Mujer de Chongqing detenida durante dos años por presentar una queja contra la prisión, estado actual desconocido

(Minghui.org) Una residente de Chongqing de 71 años de edad ha estado detenida durante casi dos años por presentar una denuncia contra la cárcel de mujeres de Chongqing por someterla a diversas formas de abuso mientras estuvo encarcelada allí por su fe en Falun Gong entre 2015 y 2018.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua disciplina espiritual de ejercicios y meditación perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Tan Changrong presentó la denuncia el 2 de septiembre de 2018, seis meses después de haber sido liberada tras cumplir una condena de tres años. Detalló las torturas que sufrió en la prisión, incluyendo palizas, abusos verbales y choques eléctricos, y pidió que se responsabilizara a los autores.

En lugar de ver que se hiciera justicia, fue arrestada el 15 de octubre de 2018. Primero fue retenida en el centro de detención de Hechuan y luego transferida al centro de detención de la ciudad de Fusheng.

La procuraduría del distrito de Jiangbei la procesó en enero de 2019 y remitió su caso a la corte del distrito de Jiangbei. Las pruebas de la procuraduría incluían once copias de la carta de denuncia y nueve billetes con información sobre Falun Gong impresa en ellos que fueron confiscados en su casa.

Debido a la estricta censura de información en China, muchos practicantes de Falun Gong están utilizando formas creativas para concientizar sobre la persecución de su fe, incluyendo la impresión de mensajes en los billetes.

La Sra. Tan se presentó en la corte del distrito de Jiangbei el 15 de noviembre de 2019. No está claro si el tribunal ha emitido un veredicto y dónde se encuentra detenida al momento de redactar este informe.

Temiendo ser implicados en la persecución, su familia tiene miedo de buscar justicia o compensación para ella.

Antes de la condena de tres años de prisión que se le impuso en 2015 por hablar con la gente sobre Falun Gong, la Sra. Tan cumplió nueve años entre 2005 y 2014 en la misma prisión de mujeres de Chongqing por su fe. Fue torturada y obligada a trabajar sin remuneración durante más de diez horas cada día.