(Minghui.org) Mi cuñada comenzó a practicar Falun Dafa en 1999. A menudo la escuchaba contar historias milagrosas de los practicantes de Dafa cuando ella volvía a casa de sus padres. Leí Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y pensé que era bueno, pero dejé el libro a un lado y no volví a leerlo.
En 2015, busqué a mi cuñada que trabajaba en un hospital, yo sufría de un dolor en el bajo vientre, así que ella le pidió a un médico que conocía que me examinara. El médico le dijo que tenía una enfermedad ginecológica, y que era muy grave. En ese momento, pensé: Mi cuñada me dijo que Falun Dafa puede curar enfermedades y ayuda a las personas a estar en forma, así que ¿por qué no practico Dafa?
Asumir un compromiso
Le dije a ella y a su marido que quería aprender Dafa y no quería ver a ningún médico. Ella se alegró mucho, pero su marido dijo: “Tu carácter puede no ser adecuado para aprenderlo. Tienes un temperamento muy fuerte y eres muy competitiva”.
“¡Cambiaré!”. Le respondí. “¡Quiero cultivarme en Dafa y te lo demostraré!”.
Dos días después, mi cuñada me llamó para para comunicarme los resultados del examen. Le dije: “Ya no los necesito. No me importa lo que muestren los resultados. Ahora estoy practicando Dafa”.
Cuando llegué a casa, saqué el DVD con las instrucciones de los ejercicios que me había dado anteriormente. Observé los ejercicios enseñados por el Maestro Li Hongzhi, el fundador, y seguí lentamente los movimientos. Al principio era difícil, pero cuanto más practicaba, más cómoda me sentía. Poco a poco, pude seguir el ritmo de la música de los ejercicios y copiar los movimientos correctamente. Aprendí los cinco ejercicios en pocos días; sentí que el Maestro me enseñaba pacientemente.
Mi cuñada vio que me tomaba en serio la cultivación de Dafa, así que llamó a una practicante cercana a mi casa y le pidió que comprobara mis movimientos de los ejercicios. Mi determinación en practicar Falun Dafa era muy fuerte. Me levanté a hacer los ejercicios alrededor de las 3 de la mañana todos los días. Unos meses después, por sugerencia de la practicante, me uní al grupo de estudio del Fa.
Mejorando mi xinxing a través de las tribulaciones
Una vecina nos roba la hierba
Un día, vino una mujer al campo de nuestra familia a segar la hierba. Yo había comprado las semillas para cultivar esa hierba, pero al parecer ella ya había estado en nuestro campo para recolectar la hierba unas cuantas veces. Cuando la vi esta vez, le pedí a mi marido que le dijera que no se llevara nuestra hierba.
Mi marido salió y le preguntó: "¿Por qué te llevas mi hierba? No deberías venir nunca más a cortarla". Pero ella fingió no escuchar. Mi marido se enfadó y le dijo: "Te dije que no cortaras, pero lo sigues haciendo".
Tomó la mitad de la hierba que ella había cortado y le dio la mitad restante para salvarle un poco la cara. En ese momento también estaba yo. Ella se enfadó y me dijo: "¿Qué tipo de Falun Dafa practicas tú?".
No sé por qué me regañó. Entonces mi garganta se volvió muy seca. Al día siguiente tenía la voz ronca y al tercer día me quedé sin voz. Entonces pensé: No la regañé, ¿por qué perdí la voz?
Más tarde me di cuenta de que no deberíamos haber tomado nada de la hierba que ella cortó. Debí haber razonado con ella y mostrado mi amabilidad. Mi carácter no fue bueno en ese momento, y no pasé la prueba de xinxing. Pensé que, si volvía a encontrarme con esta situación, debía superarla. Tras darme cuenta de mi problema, mi voz volvió a la normalidad al quinto día.
Una batalla con pensamientos rectos
Una noche de repente me sentí mareada. Todo me daba vueltas. Incluso cuando me acosté, sentí que la habitación daba vueltas. Tenía el estómago revuelto y quería vomitar.
Envié pensamientos rectos para eliminar todos los elementos de las viejas fuerzas, fantasmas podridos y espíritus malignos que interferían con mi cuerpo en otras dimensiones: “¡Que sean destruidos!”.
Me sentí mejor después de enviar pensamientos rectos durante media hora, pero al cabo de un rato, los mareos comenzaron de nuevo. Entones envié pensamientos rectos durante otra media hora. Pensé: Soy una discípula de Dafa. Los factores malignos no pueden interferir conmigo. No estoy bajo vuestro control, solo sigo los arreglos del Maestro Li.
Cuando me levanté a la mañana siguiente para hacer los ejercicios, todo había vuelto a la normalidad.
Reconciliándome con mi marido
Cuando anteriormente mi marido y yo teníamos conflictos, él siempre terminaba consolándome al día siguiente. Pero después de que comencé a practicar Falun Dafa, cuanto más me enfadaba con él, más se enfadaba él; no me hablada durante días.
Sabía que me estaba ayudando a eliminar mi yeli (karma). Pensé que una practicante no debería comportarse como una persona común, por lo que debía hablar con él primero: “¿Sigues enfadado conmigo? No te enfades, me he equivocado”.
Se quedó sorprendido: "Nunca me habías pedido disculpas anteriormente".
“Fue el Maestro quien me enseñó a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, respondí.
Después de este incidente, mi marido creyó aún más en Dafa. Les habló a sus amigos sobre Dafa y les aconsejó que hicieran las tres renuncias. Señaló: “¡La personalidad de mi mujer ha cambiado mucho!”.
Cada vez que iba al grupo de estudio del Fa, él me llevaba.
Mi marido también recita en su corazón todos lo días: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Siempre lleva el amuleto de Dafa porque sabe que el Maestro me salvó la vida. Mis dos hijos también creen que Dafa es bueno.
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Categoría: Mejorándose uno mismo