Exconcejal de una ciudad de Nueva Zelanda habla en una concentración pidiendo el fin de las atrocidades que comete el régimen chino

(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa en Nueva Zelanda celebraron una manifestación en el suburbio Newmarket de Auckland el 1 de agosto de 2020, para crear conciencia sobre la persecución que se está llevando a cabo en China. Los practicantes de la Banda Marchante Tian Guo interpretaron piezas conmovedoras que atrajeron la atención de los transeúntes.

Los practicantes demuestran los ejercicios y hablan con la gente sobre la persecución a Falun Dafa en China en Newmarket, Auckland.

Los autores de los crímenes contra la humanidad deben ser llevados ante la justicia

El exconcejal de la ciudad de Wellington, Anthony Brunt.

Anthony Brunt, un exconcejal de la ciudad de Wellington, expresó en la manifestación. "Me opongo abiertamente al partido comunista chino (PCCh) y a su horrible desprecio por los derechos humanos, en particular a la persecución a Falun Dafa, y recientemente a la persecución de los uigures", dijo. "Estos brutales actos están registrados en los archivos: vigilancia opresiva, arrestos sin sentido, duras penas de prisión, tortura, violación, sustracción de órganos en las circunstancias más brutales y asesinato".

"No podemos permitir que el PCCh se infiltre en nuestra sociedad libre, que se ahogue nuestra libertad de expresión, que se manipulen y socaven nuestras elecciones libres, o de lo contrario nuestros hijos y sus futuras generaciones tendrán que vivir bajo semejante tiranía”.

"He leído mucha literatura sobre el tema y el libro sobre la sustracción de órganos Bloody Harvest: the Slaughter". La realidad es tan aterradora que debemos tener nervios de acero para enfrentarla. Es una campaña genocida demasiado peligrosa y una persecución que solo tiene fines de lucro. Incluso está tratando de exportar esa maldad a otros países. El PCCh está enfocado en el dinero y el asesinato, no en la ética.

"Para que Nueva Zelanda no se involucre en ninguna actividad delictiva o se vea empañada por actos inmorales, así como para que el PCCh se sienta avergonzado y cambie sus políticas, he hecho todo lo posible para tomar medidas, incluyendo las siguientes:

- Sugiero al Ministro de Salud y al Ministro de Relaciones Exteriores que impidan a los ciudadanos neozelandeses y a los residentes permanentes que vayan a China para trasplantes de órganos, y que les impidan recibir cualquier tipo de subvención para medicamentos y tratamientos contra el rechazo.

- El grupo de salud más grande de Nueva Zelanda, Southern Cross, ha prometido que no proporcionará ningún tipo de subvenciones para los honorarios incurridos por trasplantes de órganos y medicamentos en el extranjero.

- Las escuelas de medicina de la Universidad de Auckland y de la Universidad de Otago han prometido: no utilizarán modelos plastinados de órganos humanos importados de China.

- La Junta de Salud del Distrito de Waitemata, el mayor proveedor de servicios médicos regionales de Nueva Zelandia, ha cancelado sus colaboraciones con la comisión de salud de la provincia de Shandong y otras organizaciones médicas involucradas en los trasplantes de órganos en China".

"No soy un practicante de Falun Dafa, pero soy un admirador. Estoy muy feliz de trabajar con ellos para terminar con esta malvada persecución en China".

Dijo que la persecución contra Falun Dafa debería haber terminado mucho antes con los perseguidores siendo llevados ante la justicia.

No podemos permitir las acciones del PCCh

Jerry Wade

Jerry Wade, un vendedor, dijo: " He visto reportajes sobre la sustracción de órganos. Es increíble. Quizás tú ya sabías de antemano cómo era el PCCh, pero esto es un asunto completamente diferente. El alcance de la brutalidad ha llegado a límites insospechados. Hacen desaparecer a los practicantes, así como así y luego les quitan sus órganos, a veces incluso cuando todavía están vivos, solo para venderlos con fines de lucro, esto es como lo de Adolf Hitler, incluso aún peor. Estoy sorprendido".

"Hace solo una semana, la estación de radio local estaba comentando la persecución a los uigures. Llamé a la emisora para decirles que estos grupos de personas son detenidos y luego obligados a hacer trabajo esclavo. Creo que son tratados igual que los practicantes de Falun Dafa, a quienes también les sustraen sus órganos. El PCCh ha realizado experimentos con los practicantes de Falun Dafa y ahora lo están haciendo con los uigures. Los neozelandeses deben ser conscientes de esto, y no solo Nueva Zelanda, sino todo el mundo".

"Las Naciones Unidas y otros países occidentales deben adelantarse y decirle al PCCh que, aunque nos importa nuestra economía, no podemos permitir sus actos. Nos importa la vida de todos, la igualdad de trato entre los humanos, no el abuso, la tortura o el asesinato. Queremos que todos los chinos sean tratados como seres humanos, disfrutando de sus derechos, como en Nueva Zelanda", dijo.

"La actitud del PCCh hacia el resto del mundo es cada vez más agresiva, arrogante e irracional. Realmente provoca que uno se enoje. Ellos infunden miedo a su gente donde otros países no harían tales cosas".

No hay libertad de expresión ni de creencia en China

El Sr. Tang, un chino de Malasia, solía trabajar en un departamento del gobierno. Es cristiano y dijo que su abuelo huyó a Malasia desde China.

"China es nuestro país natal pero el PCCh es malo, ya que no hay libertad de expresión ni de creencia. Los dirigentes de las llamadas iglesias en China son funcionarios del partido. Los verdaderos creyentes no tienen poder ni libertad de expresión".

El Sr. Tang dijo que sabe de la persecución a Falun Dafa y que cree absolutamente que la sustracción de órganos está ocurriendo realmente en China hoy en día.

"El PCCh no dejará que las personas gocen de sus derechos. En los países occidentales, hay democracia, como en los EE. UU., y está la Cámara de Representantes, el Senado, el presidente, y la promulgación de leyes. No puedes hacer lo que quieras, ya que hay transparencia. Pero en China no es así, por eso el PCCh puede decidir la vida y la muerte de una persona a su antojo", dij0.