(Minghui.org) El 9 de agosto del 1945 fue un día especial en la historia de China. Después de ocho años de la invasión masiva en China, los principales líderes japoneses supieron a las cuatro de la madrugada de ese día que la Unión Soviética les había declarado la guerra. Siete horas más tarde, los Estados Unidos lanzaron un segundo ataque con una bomba atómica contra Japón. Más tarde esa misma noche, el emperador japonés Hirohito decidió poner fin a la guerra rindiéndose oficialmente el 15 de agosto.

Esto desencadenó una serie de cambios dentro de China. Aunque el Kuomintang (KMT) había sido la fuerza principal para combatir al ejército invasor japonés, el partido comunista chino (PCCh) no desperdició el momento para recoger el fruto de la victoria. Entre el 10 y el 11 de agosto de 1945, el entonces líder del PCCh Mao Zedong publicó 7 órdenes en 18 horas pidiendo a 200.000 de sus tropas que reclamaran los territorios de las regiones ocupadas por los japoneses.

Según el historiador chino Xi Haonian, esta fue la primera vez que Mao dio órdenes oficiales para contrarestar al ejército japonés. Antes de eso Mao siempre evitó los conflictos con el ejército japonés para el propio crecimiento del PCCh, mientras que millones de soldados del KMT murieron en los campos de batalla luchando contra los japoneses entre el 1937 y el 1945.

El doble trato por parte del PCCh

A la espera de la paz dentro de China, el entonces líder del KMT Kai-shek invitó a Mao tres veces a una reunión entre el 11 y el 23 de agosto de 1945. Aunque Mao estaba indeciso, el líder de la Unión Soviética, Joseph Stalin, le ordenó que fuera y le dijo que su seguridad estaba garantizada por los Estado Unidos y la Unión Soviética.

El 28 de agosto de 1945, Mao voló a Chongqing acompañado por Patric J.Hurley, el entonces embajador de Estados Unidos en la República China. Tan pronto como se bajó del avión, Mao, quién había luchado contra Chiang durante décadas, exclamó: “Viva el generalísimo Chiang!” y pronunció un discurso escrito sobre “la garantía de la paz interna, implementación de la democracia y la consolidación de la unidad interna”.

Mientras Mao daba una falsa impresión de querer cooperar con el KMT en apariencia, detrás de esa escena haría todo lo posible para recoger los frutos de la victoria de la guerra contra el ejército japonés. Antes de irse de Chongqing, Mao ordenó a sus comandantes Liu Bocheng y Deng Xiaoping el 25 de agosto de 1945, que atacaran al ejercito de Chiang tanto como fuera posible: “No se preocupen por mi seguridad en Chongqing, estaré más seguro cuando mejor luchen y mejor será el resultado para nosotros durante las negociaciones”.

Mientras que las negociaciones de Chongquing, que duraron 41 días, captaron la atención de todo el país, el ejercito del PCCh ocupó 200 ciudades y destruyó las principales carreteras, impidiendo al ejército del KMT aceptar la rendición japonesa. Esto permitió al PCCh apoderarse en mayor grado de las armas del ejército japonés. El 10 de octubre de 1945, el KMT y el PCCh firmaron un tratado de paz. No obstante, menos de un mes después, Mao destruyó completamente todos los acuerdos y promesas.

Chiang: El partido comunista es el mayor enemigo de la humanidad

Después de tratar con el PCCh durante décadas, Chiang sabía que no habría reconciliación con el PCCh. Al día siguiente de firmar el acuerdo, escribió en su diario: “El PCCh no solo es de poco fiar sino que también tiene una conducta despreciable, son peores que los animales”. Sabía muy bien que la única manera de una “coexistencia pacífica” sería ser engullido por el comunismo demoníaco.

Chiang llegó a esta conclusión debido a que conocía muy bien al comunismo soviético y al PCCh. Cuando visitó la Unión Soviética durante tres meses en 1923, por recomendación de Sun Yat-Sen, Chiang se dio cuenta de que el sistema político de la Unión Soviética era el sistema autocrático de una organización terrorista.

En 1926, cuando la Expedición del Norte dirigida por Chiang comenzó a tener un éxito rotundo en la derrota de los jefes regionales, el PCCh instigó a los funcionarios afines al PCCh del gobierno del KMT, a establecer otro régimen en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei para interferir con la Expedición del Norte. Chiang escribió en el "Mensaje a todos los soldados”: “Mientras nuestro Ejército Nacional Revolucionario luchaba en una guerra sangrienta en Jiangxi, el partido comunista planea una rebelión en Hunan y en Hubei para crear problemas, mientras nuestros soldados en el frente luchaban ferozmente en Zhejiang y Jiangsu, los dirigentes del PCCh en Wuhan retenían el sueldo de los soldados y se negaron a proporcionarles munición, ni tan solo una bala”.

Chiang tenía claro los trucos del PCCh para hacer el doble juego y apuñalar por la espalda, por lo que lanzó un movimiento a gran escala para purgar a los comunistas que trabajaban en el gobierno y en las fuerzas militares.

Al final de la campaña de Huaihai en enero de 1949, una de las últimas guerras antes de que el PCCh tomara el control de China, Chiang emitió una orden para dejar de luchar y abandonar China para ir a Taiwán. Su guardaespaldas personal recordó la desesperación de Chinag en ese momento: Apoyó su cabeza y sus brazos en el escritorio y lloró con gran tristeza. Mientras lloraba, murmuraba para sí mismo: “No más lucha, no más lucha; todos los soldados muertos son chinos”, dijo: “Este podría ser mi destino”. Ahora el pueblo chino cree en ellos [funcionarios del PCCh], no tiene sentido seguir luchando, cuando el pueblo chino vea poco a poco la verdad, anhelarán nuestro regreso”.

Después de que el PCCh usurpó el poder, Chiang continuó exponiendo la naturaleza viciosa del PCCh. En 1960, Chiang dijo en su “Testimonio del Viernes Santo”: “Los criminales arrogantes comunistas gritaron que destruiran todas las religiones del mundo y que matarán a todos los seres conscientes que no adoraran al comunismo y que el comunismo dominaría el mundo. Todas sus persecuciones, luchas, incriminaciones y los juicios públicos de hoy son como el demoníaco ‘Satanás’ de la era del Nuevo Testamento de hace 1.900 años".

“Debemos calmarnos y preguntarnos si, ¿hemos llegado al final de un milenio como se menciona en el capítulo 20 del Apocalipsis? ‘Satanás será liberado de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro rincones de la tierra, a Gog y a Magog, con el fin de reunirlos para la batalla, cuyo número es como la arena del mar´. Los estudiosos de la Biblia creen que una vez que Satanás sea liberado de la prisión, puede ser muy poderoso. El Comunismo, la encarnación de Satán, no solo lucha contra Dios, sino que también juega deliberadamente con Dios”.

Chiang se dio cuenta del increíble avance de la agresión comunista. Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, hasta 800 millones de personas vivían bajo el telón de acero del comunismo, y que no habría paz en el mundo mientras el comunismo existiera. Chiang creía que no había forma de escapar del partido comunista y dijo: “Cualquier intento de compromiso con los comunistas es lo mismo que caer voluntariamente en la trampa del partido comunista o a abrir la puerta para invitar a ladrones. Si el mundo libre sigue este camino, no solo no reconstruirá el templo de Dios sino que también abrirá un camino hacia su propia anexión. Este tipo de compromiso es invitar a Satanás a gobernar el mundo”.

En 1966, cuando el PCCh inició la Revolución Cultural, Chiang dijo que la naturaleza demoníaca y criminal de los matones de Mao estaba en total contradicción con la cultura tradicional China. “Bajo el pretexto de la llamada ‘Revolución Cultural’, se cometieron horribles atrocidades de destrucción de la cultura. La China de hoy se ha convertido en una enorme prisión, en la que los sentimientos entre padre e hijo, la gratitud entre marido y mujer... se consideran como traicioneros, y las personas que muestran estos sentimientos son objeto de severas críticas en cualquier momento!”, escribió.

En 1972, Chiang predijo minuciosamente la desintegración de los países comunistas europeos en 1990 y que el PCCh se desintegraría un poco más tarde. Hasta su muerte, la idea de “salvar a China” siempre estuvo en la mente de Chiang. En uno de sus discursos afirmó: “¡Nadie puede destruir la cultura China!, la fuerza virtuosa que refleja el carácter independiente de nuestra nación y las capacidad arraigada en nuestra cultura tradicional finalmente eliminará a los bandidos comunistas!”.

El secreto detrás de la lucha de clases del PCCh

Yan Xishan fue gobernador del gobierno provincial de Shanxi y más tarde fue primer ministro de la República China. En un discurso realizado en una gran conferencia en 1949, dijo que algunas personas, tanto en China como en Estados Unidos consideraban equivocadamente al partido comunista chino como a un “partido político”, no lograron reconocer que es, de hecho, “un grupo de rebeldes traidores”.

Yan, que sufrió mucho en la lucha contra el PCCh durante muchos años, adquirió un profundo conocimiento sobre las prácticas del PCCh y su ideología fundamental. Cuando estuvo en Shanxi, consiguió dos documentos del partido comunista, que le permitieron entender porqué el partido comunista era tan fanático de la lucha de clases. En ese momento, las tácticas del partido comunista para tratar con la gente en la China rural consistían en castigar a la gente paso a paso. Primero, atraía a la clase media alta a su lado para castigar a los agricultores ricos; luego amarraba a los pequeños agricultores para saldar viejas cuentas con los agricultores de clase media, después de esto, instigarían a los campesinos pobres a hacer lo mismo con los pequeños agricultores.

Finalmente, el PCCh se ocuparía de los campesinos pobres. Pero los dirigentes locales estaban en desacuerdo con esto y pensaban que no era necesario. Para unificar sus pensamientos, el PCCh requería que los dirigentes a nivel de condado o superior hicieran circular un documento en secreto, en el que decía: “Nuestro fin revolucionario es liberar al mundo entero… y esto provocará que los imperialistas británicos y estadounidenses nos ataquen con las fuerzas aliadas”. Cuando esto suceda, deberemos retirarnos, tomar a la gente y los recursos materiales con nosotros para asegurarnos que nuestros enemigos no saben nada de esto. Cuando estemos a cierta distancia les cortamos el camino de huida, los atrapamos y los matamos. Esta es la única manera de tratar con el ataque de los imperialistas. Para entonces, no debemos permitir una contrarrevolución entre nuestro pueblo, no aceptaremos que una persona mantenga una posición neutral, incluso aquellos que simpatizan con nosotros no son fiables. Debemos asegurarnos de que nadie pueda sobrevivir sin nuestro régimen, y solo entonces podrán luchar a nuestro lado y no revelar nuestra situación al mundo exterior. Sino saldamos cuentas con los campesinos pobres, entonces podrán vivir de su esfuerzo y cuando los imperialistas nos ataquen estos campesinos seguramente se doblegarán o al menos tomarán una postura neutral. Por lo tanto, debemos saldar cuentas con los campesinos pobres para garantizar también nuestra victoria final”.

Entonces, ¿Cómo tratar a los campesinos pobres? . El documento decía: “En cuanto a cómo tratar con los campesinos pobres, no necesitamos hacer nada especial, hay que decirles que : El ejército de liberación popular está luchando por el pueblo, y todos aquellos que no estén en el frente deben pagar los impuestos al gobierno con grano; primero exigirles el grano de los impuestos y si todavía les sobra grano, entonces les diremos que entreguen el grano de los impuestos del año pasado, hasta que no puedan sobrevivir. Luego les ofreceremos algo de grano para ayudarles y algunas herramientas de trabajo para que tengan que depender de nosotros para ganarse la vida, solo cuando tengan tal vínculo con nosotros, lucharan con nosotros hasta el final”.

Yan quedó muy sorprendió por lo que decía el documento, ya que mostraba cómo el PCCh tomó como rehén a toda la población China y obtuvo sus recursos y mano de obra quemando, asesinando y saqueando y a resultas de esto se expandió rápidamente. Entonces dijo: “Somos un estado nacional y hacemos todo lo posible para proteger al pueblo; el PCCh es un partido de fanáticos y hacen todo lo posible para castigar a la gente y mantenerlos bajo su control. El PCCh no quiere que la gente viva en paz, necesita gente para crear el caos … , van tras el dinero de los ricos y de los terratenientes y lo usan como financiación para crear problemas; sobre todo quieren que los pobres sean la carne de cañón en sus estrategias de lucha”.

Yan también predijo que una vez que el partido comunista hubiera comunizado a China, sin duda haría lo mismo en el sudeste asiático y en la India y finalmente trataría de comunizar al mundo entero. El comunismo es internacionalmente agresivo y todas las guerras iniciadas por el partido comunista fueron guerras internacionales. Él también consiguió otro documento interno del PCCh, el cual alentaba a los mandos del PCCh “a no tener miedo de las bombas atómicas”, que confirmaba aún más la ambición del PCCh a comunizar y tomar el control del mundo.

El documento explica las “bombas anti atómicas” que el PCCh tenía en sus manos: “Los imperialistas británicos y los estadounidenses tienen bombas atómicas, por lo que debemos tener la bomba antiatómica para hacer frente a las bombas atómicas del enemigo. Ellos tienen las bombas atómicas militares pero nosotros tenemos las bombas atómicas políticas. Los imperialistas británicos y estadounidenses nos atacaran para controlar las áreas industriales y bombardear las grandes ciudades, pero hemos logrado organizar le vasto territorio de Asia y las masas de gente de manera que sean inseparables de nosotros y esto es lo que podemos usar como contra medida contra las bombas atómicas, esto hará imposible que las bombas atómicas enemigas tengan efecto. Este es nuestro enfoque contra las bombas atómicas, es decir, tenemos sistemas antibombas y no tenemos miedo de los imperialista británicos y estadounidenses. Además, ya tenemos bombas atómicas, podemos bombardear grandes ciudades en Gran Bretaña y en Estados Unidos y destruir sus áreas industriales, ellos sin embargo no tienen sistemas antibombas atómicas como el nuestro. Ellos se sentirán indefensos. No tenemos miedo a la Tercera Guerra Mundial, al contrario, damos la bienvenida a la Tercera Guerra Mundial”.

Para concluir por qué creía que el comunismo se extendería por todo el mundo, Yan dijo que el enfoque del partido comunista no tenía precedentes en la historia, una estrategia políticamente agresiva con masas armadas. El partido comunista siempre había utilizado la estrategia política para manejar la estrategia militar y usar la estrategia militar para manejar las tácticas y al mismo tiempo llenar de falsa propaganda.

Él dijo: “En apariencia el PCCh pretende ser un partido político normal aparenta estar entusiasmado con , la ‘paz’, la ‘democracia’ y el ‘progreso’ en su propaganda; suele hablar de ‘negociación’ y ‘consulta’ en política. Sin embargo, detrás de estos hermosos y deslumbrantes atuendos, el PCCh siempre está apuntando una arma junto al corazón de su oponente. Cuando no puede ganar en el campo de batalla, el PCCh viene a la mesa de negociación, cuando no pueden ganar en la mesa de negociación, entonces volverá de nuevo al campo de batalla. ‘Violencia’ y ‘Paz’ fueron usadas como una navaja de doble filo, ¡ante un gobierno comprometido!”.

Chen Cheng: El terrorismo y el comunismo son lo mismo. El sueño de mi vida es: “construir Taiwán y retornar al continente”

Cheng Cheng, quién una vez fue la figura más poderosa de la política en Taiwan, siempre siguió a Chiang para erradicar a los comunistas con total compromiso, siempre defendió lealmente a Chiang y sirvió como fefe del Estado Mayor y comandante en jefe de la Armada Nacional durante la guerra civil entre el KMT y el PCCh. Estuvo firmemente comprometido con la erradicación de los comunistas durante toda su vida, sirvió fielmente a su país y nunca olvidó “el recuperar el continente”.

En sus memorias, Chen se refirió al ejercito rojo del PCCh como a los “bandidos rojos”, señalando que fue el vandalismo creado por la internacional comunista soviética, y cómo el PCCh, creado en 1921, era una organización traidora que vendió los intereses nacionales.

Chen analizó la estrategia de Sun Yat-Sen de “cooperar con el comunismo” y dijo que: “cooperar con el comunismo” no era para acomodar al comunismo, y mucho menos permitir que los miembros del partido comunista se unieran al KMT. Cuando Li Dazhao (cofundador del PCCh) y otros comunistas propusieron unirse al KMT, dijeron que se unirían al KMT como individuos, en lugar de unirse como grupo.

“Con la tolerancia y la generosidad del ‘padre de la nación’ [Sun Yat-Sen], no hubo discriminación contra ningún ‘ser humano’. Sin embargo, cuando la gente se unió al partido comunista, ya no tenían la naturaleza humana. ¿Cómo podría ‘el padre de la nación’ entender esto al principio?. Después de que los miembros del PCCh se unieron al KMT como individuos, inmediatamente comenzaron a desintegrar al KMT, creando ‘izquierdistas’, ‘derechistas’ y ‘centristas’... el PCCh reveló sus verdaderos colores”.

Chen señaló que los sangrientos asesinatos del PCCh establecen un récord sin precedentes. La iniciación también fue una forma de matanza crónica [alrededor de 45 millones murieron durante la Gran Hambruna en China entre 1959 y 1961]. El PCCh era el enemigo del valor universal de la humanidad porque “niegan que los humanos sean humanos y afirma que los humanos son solo objetos” y “de principio a fin el terrorismo y el comunismo son lo mismo”, dijo Chen.

Chen presidió la reforma agraria de Taiwan sin derramar sangre. Al mismo tiempo, consiguió reunir el capital necesario para la industrialización y aceleró el desarrollo económico de Taiwan. En contraste, al menos dos millones de terratenientes fueron asesinados durante la reforma agraria del PCCh y mucha gente perdió sus familias y a sus seres queridos. Las tierras que los campesinos pobres obtuvieron del robo a los terratenientes fueron confiscadas por el PCCh antes de que tuvieran tiempo de quitar las malas hierbas.

Tanto Chiang como Chen conocían bien al PCCh y siempre buscaron salvar al pueblo y a la civilización china de ser envenenados y destruidos por el PCCh. Hace unos 70 años, vieron a través de la naturaleza malvada del comunismo y del PCCh, sabían que son demonios que pretenden destruir a China y comunizar al mundo entero.

Lamentablemente, muchos ciudadanos chinos y personas de la comunidad internacional no prestaron suficiente atención a esta realidad. A medida que el PCCh crece para dominar el mundo e impulsar su agenda comunista, el mundo entero sufre la pandemia del coronavirus como resultado del mal manejo del brote por parte del PCCh, es hora de que reflexionemos sobre estos temas y encontremos un camino a seguir.