(Minghui.org) Después de que el Sr. Liu Hongshu, un residente de 54 años en el condado de Qishan, provincia de Shaanxi, fuera arrestado el 27 de septiembre de 2020 por practicar Falun Gong, sus padres frecuentaron el Departamento de Policía local para pedir su liberación, pero sin éxito. Angustiado, su padre sufrió una caída en el Departamento de Policía y posteriormente falleció, sin ver al Sr. Liu por última vez.

El Sr. Liu empezó a practicar Falun Gong a principios de 1999, varios meses antes de que comenzara la persecución. Atribuye a la práctica la curación de sus lesiones cerebrales sufridas en un accidente automovilístico diez años antes, que le impidieron encontrar un trabajo y casarse. Con buena salud, pudo volver a mantenerse.

Trabajaba en una editorial de la provincia de Xinjiang cuando el régimen comunista chino empezó a perseguir a Falun Gong, una antigua disciplina espiritual de ejercicios y meditación, en julio de 1999. Perdió su trabajo y fue condenado a un campo de trabajo por hablar con la gente sobre Falun Gong. Tras ser liberado, se trasladó a su ciudad natal. Como se mantuvo firme en su fe, ha sido objeto de un acoso constante en las últimas dos décadas.

El 27 de septiembre de 2020, el Sr. Liu estaba descansando de su trabajo en el campo de trigo de su familia, cuando una docena de oficiales irrumpieron repentinamente en su casa y lo arrestaron. Le confiscaron sus libros de Falun Gong, su teléfono móvil, sus DVD y su reproductor multimedia.

Primero estuvo detenido en el Departamento de Policía del Condado de Qishan durante cuatro días y luego fue trasladado al Centro de Detención del Condado de Qishan.

Para protestar por la persecución, mantuvo una huelga de hambre durante diez días. Los guardias no le proporcionaron ningún tratamiento médico. Se dio cuenta de que los guardias lo estaban dejando morir, así que abandonó la huelga de hambre.

Dos procuradores de la Procuraduría del Condado de Qishan se presentaron en el centro de detención en octubre de 2020 y le ordenaron que firmara un montón de documentos del caso. Uno de los procuradores dijo que se le acusaba de "socavar la aplicación de la ley con una organización de culto". El Sr. Liu preguntó qué ley había sido socavada por él y cómo. El procurador fue incapaz de responder. Cuando intentó aclarar los hechos sobre Falun Gong, se marcharon a toda prisa.

Los mismos procuradores volvieron al centro de detención el 18 de diciembre para interrogarlo. El Sr. Liu volvió a cuestionarles qué ley había sido vulnerada por él y cómo. Al no poder responderle, uno de los procuradores se dedicó a calumniar a Falun Gong.

El Sr. Liu también exigió su liberación inmediata. "Hay tantos [practicantes] de Falun Gong detenidos, ¿debemos liberarlos a todos?", preguntó un procurador.

"Si no pueden decir qué ley hemos violado o probar si hemos hecho daño a alguien, ¿en qué se basan para detenernos? respondió Liu. Los procuradores guardaron silencio.

Durante su encarcelamiento, los padres del Sr. Liu, de más de 80 años, acudieron al Departamento de Policía para pedir su liberación, pero fue en vano. Su madre cayó enferma por la angustia mental y fue operada. Justo después de recibir el alta del hospital, fue al centro de detención para exigir la liberación de su hijo. Los guardias finalmente le permitieron tener una videoconferencia con el Sr. Liu. Al ver su rostro hinchado, rompió a llorar.

Cuando el trigo de la familia maduró en junio de 2021, los padres exigieron a la policía que liberara al Sr. Liu para que pudiera cosechar el trigo, pero se les volvió a negar. El padre del Sr. Liu se cayó en el Departamento de Policía y se lesionó la cabeza. Se desmayó y fue llevado al hospital. Estuvo hospitalizado diez días y se descubrió que había sufrido un derrame cerebral. Al no poder pagar los gastos médicos, regresó a casa y falleció poco después.

En el centro de detención, el Sr. Liu fue posteriormente condenado en secreto a tres años.

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