(Minghui.org) Tengo 69 años. Antes solía tener muchos problemas de salud, en especial sufría una enfermedad cardíaca grave. Todas mis dolencias desaparecieron después de que en la primavera de 1997 empecé a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong).

Durante los últimos veintitrés años de mi cultivación, me han arrestado y privado de libertad varias veces. Con la guía y la protección del Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa), no solo he estado a salvo durante toda esta persecución sino que también he experimentado incontables milagros. Mi familia también ha sido bendecida gracias a que yo practico.

El cáncer de mi marido desaparece

Adoctrinado por la cultura del partido comunista chino, mi marido era ateo y no creía en la cultivación. Le diagnosticaron un cáncer de vejiga en etapa intermedia en 2016, así que se sometió a cirugía y quimioterapia. También tomó fármacos de la medicina china. Ocho meses después, el cáncer se encontraba en una etapa avanzada.

Su uretra quedó obstruida por adherencias resultantes de la operación, así que tenían que expandírsela una vez al mes. El procedimiento era tan doloroso que no podía contener los gritos en cada ocasión. Se sentía indefenso. Motivado por un colega que le aconsejó practicar Falun Dafa, mi esposo comenzó a recitar: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Algo increíble le sucedió. La complicación de la cirugía, una incurable adherencia uretral, desapareció. El doctor se sorprendió durante uno de los controles, murmurando: "El tumor se ha desvanecido, no queda ni rastro de él".

Mi esposo le dijo al doctor: "Estas frases de Falun Dafa realmente funcionan. Las recité solo para aliviar el dolor. Ahora, el problema ha desaparecido. Es milagroso".

"Manténgalo en silencio. Nuestro gobierno prohíbe Falun Dafa. Es ilegal", dijo el doctor.

Mi esposo respondió: "Mi cáncer se ha ido. Falun Dafa me salvó la vida. ¿Qué ley he violado?".

Mi marido recita estas frases todos los días desde entonces. Ahora se le ve muy saludable. Todavía es capaz de viajar e ir a todas partes por su cuenta, a pesar de que tiene 80 años.

Mi hijo se recupera

Cuando empecé a practicar, mi hijo también aprendió los cinco ejercicios y leyó Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Cuando el partido lanzó la persecución a Falun Dafa, lo dejó. Pero me ha ayudado a hacer muchas cosas para generar conciencia sobre la persecución, especialmente elaborando material informativo en casa. A menudo le pedía ayuda si tenía problemas con mis computadoras e impresoras. También les resolvió muchos problemas técnicos a los compañeros practicantes.

Una vez se enfermó en otoño. Al principio, pensó que no era más que un resfriado y fiebre, y que se le pasaría si descansaba un par de días. Al tercer día, se quejó de que llevaba días con estreñimiento. Luego empezó a tener dificultad para respirar y dolor de cabeza.

Le di el libro Falun Gong y le pedí que lo leyera.

Su dolor de cabeza desapareció tan pronto como empezó a leer el libro. Cuando terminó el libro, decidió retomar la cultivación. Luego hizo los ejercicios y a pesar de que sudó muchísimo, se sintió renovado en cuanto acabó.

Cuando mi hijo se despertó a la mañana siguiente, estaba bien. Tomó un gran desayuno antes de marcharse a trabajar.

Agradecí al Maestro que lo ayudara a recuperarse.

La sinusitis crónica de mi hija desaparece

Mi hija sufrió rinitis cuando tenía cuatro años, que no hizo más que empeorar a medida que crecía. Probó muchos medicamentos occidentales y chinos, pero nada funcionaba. La llevé a un otorrinolaringólogo en nuestro hospital municipal cuando estaba en la escuela secundaria. El doctor dijo que tenía sinusitis crónica y que necesitaría operarse si quería curársela. Dada su edad, decidí no operarla. El problema no dejaba de incomodarla.

En el verano del año que empecé la cultivación, mi hija regresó de la universidad para pasar las vacaciones de verano. Aquella noche, en nuestro grupo de estudio del Fa íbamos a ver los videos de las conferencias del Maestro, así que la llevé conmigo.

Poco después de que el video comenzara, su nariz comenzó a sangrar. Le dije que el Maestro le estaba limpiando el cuerpo. Luego tuvo un fuerte resfriado, que le duró una semana. Después de que los síntomas desaparecieran, empezó a practicar Dafa y su sinusitis desapareció.

En otra ocasión, mientras conducía una motocicleta, un autobús la embistió. Ella y la motocicleta se vieron arrojadas bastante lejos, hasta aterrizar en la acera. Sorprendentemente, solo sufrió algunos rasguños menores. Creo que el Maestro la protegió.

Mi nuera da a luz a una niña sana

Mi nuera empezó a vomitar estando embarazada de 50 días. Vomitaba todo lo que comía. Después de que el doctor le administrara una inyección, desarrolló una alergia en la piel. La picazón era tan fuerte que no podía dormir por las noches. Además, algunas de sus dolencias anteriores volvieron a resurgir pocos días después.

Su ginecólogo le sugirió que abortara por miedo a dar a luz a un bebé con pobre salud. Mi nuera no estuvo de acuerdo y consultó con su madre, quien le dijo: "El cáncer de tu suegro fue curado [por Falun Dafa]. Deberías hablar con tu suegra". Luego se mudó a mi casa.

Mi nuera es una persona amable. También me apoya en mi práctica. Aceptó cuando le pedí que practicara conmigo. Pasó los 15 días de licencia por enfermedad estudiando las enseñanzas y practicando los ejercicios conmigo.

Ella tenía una relación predestinada con Dafa. En cuanto comenzó a practicar el Maestro, inmediatamente, purificó su cuerpo. Como resultado, los vómitos y la comezón cesaron, podía comer y no encontraba problemas para dormir. Todo transcurrió de forma normal y dio a luz a una niña encantadora.

El Maestro protege a mi nieta

Mi nieta vino a verme con su madre (mi hija) cuando tenía 3 años. Bajó las escaleras de la estación de tren y se torció el tobillo. Le dolía tanto que la tuvieron que cargar hasta mi casa.

Le recordé que recitara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno". Recitó las frases una y otra vez. Poco después, era capaz de caminar.

En otra ocasión, una abeja la picó en el tobillo mientras jugaba en la hierba. Levantó su pie para mostrármelo y empezó a llorar. Le dije que recitara las frases sagradas rápidamente. Después de recitarlas unas cuantas veces, bajó el pie y volvió a caminar con normalidad. La hinchazón también desapareció.