(Minghui.org) El Sr. Liu Rongping, de 62 años, de la ciudad de Suihua, en la provincia de Heilongjiang, fue liberado el 13 de julio de 2021, después de cumplir tres años y medio de prisión por su fe en Falun Gong (también conocido como Falun Dafa), una práctica de cuerpo y mente perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Durante su encarcelamiento, fue sometido a más de diez métodos de tortura, entre los que se incluyen las descargas eléctricas, la inmovilización con una camisa de fuerza, la obligación de sentarse en un pequeño taburete y el hambre. Hubo un periodo de tiempo en el que el Sr. Liu quedó irreconocible debido a la brutal tortura.

Antes de empezar a practicar Falun Gong, tenía varias enfermedades, entre ellas una enfermedad estomacal, reumatismo y artritis. Todas las enfermedades desaparecieron después de que empezara a practicar.

Posteriormente, se trasladó a la ciudad de Suzhou, en la provincia de Jiangsu, para estar más cerca de su hija. Allí fue detenido por distribuir material informativo sobre Falun Gong y posteriormente fue condenado a prisión. A continuación, se relata la persecución que sufrió en prisión.

Detenido y liberado bajo fianza

El Sr. Liu estaba distribuyendo materiales informativos de Falun Gong en una zona residencial de la ciudad de Suzhou el 21 de abril de 2017, cuando los agentes de la Estación de Policía de Taiping lo detuvieron. Le registraron el cuerpo y le descubrieron algunos materiales de Falun Gong. A continuación, la policía lo llevó a su residencia. Entraron por la fuerza al no encontrar las llaves de su casa. Confiscaron el ordenador, el disco duro portátil y la impresora La policía redactó una lista de los artículos confiscados a petición del Sr. Liu, pero la retiró tras pedirle que saliera. El Sr. Liu fue detenido en el Centro de Detención de Suzhou.

El 26 de mayo, como la Procuraduría se negó a aceptar su caso por falta de pruebas, la policía decidió liberarlo bajo fianza. El Sr. Liu exigió que la policía le diera una explicación por haberle detenido y se negó a salir. La estación de policía llamó entonces a su hija y le pidió que terminara el documento de libertad bajo fianza por él.

El Sr. Liu volvió a su casa de la ciudad de Suihua dos semanas después. Al enterarse de que se había marchado, la policía de Suzhou le envió tres cartas exigiendo su regreso. El Sr. Liu se negó a regresar.

Posteriormente, tres agentes viajaron 2.414 km (1.500 millas) desde Suzhou a Suihua el 20 de diciembre de 2017. Pidieron a sus colegas de Suihua que les ayudaran a detener al Sr. Liu. Estos últimos engañaron al Sr. Liu para que abriera su puerta alegando que estaban allí para inspeccionar su casa. Lo agarraron y lo empujaron a un coche de policía. Le llevaron a la Estación de Policía de Xianfeng, en Suihua, donde le esperaban los tres agentes de Suzhou.

La policía de Suzhou le acusó de violar las condiciones de la fianza. Lo retuvieron en la Estación de Policía de Xianfeng durante la noche y lo llevaron a la ciudad de Suzhou al día siguiente.

Condenado a tres años y medio de prisión

El Sr. Liu fue retenido en una residencia alquilada por la policía, donde nueve personas se turnaban para vigilarlo cada día.

Mientras intentaba reunir pruebas para procesarlo, la policía se dio cuenta de que la mayoría de los materiales de Falun Gong que le confiscaron no estaban impresos con la impresora que tenía. Su ordenador tampoco tenía ningún archivo relacionado con Falun Gong. A pesar de los claros indicios de que no imprimió los materiales él mismo, la policía le acusó de hacerlo y presentó su caso a la Procuraduría. También se incluyeron algunas cintas adhesivas de doble cara y un paquete de palillos como "pruebas de cargo" contra él.

El procurador emitió una orden de arresto contra el Sr. Liu el 18 de abril de 2018, y fue trasladado al Centro de Detención de Suzhou N.º 2.

El Sr. Liu fue a juicio el 21 de junio de ese año. La galería de la corte estaba llena de empleados del gobierno, pero a su familia y amigos no se les permitió asistir a la sesión. La hija del Sr. Liu fue incluida en la lista de testigos por la policía. No se le permitió entrar en la sala hasta el final del juicio. El juez le hizo unas cuantas preguntas para que se le diera un repaso.

El Sr. Liu intentó defenderse, pero fue interrumpido repetidamente y se le prohibió hablar. Mencionó que Falun Gong no está en la lista de sectas del gobierno y que la Oficina de Publicaciones de China ya había levantado la prohibición de publicar libros de Falun Gong. Argumentó que su derecho a poseer libros de Falun Gong y distribuir artículos de Falun Gong está protegido por la Constitución.

El procurador leyó la acusación muy rápidamente y el Sr. Liu no la escuchó con claridad. Cuando pidió leer el documento él mismo, el juez alegó que era propiedad intelectual del procurador. El procurador se negó a leerlo de nuevo.

Al final del juicio, el juez condenó al Sr. Liu a tres años y medio de prisión y le impuso una multa de 4.000 yuanes. El Sr. Liu se negó a firmar el veredicto y fue llevado de nuevo al centro de detención. Apeló al Tribunal Intermedio de la Ciudad de Suzhou, pero el juez decidió mantener el veredicto original.

Torturado en la prisión de Suzhou

En abril de 2019, el Sr. Liu fue trasladado a la prisión de Suzhou y allí fue sometido a diversos métodos de tortura.

"Entrenamiento" físico

El Sr. Liu fue sometido a castigos físicos en el equipo de control estricto. Fue obligado a correr y a hacer medias sentadillas. Si no podía correr o cojeaba al hacerlo, los reclusos le obligaban a ponerse en cuclillas durante unas horas. Como estuvo cojeando durante más de 20 días, le obligaron a ponerse en cuclillas sobre una pierna durante media hora cada vez.

La prisión lo obligó a tomar medicamentos antihipertensivos tras comprobar que su presión arterial era alta. Los funcionarios le revisaron la boca para asegurarse de que se había tragado las pastillas. El Sr. Liu se negó a tomar más medicamentos después de que le bajara la tensión, pero los reclusos siguieron obligándole a tomar el medicamento hasta que fue puesto en libertad.

Palizas

En una ocasión, un recluso le preguntó qué delito había cometido. El Sr. Liu sostuvo que no había cometido ningún delito y que estaba siendo perseguido. El recluso lo abofeteó en un lado hasta que se le hinchó la cara. Luego golpeó el otro lado de la cara del Sr. Liu, diciendo que lo hacía para que ambas mejillas parecieran iguales.

Cuando el recluso volvió a hacer la misma pregunta, el Sr. Liu dio la misma respuesta y fue arrastrado a una pequeña habitación sin cámara de vigilancia. Tres reclusos lo golpearon, intentando romperle los brazos y las piernas. Un recluso se sentó sobre él. Lo torturaron durante más de 30 minutos.

Descargas con picanas eléctricas

En un intento de "transformar" al Sr. Liu, los guardias le aplicaron descargas eléctricas y le preguntaron si había cometido algún delito, a lo que el Sr. Liu respondió que no. A continuación, cuatro reclusos le agarraron los brazos y las piernas, mientras los guardias le aplicaban descargas en las plantas de los pies.

Recreación de la tortura: Descargas con picanas eléctricas.

Apretando los dedos con cepillos de dientes

Cuando el Sr. Liu seguía negándose a ser "transformado", un guardia tomó tres cepillos de dientes y los colocó entre cada dedo y luego le sujetó los dedos con fuerza. El Sr. Liu sintió como si se le rompieran los huesos.

Aplastar los dedos de los pies

En su continuo intento de "transformar" al Sr. Liu, los reclusos tomaron un taburete de plástico y colocaron una pata del taburete sobre su dedo gordo del pie e hicieron que un recluso corpulento se sentara en el taburete. El dedo del pie del Sr. Liu quedó inmediatamente amoratado y ennegrecido, y casi se le cae la uña del pie.

Colocación de pinzas en las piernas

Los reclusos también utilizaron cuatro grandes pinzas para torturar al Sr. Liu. Con las cuatro pinzas colocadas en una de las pantorrillas del Sr. Liu, los reclusos le obligaron a ponerse en cuclillas sobre esa pierna para que las pinzas apretaran la piel, lo que provocó que se le irritara la piel. La misma tortura se repitió en la otra pierna. Si los reclusos veían que el Sr. Liu era capaz de soportar la tortura, hacían que un recluso le presionara para aumentar el peso sobre su pierna en cuclillas. Los reclusos a veces repetían la tortura tres veces en una tarde. Los moratones de su pierna seguían siendo visibles un año después.

Hambriento

Como el Sr. Liu se negaba a ser "transformado", la prisión le daba muy poca comida: gachas por la mañana y una porción de arroz del tamaño de una galleta por la tarde y por la noche. Le daban de tres a cuatro trozos de zanahoria y verduras saladas y solo le permitían beber un sorbo de agua. Más tarde le permitieron beber dos sorbos de agua. Se quedó demacrado por la inanición.

Obligado a llevar camisa de fuerza

El Sr. Liu fue obligado a llevar una camisa de fuerza durante más de un mes porque se negaba a renunciar a su fe. Después, estuvo hospitalizado durante dos meses. Cuando le llevaron de vuelta a la prisión, los reclusos le obligaron a llevar de nuevo la camisa de fuerza. Como la camisa de fuerza estaba muy apretada, el Sr. Liu sintió que le dolían los brazos después de estar tumbado de lado durante cinco minutos para dormir. Como no podía moverse, su cuerpo, sus manos y sus brazos se entumecían y le dolían.

Ilustración de la tortura: Camisa de fuerza.

Aunque el horario oficial de sueño del Sr. Liu era de 11 p. m. a 5 a. m., los reclusos lo despertaban cada media hora para interrumpir su sueño.

Pinchazos con alambre metálico

Los reclusos frotaban agua con chile en la cara del Sr. Liu y hacían una aguja con un alambre metálico para pincharle.

El Sr. Liu fue obligado después a escribir declaraciones de garantía, a firmarlas y a leerlas en voz alta.

Sentado en una pequeña herramienta

El Sr. Liu fue obligado a sentarse en un pequeño taburete hecho a medida con muchas pequeñas protuberancias en la superficie. Cuando estaba sentado en el pequeño taburete, los reclusos le obligaban a sostener un papel entre las piernas y otro papel bajo los brazos. Si el papel se caía, lo golpeaban. La tortura le provocó que las nalgas se desgastaran y fueran extremadamente dolorosas. También le salieron callos.

Lavado de cerebro

Además de la tortura física, también fue torturado mentalmente. Todas las noches le obligaban a ver programas de propaganda y a aprender el "pensamiento de Xi Jinping" (la filosofía del actual líder de China) una vez a la semana; tenía que escribir "informes de pensamiento" de seis a ocho veces al mes, así como declaraciones para renunciar a Falun Gong y expresar su gratitud al Partido Comunista Chino una o dos veces al año.

Como el Sr. Liu estaba desnutrido, privado de sueño y torturado, se desorientó. Tras los dos primeros meses de tortura, estaba demacrado y con una grave anemia. En un momento dado estaba irreconocible; tenía los ojos saltones y las piernas hinchadas.

La prisión quería enviarlo a un hospital psiquiátrico, pero el hospital no lo aceptó al ver que seguía hablando con lógica. Más tarde, fue enviado al hospital de la prisión y hospitalizado durante dos meses.

El Sr. Liu fue liberado el 13 de julio de 2021, tras cumplir 3,5 años de prisión. Cuando fue a solicitar su pensión, le dijeron que no había cotizado en 2019. Más tarde se dio cuenta de que la contribución de 4.000 yuanes que su hermana hizo por él fue confiscada por el tribunal para pagar su multa.

Como la hija del Sr. Liu fue acosada repetidamente por la policía y el tribunal y se enfrentó a una tremenda presión, vendió su casa y cortó todos los lazos con su familia. Antes de mudarse, le dio 10.000 yuanes al hermano menor del Sr. Liu y le pidió que le diera el dinero a su padre cuando fuera liberado. Ahora el Sr. Liu ha perdido completamente el contacto con su hija.

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