(Minghui.org) De todos los grupos perseguidos y reprimidos por el partido comunista chino (PCCh) desde que llegó al poder en 1949, el más grande es Falun Dafa, una práctica de cultivación de la Escuela Buda, basada en los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En julio de 1999, el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, lanzó una campaña nacional contra Falun Dafa, y la persecución sigue sin disminuir hasta el día de hoy.

Incluso después de movilizar todo el aparato estatal para perseguir a los inocentes practicantes de Falun Dafa, Jiang y sus seguidores no encontraron ninguna razón legítima para justificar la persecución. La violencia contra los inocentes practicantes también perdió gradualmente el apoyo del público.

Ante tales circunstancias, el régimen de Jiang escenificó el incidente de la autoinmolación del 23 de enero de 2001, en la víspera del Año Nuevo Chino, con cinco personas que se prendieron fuego en la plaza de Tiananmen. Los autoinmolados fueron rápidamente etiquetados como practicantes de Falun Dafa por Jiang y sus seguidores. El objetivo de este incidente era inculcar el miedo y el odio hacia Falun Dafa tanto a los funcionarios del gobierno como a los ciudadanos.

Han pasado veinte años y numerosas pruebas han confirmado que este incidente fue un engaño montado por el PCCh para inculpar a Falun Dafa, haciendo que algunas personas consideren la acusación de que Falun Dafa hizo que la gente se desvíe y se prenda fuego como "la Mentira del Siglo".

La mentira del siglo

La Televisión Central de China (CCTV) y la Agencia de Noticias Xinhua, ambos portavoces del PCCh, afirmaron que varios practicantes de Falun Dafa se prendieron fuego en la Plaza de Tiananmen, pero hay muchas irregularidades en todo el incidente.

Un reportero entrevistando a Liu Siying, de quien se dice que sufrió graves quemaduras.

Según los informes, Liu Siying, de 12 años, sufrió graves quemaduras en amplias zonas de su cuerpo. De ser cierto, se habrían establecido controles estrictos para evitar la infección. Sin embargo, como muestra la imagen de arriba, Liu fue entrevistada por un reportero de CCTV cuatro días después de una operación en la que se le abrió la tráquea.

No solo eso, el reportero de CCTV no llevaba ropa aislante, ni mascarilla, ni gorra hospitalaria mientras entrevistaba a Liu con un micrófono. Esto contradice el sentido común médico.

¿Mantener la calma mientras se prende fuego con gasolina?

Wang Jindong, otra supuesta víctima del incidente. Todo su cuerpo se volvió negro, pero su botella de Sprite con gasolina seguía intacta.

Los científicos afirman que cuando la gasolina está en llamas, la temperatura puede alcanzar hasta unos 500º C. Incluso si uno metiera la mano en agua hirviendo a 100º C, la retiraría inmediatamente debido al insoportable calor y dolor. Sin embargo, en el vídeo reproducido por CCTV y Xinhua, Wang se mostraba muy tranquilo y no parecía inmutarse por la botella de Sprite llena de gasolina que tenía entre las piernas.

Algunas personas dijeron que incluso un poco de aceite caliente que se derrame en un brazo mientras uno cocina provocaría un dolor insoportable que te haría saltar. Si la autoinmolación fuera real, Wang tendría una reacción fuerte e instintiva debido a la alta temperatura, en lugar de quedarse totalmente inmovil.

Otra incoherencia fue que la ropa de Wang parecía estar toda rasgada y hecha harapos luego de "quemarse", pero la botella de Sprite que tenía entre las piernas (en la foto de arriba) parecía estar bien, al igual que su pelo, que son altamente inflamables.

Según los datos, si una botella de plástico que contiene gasolina se quemara, se ablandaría en 5 segundos, se deformaría en 7 segundos y se encogería en forma de bola en 10 segundos. De nuevo, el hecho de que la botella de Sprite de Wang permaneciera intacta contradice la ciencia.

Imágenes de la nueva filmación

Las incoherencias en el caso de Wang Jindong fueron tan evidentes que el reportero de CCTV Li Yuqiang admitió que era falso.

A principios de 2002, Li fue al centro de educación jurídica de la provincia de Hebei, un centro de lavado de cerebro, para tener una "charla" con los practicantes de Falun Dafa detenidos. Cuando un practicante le preguntó por qué la botella de plástico de Sprite de Wang no se derritió por la alta temperatura, Li no supo responder. "La botella se añadió en un momento posterior para volver a grabar", dijo: "si hubiéramos sabido que nos iban a descubrir fingiendo la autoinmolación, no habríamos puesto esa botella".

Otra incoherencia se debe a la calidad del vídeo. Aunque se trataba de un incidente de emergencia, la cámara de vídeo parecía estar deslizándose horizontalmente y las exclamaciones de Wang Jindong afirmando que era un practicante de Falun Dafa se escuchaban alto y claro. Aunque las autoridades chinas afirmaron que las imágenes procedían de una cámara de vigilancia, se sabe que las cámaras de vigilancia en 2001 no tenían función de grabación de voz ni capacidad de rastreo. Al parecer, se contó con un equipo profesional para obtener un vídeo estable y claro que seguía el incidente con un plano largo, un plano medio y un primer plano.

Revelando la verdad

En una conferencia en las Naciones Unidas el 14 de agosto de 2001, el Instituto Internacional para el Desarrollo Educativo (IED) criticó al PCCh por el incidente de autoinmolación escenificado, calificándolo de terrorismo de Estado. Basándose en el análisis del vídeo, el IED afirmaba que el incidente había sido tramado por el gobierno chino para inculpar a Falun Dafa. Los delegados chinos no pudieron refutar las sólidas pruebas, y esta declaración quedó archivada en los documentos de la ONU.

El 4 de febrero de 2001, el Washington Post publicó en su portada un artículo de Philip Pan titulado "El fuego humano enciende el misterio chino -El motivo de la autoinmolación pública es intensificar la lucha contra Falun Dafa". Pan fue a la ciudad natal de Liu Chunling, una de las presuntas víctimas del incidente, y sus vecinos dijeron que nunca la habían visto practicando Falun Dafa.

“Fuego falso: La nueva y trágica forma de engaño del estado chino” (“False Fire: China’s Tragic New Standard in State Deception”), un documental producido por NTDTV, analiza con detalle las incongruencias del incidente. En noviembre de 2003, el documental obtuvo un Certificado de Mención Honorífica en el 51º Festival Internacional de Cine y Vídeo de Columbus. La ceremonia de entrega de premios se celebró en el Kansas Center, del Columbus Arts College, en Columbus, Ohio.

No obstante, el régimen de Jiang y el PCCh siguieron envenenando a la gente con mentiras sobre el incidente, que se escribieron en libros de texto para perjudicar a los estudiantes y se incluyeron a menudo en los principales medios de comunicación y revistas para engañar al público. Además, los esfuerzos de los practicantes de Falun Dafa por aclarar los hechos al público fueron severamente reprimidos. Después de que los practicantes de la ciudad de Changchun, en la provincia de Jilin, interceptaran la red de televisión por cable para emitir vídeos sobre la verdad del incidente de autoinmolación escenificado, unos 5.000 practicantes fueron detenidos en la ciudad. Varios de estos practicantes, incluido el Sr. Liu Chengjun, murieron a causa de las torturas durante la detención.

Responsabilizar a los autores

Tras el incidente de la autoinmolación y la difusión de otras propagandas difamatorias, el PCCh intensificó su persecución contra Falun Dafa, lo que ha provocado que cientos de miles de practicantes hayan sido encarcelados o enviados a campos de trabajo durante los últimos 21 años. Más de 4.000 practicantes han perdido la vida a causa de la persecución, y más de 800 han sufrido abusos psiquiátricos en hospitales psiquiátricos. Los abusos incluyen también abusos sexuales y sustracción forzada de órganos en vida.

La persecución continúa al día de hoy. En 2019, la policía de la ciudad de Siping, en la provincia de Jilin, arrestó practicantes impetuosamente, ganando diez puntos por cada practicante de Falun Dafa detenido. En comparación, cada oficial ganaba solo un punto por cada arresto de un criminal real. Esta política de incentivos incitó a más agentes a detener a practicantes inocentes.

A medida que los practicantes de dentro y fuera de China continúan exponiendo la persecución del PCCh a su fe, más de 370 millones de chinos han decidido abandonar el PCCh y a sus organizaciones subordinadas. El propio Jiang también se convirtió en el objetivo de más de 200.000 denuncias penales presentadas ante el tribunal supremo y la procuraduría suprema de China. Jiang también fue acusado en un tribunal español por el delito de antihumanidad.

Según los datos recopilados por el sitio web Minghui.org, Jiang no es el único autor que se enfrenta a consecuencias por delitos contra Falun Dafa. Durante las dos últimas décadas, al menos 10.000 represores implicados en la persecución a Falun Dafa han recibido represalias de diversa índole. Como dice el refrán chino, el bien será recompensado y el mal será castigado. Instamos a esos represores a que dejen de perseguir a Falun Dafa.

La comunidad internacional también ha comenzado a actuar. En mayo de 2019, Minghui publicó una noticia en la que explicaba que el Departamento de Estado de Estados Unidos había animado a los practicantes de Falun Dafa, así como a otros grupos religiosos, a presentar listas de represores para que fueran objeto de sanciones, como la denegación de visado. Decenas de países de todo el mundo han adoptado o tienen previsto aplicar la Ley Magnitsky contra los violadores de los derechos humanos.

En esta encrucijada de la historia, esperamos que más personas tengan una comprensión clara del PCCh y le digan no al régimen, para que el mundo siga siendo un lugar seguro para nosotros y nuestras futuras generaciones