Una batalla entre el bien y el mal

(Minghui.org) Después que el régimen comunista chino lanzara la persecución contra Falun Dafa (también llamado Falun Gong), en julio de 1999, en China; prácticamente dejé de practicar por miedo. Sin embargo, sé que el fundador de Falun Dafa, Shifu Li, está cuidándome y no quiere dejarme atrás.

Avancé rápido hasta 2017: un día recibí una llamada del secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) de producción de la localidad. Me preguntó si estaba en casa y me dijo que un funcionario me visitaría. Cuando le pregunté quién era, tartamudeó. Enseguida supe que se trataba de una de esas "visitas" de funcionarios locales del PCCh para obligarme a dejar Falun Dafa.

Mi padre, que también es practicante, me había hablado de los funcionarios del partido que lo acosaban en su casa; y la visita no fue nada agradable. Sintiendo una gran ola de ansiedad, lloré de camino a casa. Le pedí a Shifu que me fortaleciera y eliminará el mal en otras dimensiones. Hablé con Shifu durante todo el camino porque estaba tan asustada que no sabía qué hacer.

Sin embargo, cuando llegué a casa y estacioné mi bicicleta eléctrica, mi miedo desapareció. No fue hasta ese momento que dije: "Soy una practicante de Falun Dafa, estoy cien por ciento segura". Supe que Shifu me había ayudado a superar mi miedo.

Primera visita del PCCh

Un grupo de agentes uniformados se paró en mi patio. No esperé a que empezaran y hablé primero: "¿Qué está pasando aquí? ¿Qué los trajo a mi casa? Tenemos unos padres mayores de 80 años que viven con nosotros. ¿Y si los asustan? ¿Van a ser responsable de sus actos?".

Un agente respondió: "No se preocupe, señora. Solo queremos hacerle unas preguntas". Le dije: "Ustedes no persiguen a los malos como se supone que lo hacen los verdaderos policías, sino que acosan a la gente que intenta ser buena". El oficial dijo: "Solo queríamos confirmar algunas cosas. ¿De dónde saca su padre los folletos de Falun Dafa? ¿Tiene alguno en su casa?".

Cuando la policía se presentó en la casa de mi padre, él no tuvo miedo. Les contó lo bueno que es Falun Dafa y les dijo que la persecución era un error. También entregó folletos de aclaración de la verdad en la estación de policía local hace unos años y les contó todo sobre la práctica. La policía no podía hacer nada contra él, así que pensaron que me sacarían información. Mantuve la calma y no dejé que la policía me intimidara.

Shifu dijo:

"Si tienes miedo, te capturan
Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban
Cultivadores, conteniendo el Fa
Enviando pensamientos rectos, fantasmas podridos han de explotar
Dioses en el mundo, validen el Fa"

(Por qué temer, Hong Yin (II))

Reconocí a uno de los oficiales como un funcionario de la estación de policía local, y otro parecía ser del Departamento de Policía de la ciudad, y alguien de mayor rango. El oficial de la ciudad se sentó a mi izquierda y el oficial local se sentó frente a mí, con un aspecto muy severo. Envié pensamientos rectos hacia el funcionario de la ciudad y pedí ayuda a Shifu.

El funcionario de la ciudad me preguntó quién le daba a mi padre los folletos de Falun Dafa. Le dije: "Hay muchos practicantes de Dafa en el país. Mi padre solía practicar Falun Dafa, así que los practicantes locales e incluso los de otras regiones lo conocen. Saben dónde vive y acaban de dejar algunos. No tenemos ni idea de quién los hizo. Practicamos Falun Dafa por los beneficios para la salud y no hemos hecho nada malo". Mientras hablaba, envié fuertes pensamientos rectos para eliminar a los seres perversos del comunismo detrás del funcionario de la ciudad.

Le dije que no tenía folletos en mi casa, pero no me creyó. "¿Cómo vas a leerlos si no tienes ninguno?", me preguntó. Le dije que podía ir a casa de mi padre y leerlos en cualquier momento. Se mostró escéptico: "¿Eso no es un inconveniente?". Cuando le expliqué que en realidad era bastante conveniente, el funcionario local me miró fijamente y dijo: "No estés tan segura. Si encuentro folletos en tu casa, tendré que arrestarte".

No sé de dónde saqué el valor, pero le devolví la mirada sin pestañear. Sabía que Shifu estaba a mi lado, porque no tenía ningún miedo. Falun Dafa es lo más recto. Sin apartar la vista del funcionario local, le pregunté: "¿No necesita una orden de registro para registrar mi casa?". Dudó: "Normalmente sí, pero no en circunstancias especiales". Seguí insistiendo: "¿Qué artículo de la ley les da derecho a registrar sin orden judicial?".

Sorprendido por mi pregunta, el funcionario local dijo: "Hay muchas leyes en China. Cómo voy a explicárselas si no conoce ninguna". Me volví hacia el funcionario de la ciudad y continué enviando pensamientos rectos. Pronto, el funcionario municipal pareció sentirse muy incómodo y comenzó a sudar profusamente. Como ya no podía quedarse quieto, se levantó y siguió limpiándose el sudor de la frente.

Entré en mi casa y tomé un folleto de aclaración de la verdad que contenía el artículo sobre cómo Zhou Yongkang, un antiguo alto funcionario del PCCh, recibió un castigo kármico por perseguir a Falun Dafa. Le entregué el folleto al funcionario de la ciudad y parecía muy nervioso. Sonreí: "¿Tiene calor? Está sudando mucho". Estaba aún más nervioso y no sabía qué hacer. El funcionario local me lanzó una mirada amenazante y me dijo: "¿Qué quieres? ¿Vas a hablar ahora de Falun Dafa?".

Una joven funcionaria comentó: "¿Cómo no va a sudar alguien con tanto calor?". Me reí un poco por dentro: era temprano y no hacía nada de calor. De todos los presentes, solo el funcionario municipal estaba sudando. Se inquietó y le dijo al funcionario local: "Tengo que ocuparme de algo urgente. Tengo que ir ahora. Quédate y ocúpate de ello". Empezó a retroceder mientras hablaba y salió de mi patio antes de que pudiera terminar su frase. La funcionaria local lo siguió de cerca y dijo: "¿De qué sirve que nos quedemos si tú te vas? Mira qué terca es (señalándome a mí)". Volví a reírme.

Después que se fueron, estas palabras pasaron por mi mente: "Una batalla entre el bien y el mal". Falun Dafa es Verdad-Benevolencia-Tolerancia, mientras que el PCCh es todo engaño-maldad-contienda.

Me di cuenta de que no sabían mucho de leyes y para aclarar mejor la verdad, necesitaba tener algún conocimiento sobre ellas. Desde entonces, leí muchos artículos de Minghui sobre cómo compañeros practicantes han utilizado sus conocimientos jurídicos para aclarar la verdad.

Segunda visita de funcionarios del PCCh

La siguiente vez aparecieron unos cuantos oficiales, pero no tuve miedo. Les dije: "Sufrí muchas enfermedades durante más de diez años. ¿Dónde estaban ustedes entonces? ¿Dónde estaban ustedes cuando me quitaron las agujas intravenosas y suspendieron mi tratamiento en el hospital porque realicé el pago de forma atrasada? ¿Por qué no vinieron a visitarme entonces? No les importó. Ahora todas mis enfermedades desaparecieron gracias a la práctica de Falun Dafa, sin que haya tenido que gastar un centavo. Es una práctica tan buena y salvó tantas vidas, y sin embargo ustedes lanzaron una persecución contra ella. Tenemos un gran Shifu, ¿y me pides que lo calumnie y que hable mal de la persona que me salvó la vida? No lo haré".

Un oficial me preguntó quién me presentó a Falun Dafa. Le dije: "Mi padre me lo contó". Se mostró curioso: "¿Dices que recuperaste la salud gracias a la práctica de Falun Dafa?". "Sí, y no me costó ni un centavo". Continué y les conté cómo retomé la práctica. Recordando todo lo que nuestro misericordioso Shifu hizo por mí, lloré mientras hablaba.

Estos oficiales no estaban entre los que vinieron la última vez, y el que parecía estar a cargo no era tan agresivo. Le pregunté: "¿Has leído algún libro de Falun Dafa?". Dijo que había leído Zhuan Falun. Me pidió que no saliera de la ciudad durante los próximos meses y que no hablara con la gente sobre Falun Dafa. Le dije que no podía hacer esa promesa. Le dije que si alguien estaba enfermo, le hablaría sobre Falun Dafa y de sus maravillosos poderes curativos. Le diría cómo me he beneficiado.

Me preguntó tres veces e insistió en que se lo prometiera, pero le dije que lo único que podía prometer es que no haría nada ilegal. Finalmente cedió y me dijo: "Señora, sus hijos aún son pequeños. Si cree que practicar Falun Dafa es bueno para su salud, hagalo en casa y críe bien a sus hijos". Luego se fueron.

Tercera visita de funcionarios del PCCh

La tercera vez, dos jóvenes oficiales vinieron a visitarme después de las ocho de la noche. En cuanto vi sus uniformes, les dije: "¿Qué están haciendo en mi casa otra vez? No son bienvenidos aquí". Uno de ellos preguntó: "¿Es usted fulana de tal?". "Lo soy. ¿Qué quiere de mí?". Habiendo tratado con la policía dos días anteriores, sabía exactamente qué hacer.

"Solo le hacemos una visita", respondió. El otro agente estaba grabando con una cámara de vídeo. Les dije: "No están autorizados a grabar aquí. Como agentes de la ley, están infringiendo la ley. ¿No tienen miedo del castigo kármico por hacer todas estas cosas malas? Borren la grabación, por favor". El agente me ignoró y siguió grabando. Señalé al cielo y dije: "Estás grabando aquí abajo, pero sabes que el cielo guarda un registro de todo el mal que has hecho".

El de la cámara de vídeo no habló. Parecía ser un subordinado del otro un funcionario. Sin embargo, el funcionario evitó mencionar a Falun Dafa, así que yo tampoco lo mencioné. Le pregunté: "¿Puede decir que Verdad-Benevolencia-Tolerancia no son buenos? Yo soy una buena persona. ¿Es malo practicar Verdad, Benevolencia y Tolerancia? Dígame usted, ¿es buena Verdad, Benevolencia y Tolerancia?".

Lo pensó y dijo: "Verdad, bondad y belleza son buenas. Nosotros, como país, estamos promoviendo estas cosas". Le dije: "Me refiero a Verdad, Benevolencia y Tolerancia. ¿Está diciendo que Verdad, Benevolencia y Tolerancia no son buenas?". No dijo nada.

Al cabo de un rato, el funcionario exclamó de repente: "Sabía que no debería haber venido hoy. Realmente no debería haber venido, pero he venido de todos modos". Me dijo: "Me equivoqué. Lo siento. Me equivoqué de verdad". ¿Puedo admitir que cometí un error? ¿Aceptarías mis disculpas?".

No esperaba que actuara así. Le dije: "Si sabe que se equivoca, corrija sus errores". Aceptó. El agente con la cámara de vídeo se quedó sorprendido al ver a su superior actuar así. Les pedí que borraran la grabación y les aconsejé que cambiaran su forma de actuar a partir de ahora. Prometieron borrarla en cuanto llegaran a su oficina, y se fueron.

Los dos jóvenes oficiales volvieron al cabo de unos días con un funcionario de la Comisión de Inspección Disciplinaria (CDI). El joven que se disculpó la última vez sonrió y dijo: "Hoy no la buscamos a usted, estamos aquí para visitar al jefe del equipo de producción. Pueden preguntarle a él si no me creen. Sin embargo, como ya estamos aquí, hemos pensado en pasar a saludar".

Le pregunté: "¿Qué quieren? ¿Por qué no me lo dicen? ¿Qué quieres realmente de mí?". Justo cuando el funcionario del CDI comenzó a decir: "Porque usted practica...", fue rápidamente interrumpido por el funcionario que se disculpó la última vez. "Oh, nada señora, ya nos íbamos".

Vi su coche estacionado a un lado de la carretera y le hice un gesto a mi hijo para que tomara una foto de la matrícula. Cuando mi hijo salió con mi celular para tomar una foto, el funcionario del CDI se molestó: "¿Le pidió a su hijo que le tomara una foto a mi matrícula?". No me asusté en absoluto: "Sí, ¿hay algún problema?".

Cuando volvió a entrar, le dije a mi hijo que tomara un bolígrafo y un papel para anotar los nombres de los dos funcionarios. El joven que se disculpó dijo: "No hay problema. Puedes hacer fotos de la matrícula. Le dejaré mi nombre y mi número de teléfono". Me dijo que me pusiera en contacto con él si necesitaba algo o tenía algo en lo que pudiera ayudarme. Sé que tenían miedo de que hiciera una petición al gobierno y contara la verdad sobre Falun Dafa.

La policía ha dejado de venir a mi casa desde aquel día en el que tomamos una foto de su matrícula.

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