(Minghui.org) Desde aquel día en 1997 cuando comencé a practicar Falun Dafa y comprendí el significado de las enseñanzas del Maestro, juré al Maestro en mi corazón que lo seguiría y regresaría a mi verdadero hogar. Mi entendimiento después de más de 20 años de cultivación es: creer en el Maestro y en el Fa, cultivarme basada en el Fa, medir cada pensamiento y acción con los estándares del Fa, y hacerlo firmemente según el Fa. No importa cuántas dificultades y obstáculos haya en el camino de la cultivación, solo tomo el camino principal y nunca un desvío.

Recuerdo que poco después de empezar a practicar, todo el mundo en China hablaba de invertir en acciones. Yo era una de ellos, y gané algo de dinero haciéndolo. El Maestro dijo que los practicantes no debían especular con las acciones. Cuando me enteré de que el Maestro había dicho eso, vendí todas mis acciones, independientemente de si habían subido o bajado. Mis amigos de la bolsa dijeron que estaba loca y me aconsejaron que me calmara y me tranquilizara.

Pensé: "Puesto que elijo practicar, tengo que escuchar al Maestro. Si no escucho al Maestro, no soy un discípulo del Maestro y no soy una cultivadora. Además, el dinero se intercambia con la virtud. ¿Para qué necesita un practicante tanto dinero? Para un practicante, la virtud se convierte en gong". Después de entender este principio, fue fácil dejar de lado estas cosas.

Otra experiencia fue renunciar al apego a la propiedad. En aquella época, mi cónyuge y yo recibimos apartamentos de nuestras empresas como beneficio. Los apartamentos tenían más de 100 metros cuadrados y la ubicación era excelente. Más tarde, el gobierno estipuló que cada pareja podía quedarse con un solo apartamento. Muchas personas intentaron encontrar formas de conservar sus apartamentos, incluyendo la presentación de divorcios falsos y el uso de conexiones personales. Los que consiguieron saltarse la norma demostraron una gran astucia. Había desde altos cargos de la empresa hasta empleados normales, e incluso algunos practicantes.

Mi marido también quería hacerlo. Tenía un amigo en el Departamento de Policía que podía expedir un certificado de divorcio falso. El requisito era que yo tenía que estar de acuerdo. Un apartamento valía millones de yuanes. ¿Podría dejarlo una persona normal? Es difícil renunciar a algo una vez que se tiene.

Le dije a mi marido: "Tú eliges si quieres el apartamento o nuestro matrimonio. No puedo participar en la falsificación de un certificado de divorcio". No podía controlar lo que hacen los demás, pero sí mi propio comportamiento. Mi marido no pudo persuadirme, así que devolvimos uno de nuestros apartamentos. En aquella época, muy poca gente devolvía apartamentos, y la gente que nos rodeaba decía que éramos estúpidos. Al día de hoy, mi marido todavía se siente molesto cuando se menciona esto. Yo estoy muy tranquila porque elegí cultivarme y ser sincera.

Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999. Frente a la brutal persecución, no me perdí. El Maestro dijo que la cultivación es como una ola gigante que cambia las arenas, y que los verdaderos practicantes se templarían y saldrían de esta tribulación demoníaca. Manejé la situación con calma cuando me arrestaron, me encarcelaron, me llevaron a un campo de trabajo y me degradaron y despidieron de mi lugar de trabajo. Un dirigente del trabajo me aconsejó: "Mientras digas que no practicas Falun Dafa, no te afectará. Tienes un buen trabajo en esta buena empresa. ¿Dejarías de tenerlo solo porque quieres practicar Falun Dafa? No vale la pena. Es increíble".

No me sentí conmovida porque elegí practicar Falun Dafa. Sabía lo que estaba haciendo. No perseguía lo que la gente común quería, pero tenía lo que la gente común no tenía. Tengo al Maestro, y el Maestro lo arregla todo, pensé. Más tarde me expulsaron del PCCh. Algunos de mis colegas dijeron que era injusto, pero yo estaba satisfecha. En aquella época, los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista aún no se habían publicado, y la gran oleada de renuncias al PCCh aún no había comenzado. Pero yo sabía que el PCCh es ateo. La expulsión del partido era justo lo que yo quería, así que me alegré de ello. Por supuesto, mucha gente podría no entender esto.

Ya sea en los buenos o en los malos tiempos, todo lo que enfrenté en mis 20 años de cultivación fue una elección. Mientras escuchara lo que el Maestro decía, no tomaría el camino equivocado. Siempre he elegido seguir al Maestro en todas las circunstancias y en todo momento: elegir a Dafa, elegir la cultivación y tomar el camino de la cultivación para volver a mi verdadero hogar.

A lo largo de los más de veinte años de persecución, no importaba dónde estuviera, no importaban las circunstancias y no importaba la situación, nunca dije o hice nada que defraudara al Maestro y a Dafa. La campaña de "transformación" del PCCh no tuvo nada que ver conmigo.

Hoy, cuando miro atrás y veo el camino que he recorrido, me alegro de haber seguido la guía del Maestro sin tomar ninguna desviación. Mientras tuviera el Fa en mi corazón, fui capaz de pensar y actuar rectamente, por lo que pude llegar hasta aquí.

Recordé la enseñanza del Maestro:

“En este momento, una cosa importante que necesitan hacer es cómo salvar más seres conscientes, y esto es algo que los Dafa dizi deben completar en el proceso de alcanzar la perfección. Esta es la misión de los Dafa dizi, una tarea que no puede ser dejada de lado, que tiene que hacerse y que necesita ser completada” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2007, Colección de Enseñanzas de la Ley, Vol. VIII).

No importa cuánto tiempo tome mi cultivación, siempre haré bien las tres cosas, asistiré al Maestro en la rectificación del Fa, completaré mi misión y regresaré a mi verdadero hogar con el Maestro.

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