(Minghui.org)
¡Saludos Shifu, Saludos compañeros practicantes!
Soy un practicante nuevo, tengo 23 años. Esta es la primera vez que escribo para una ocasión tan solemne, entendí que debía hacerlo porque es una oportunidad para mejorarme y aportar a la comunidad de practicantes de Argentina.
Mis padres se separaron cuando tenía 2 años, viví con mi madre en un pueblo al sur hasta los 14 años, me crié en una familia muy pobre, mi madre era adicta, tenía problemas emocionales y a menudo me golpeaba.
Mi padre se fue a Tucumán y no lo volví a ver hasta que tenía 10 años, cuando vino de visita a verme y me presentó Dafa, me habló de los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, me enseño los ejercicios y leímos algunos pasajes del Fa.
Tuve fe en Dafa y Shifu al instante. Pero mi padre se había ido y lentamente me fui olvidando de Dafa.
A los 14 años, la adicción de mi madre empeoró, comenzó a darme golpes e insultarme constantemente, esto me hizo entrar en un estado depresivo y desarrollé gran resentimiento por lo “injusto” que parecía mi vida.
Fue entonces que mi padre decidió tomar mi tenencia y venir a vivir conmigo al sur.
Tuve un encuentro cercano con la cultivación durante los periodos en que tenía 14, 15 y 16 años, en los que pasé por diversos estados.
Pero por mi corta edad y por diversos factores, no pude realmente avanzar en la cultivación y abandoné la práctica. Sentí que no era capaz de cultivarme, que era débil y no podía dejar el resentimiento de haber tenido una vida “injusta”.
Me alejé de mi padre y de los demás practicantes y me fui a vivir con mi abuela materna.
Después de graduarme de la secundaria, me mudé a Puerto Madryn a casa de mi madre y comencé mis estudios universitarios.
Pero siempre tenía una sensación de vacío y tristeza, a menudo sentía ganas de volver a Dafa.
A los 20 años, dejé mis estudios universitarios y comencé un empleo en un restaurante que me permitió independizarme.
Escapando de la gran tina de tintura
Desde que me alejé de Dafa, me dejé contaminar por la gran tina de tintura de la sociedad humana común, y me entregué a los vicios y placeres mundanos, haciendo que mi mente se volviera sumamente estrecha y egoísta y solo tenía por motivación la búsqueda de beneficios.
A pesar de eso, a menudo sentía un profundo arrepentimiento por mi vida, sabía que me estaba destruyendo, y cada vez que quería volver a Dafa, las interferencias se volvían sumamente fuertes.
Después de cumplir los 22 años, comenzó la pandemia del virus del PCCh, después de estar varios meses en casa sin trabajar, un día de invierno tuve una sensación de urgencia y sentí un profundo arrepentimiento. Pensé en volver a Dafa.
Tuve este pensamiento, “quizás todo no está perdido, ahora soy más fuerte y quizás ahora pueda practicar la cultivación, pero he cometido muchos pecados, ¿seré aun digno? ¿Me podrá Shifu perdonar por mis faltas?”.
El arrepentimiento y la tristeza invadieron mi corazón, sentí que me ahogaba, no dejaba de derramar lágrimas, golpeaba mi cabeza contra el suelo y no dejaba de pedirle perdón a Shifu y lloraba sin consuelo.
Esa noche me fui a la cama cansado de llorar y hablé con Shifu, dije:
“Maestro, he sido tan tonto todo este tiempo, ¡Cómo pude estar así de ciego! ¿Cómo pude haberme alejado de Dafa? ¿Por qué no he aceptado mi destino en vez de quejarme tanto por los padecimientos que he sufrido? estoy tan arrepentido, por favor perdóneme, le entrego mi cuerpo y alma a Usted, mi vida se la entrego a Usted y a Dafa, si de algo le sirve, úseme, le pido que me perdone, por favor Maestro, sálveme”.
Me quedé dormido.
Al despertar a la mañana siguiente, tomé la copia de Zhuan Falun y leí cerca de 4 horas, cada palabra era un puñal en mi pecho, una sensación tan fuerte recorría mi interior que no encuentro palabras para describirlo. Es la manifestación del supremo Fa recto del cosmos que llega a lo más profundo de un ser.
Estaba decidido, iba a cultivarme de verdad.
Desde ese día limpié mi casa, hice los ejercicios y estudié el Fa. Después de una semana, mi mente entró en una especie de caos, muchas imágenes y ye de pensamiento venían como olas, pensamientos de lujuria que eran muy intensos y casi no podía repelerlos.
Sabía que si los dejaba avanzar, perdería la oportunidad de cultivarme. Pensé “no voy a dejar que un apego me prive de practicar la cultivación, ese no es el único aspecto en el que uno puede mejorar, hay muchos corazones de apego y la lujuria no es lo único corazón que un cultivador tiene que dejar”.
Desde esa perspectiva, el demonio se debilitó con ese pensamiento, luego ya pude calmar mi mente y estudiar el Fa con una mente más tranquila.
Continué perseverando y fui mejorando poco a poco. Me contacté con un practicante que conocía de mi pueblo que actualmente reside en Buenos Aires, le dije que estaba leyendo y que quería cultivarme de nuevo, él se alegró de escuchar eso, me trató con compasión y me animó a seguir cultivándome.
Luego comencé a estudiar el Fa con más practicantes de todo el país mediante un software y escuchaba los intercambios en las reuniones de los domingos, esto me ayudó a mantenerme firme en tiempos difíciles porque me encontraba solo.
Cultivarse en soledad depende de la diligencia de cada uno, mirar mucho para adentro, y no dejarse influenciar por las personas comunes ni por sus nociones, tomar el Fa como guía a toda hora y estudiar mucho el Fa.
Pero esto era muy difícil y a menudo sentía que me quedaba corto, estaba como desconectado.
Rápidamente pasaron 4 meses, fue entonces que me ofrecieron un empleo en Buenos Aires en un restaurant, donde además trabajan practicantes.
Me costó 2 meses tomar la decisión de mudarme a Buenos Aires, no conocía a nadie, y era nuevo, ¡tenía que renunciar a todas mis cosas y empezar de cero! Yo que había perseguido el beneficio y lo material toda mi vida, ahora tenía que desprenderme de mi casa, mis muebles, mi motocicleta, mi trabajo, mi familia y hasta mi perro.
Casi pierdo mi oportunidad, si no fuera por el apoyo de otros practicantes, no hubiese venido.
Un practicante me criticó y me llamó la atención, me dijo que no perdiera la oportunidad y que debía ser fiel a mi palabra y que dejara mis apegos.
Esto me movió el corazón, sentí injusticia porque creía que no entendía mi situación. Busqué excusas para justificarme de por qué no quería tomar esa decisión y me molesté con ese practicante.
Pero después de mirar para dentro, encontré mis apegos que no quería dejar, estaba aferrado a lo material y al qing hacia mi madre que me impedían comprender el arreglo que Shifu tenía para mi.
Después de iluminarme a esto, tomé la decisión, renuncié mi trabajo, vendí todas mis cosas y compré mi pasaje de ida a la Capital.
Un mes antes de mi vuelo, el esposo de mi madre se enfermó de tumor cerebral terminal, le dieron 6 meses de vida.
Mi madre llorando me pedía que por favor no me vaya, que me necesitaba.
Sabía que era una interferencia de las viejas fuerzas, también supe que si perdía esta oportunidad de cultivarme de nuevo, no habría otra chance.
Shifu dijo:
“Hay quien dice: «Ganaré algo más de dinero y acomodaré bien a mi familia, así no me preocupo por nada más y entonces voy y cultivo el Dao». Te digo que estás fantaseando, no eres capaz de intervenir en las vidas de los demás ni de manipular sus destinos, incluidos los destinos de tu esposa, hijos, padres, hermanos, ¿acaso eso ya cuenta porque tú lo dices? Además, si no tienes preocupaciones por el futuro y no tienes ningún problema, ¿qué te queda para el xiulian? ¿Refinar gong allí cómodamente? ¿Dónde existe tal cosa? Eso es lo que tú piensas parado en el ángulo de una persona común” (Elevar el xinxing, Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Supe que debía dejar el qing humano y aceptar el destino de mis parientes.
¿No era esto acaso una interferencia?, no estaría perdiendo la oportunidad de mejorarme estando en un ambiente de practicantes donde pueda aprender y elevarme verdaderamente? ¡Además si quería ayudar a mis parientes, la única manera era que yo me cultivara!
¿Sería capaz de cultivarme en soledad? Aunque salía tímidamente a repartir volantes e intentaba aclarar la verdad, sentía que me quedaba corto y no pude hacer realmente avances en mi xiulian.
Shifu dijo:
"Estudiar el Fa en grupo es un ambiente que he creado para ustedes y la forma que les he dejado. Pienso que deben hacerlo de esta manera. Los hechos han comprobado que cultivarse de esta manera hace que los estudiantes se eleven más rápido. Cuando uno se cultiva a solas, no existen factores que puedan fomentar su elevación. Por otro lado, siendo un Dafa dizi, ¿no dicen que harán lo que Shifu les diga? ¿No he dicho que deben transitar rectamente el camino que los Dafa dizi deben transitar?” (Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes en la región Asia-Pacífico).
No podía permitir que el Qing me interfiriera, así que fui firme en mi decisión. Un mes después, tomé mi vuelo a la capital.
Cultivándome con el grupo de practicantes y reconociendo mis apegos.
Al llegar a la ciudad, me incorporaron rápidamente a mi nuevo trabajo, que es también un proyecto de aclaración de la verdad, y pude experimentar por primera vez un ambiente donde la cultivación y el trabajo van de la mano, entendí que donde hay practicantes que puedan ver tus deficiencias y te las señalen, es donde más rápidamente uno puede mejorar.
Dos meses después, comenzaron los roces de xinxing con mis compañeros de trabajo, tenía una actitud muy soberbia, lo cual me llevó a tener conflictos con los demás.
Sentía que en mi trabajo era muy capaz, que los demás no tenían tantas habilidades y que mi trabajo anterior era mejor. Tampoco aceptaba a otros y estaba constantemente mirando a los demás y compitiendo.
Veía a mis compañeros con desprecio y sentía que era tratado injustamente, que me esforzaba más y que los demás no trabajaban tanto como yo.
Shifu dijo:
“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente” (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance).
Mis apegos fueron expuestos y mis compañeros fueron sinceros conmigo y me señalaron estos apegos con compasión.
Estaba mirando hacia afuera, perseguía una mejor posición, quería ser el jefe, y no me daba cuenta de que esto era la manifestación de mi corazón de envidia.
Shifu dijo:
“Por eso hablamos de seguir el curso natural; a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya. Probablemente consideres que es tuya, pero en última instancia no es tuya y, en medio de esto, se te pone a prueba para ver si puedes dejarlo o no; si no puedes dejarlo, entonces es un corazón de apego y se tiene que emplear este medio para quitarte este corazón de búsqueda de beneficios, es precisamente esta cuestión. Dado que la gente común no se ilumina a este principio, al estar enfrente de beneficios todos quieren competir y contender”.
Shifu también dijo:
“Hoy les digo a quienes refinan gong: no te apegues así a lo ilusorio sin iluminarte, la meta que quieres alcanzar es realizar el xiulian hacia niveles más altos, y el corazón de envidia tiene que ser eliminado” (Corazón de envidia, Séptima Lección, Zhuan Falun).
Después de leer esta sección del Fa, comprendí que la fuente de mi arrogancia y soberbia venían de mi corazón de envidia.
¿Por qué le daba tanta importancia a mis beneficios y fama? ¿Acaso la meta que quiero alcanzar no es realizar el xiulian hacia niveles más altos?
¿Acaso una posición más alta contaría en mi evaluación final?
Desde entonces trato de tomar una actitud más humilde en mi trabajo, de respetar y obedecer a mis superiores y cumplir con las tareas que me asignan sin ninguna queja, trato de aprender siempre y también sigo el curso natural y no perseguir una mejor posición en la sociedad.
Siento que he eliminado muchas capas de este apego, pero a veces se manifiesta en pensamientos de injusticia y soberbia. Como joven, desarrollé una mentalidad de competencia en la sociedad humana común y tengo mucho que trabajar en este aspecto.
Trato de estar atento en todo momento y eliminar esos malos pensamientos ni bien aparecen.
Solía tener vergüenza al hablar con la gente cuando aclaraba la verdad.
A veces no quería ir a las actividades de Barrio Chino ni a la Embajada, ponía escusas y me justificaba.
Pude ver mi apego al miedo y a ser expuesto.
¿Por qué tenía miedo a ser expuesto? ¿Acaso lo que quería no era asistir a Shifu y validar el Fa? ¿Cómo puede un practicante tener miedo de salir a aclarar la verdad? ¿Era yo un discípulo de Dafa?
Cuando Dafa ha sido perseguido por más de dos décadas, yo temía salir en defensa de Dafa. ¿Tan importantes eran mi reputación y mi fama? Me preocupaba mucho por mi apariencia y era vanidoso.
Estos apegos venían de mi propio egoísmo, mis intenciones no eran puras ni correctas, no podía salvar a nadie así. Sería yo una persona común haciendo cosas de Dafa.
Comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar mi timidez y fortalecí mi estudio del Fa. Cada vez que iba a una actividad, mandaba pensamientos rectos para limpiar mi campo y mi intención.
Tomé la iniciativa de ir a las actividades las veces que pudiera sin ninguna excusa.
Comencé a pensar más en las personas que no conocen Dafa y lo maravilloso que es Dafa para un ser. ¿Como vida que ha sido salvada por el Fa, no debería ayudar a difundir Dafa en donde sea que me encuentre para que más personas se beneficien?
Ahora me siento más seguro para hablar con la gente y contarle los hechos de la persecución cara a cara, el Fa me dio sabiduría para hablar con las personas y poder asistir a Shifu haciendo que más gente conozca Dafa, también pude hablarles a mis parientes sobre Dafa y contarles los hechos de la persecución, mi madre comenzó a leer Zhuan Falun y a menudo dice que Falun Dafa es bueno.
Quiero terminar con este Fa de Shifu:
“Validar el Fa también es cultivación. El proceso de cultivación es uno de reconocer continuamente tus propios defectos y luego desecharlos. Es sólo que cuanto más temprano se reconocen los apegos fundamentales, mejor es. Reconocerlos es, en sí mismo, una mejora. El ser capaz de eliminarlo, o superarlo, o debilitarlo, y al final eliminarlo completamente, ese proceso es uno de mejorarse constantemente, y es la transformación fundamental de un ser” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003).
Gracias a todos y cada uno de los practicantes que me han ayudado en estos meses de cultivación.
Espero que podamos avanzar juntos y poder completar nuestra misión que la historia nos ha otorgado. Espero que podamos ayudar a que más personas conozcan Dafa y sean salvadas.
Gracias Shifu y a todos los practicantes.
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa en Argentina 2021)
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