(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa de Adelaide realizaron actividades frente a la biblioteca estatal de North Terrace en el centro de la ciudad el 27 de diciembre de 2020 y el 7 de enero del 2021.

Aunque había alrededor de 40ºC (104 grados Fahrenheit), el 7 de enero, muchas personas firmaron la petición para acabar con el comunismo.

Practicantes en Adelaide hicieron una demostración de los ejercicios e informaron a la gente sobre la persecución en China.

Transeúntes firman la petición por el fin del comunismo.

“El mundo sería un lugar mejor si la gente siguiera Verdad, Benevolencia y Tolerancia”

Rea, una occidental, había oído sobre los crímenes contra la humanidad del partido comunista chino (PCCh) y se acercó a los practicantes para conocer más sobre la disciplina espiritual. Se sorprendió al saber que el PCCh sustrae órganos a personas mientras aún viven y que los venden para trasplantes. Inmediatamente firmó la petición. Su hijo Ned dijo a los practicantes que se enteró de la persecución en China al ver sus actividades en la ciudad. Dijo: “El mundo sería un lugar mejor si la gente siguiera Verdad, Benevolencia y Tolerancia”.

Phil y Sofía firmaron la petición para dar su apoyo después de conocer las atrocidades. Phil esperaba que la gente pudiera aprender a llevarse bien con los demás. Creía que si la gente seguía los principios enseñados por Falun Dafa, disfrutarían de buena salud. Estaba orgulloso de la diversidad cultural de Australia y de que la gente pueda hablar libremente.

Phil y Sofía firman la petición después de conocer sobre la persecución.

Sofía creía que todos deberían preocuparse por la persecución a los practicantes por parte del PCCh. Dijo: “Lo que están haciendo, dejando que la gente conozca lo que está sucediendo en China es muy importante”. Sofía estaba aprendiendo chino y se alegró de aprender los caracteres chinos de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia” y de que Falun Dafa fuera parte de la cultura tradicional China.

“El PCCh quiere destruir a la humanidad”

Bradike May cree que Dios volverá para salvar a la humanidad.

Bradike May, un emigrante polaco y católico, se acercó a leer la información en las banderas.

“¡El PCCh quiere controlar a las almas de la gente y destruir a la humanidad!”, exclamó. El comunismo fue erradicado en Polonia y todo aquel que lo promueva puede ser arrestado. Cree que la mayoría de los ciudadanos chinos en China son amables y justos, pero tienen miedo de expresar su opinión debido a la dictadura del PCCh.

Dijo: “¡Esto es terrible! Ni Hitler hizo una cosa así”. Firmó la petición para acabar con el comunismo de una vez. Le encantó ver a los practicantes haciendo los ejercicios, especialmente la meditación sentada. Dijo que creía que Dios volvería para salvar a la humanidad y esperaba que los practicantes tuvieran éxito en acabar con la persecución.

“No puedo esperar a que el PCCh se derrumbe”

Natasha firma la petición para acabar con el comunismo.

Natasha, de Eslovenia, se mostró conmocionada y comprensiva ante la larga persecución de los practicantes en China. Eslovenia fue gobernada por el partido comunista yugoslavo antes de obtener la independencia. Dijo que sus padres, que eran maestros, eligieron no afiliarse al partido comunista aunque los miembros disfrutaban de algunos beneficios y eran tiempos difíciles. Sabían que el comunismo era malo y sentían que iría en contra de su conciencia si lo reconocían. Después de que Natasha se enteró de las cosas tan terribles que hizo el PCCh a los practicantes, firmó la petición para acabar con el comunismo. Dijo que esperaba que los practicantes siguieran creando conciencia sobre la represión.

Una mujer de China aceptó un folleto de los practicantes y dijo: “Lo conozco, también conozco Falun Dafa”. Dijo: “No puedo esperar a que el PCCh se derrumbe”.

Lalita Gilbert se acercó al puesto de información para firmar la petición. Dijo a los practicantes que había leído sobre la persecución en los medios de comunicación hacía muchos años y estaba atenta a este hecho desde entonces. También sabía sobre la sustracción forzada de órganos”. Dijo: “¡Están haciendo un gran trabajo!”.