abuelo, eres realmente una buena persona. No te molestaré más. Nos vamos".

El jefe del pueblo añadió: "Sí que es una buena persona. Después de empezar a practicar Falun Dafa, dejó de beber y fumar. Además, nunca se pelea con otros".

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