(Minghui.org) Tengo 71 años y he practicado Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) desde 1996. Me gustaría relatar algunos de mis encuentros con la policía mientras he aclarado la verdad durante la pandemia.

La gente despierta

Aunque no hubo muchos casos del virus en mi área, la cerraron. Todas las salidas estaban bloqueadas y vigiladas, y solo una persona por familia podía salir a comprar alimentos cada dos días.

Dado que opero el único sitio de producción de material de aclaración de la verdad en el área, mi primera prioridad fue llevar esos materiales a otros practicantes. También aproveché cada oportunidad para distribuir materiales a las personas con las que me encontré y aclararles los hechos sobre Dafa.

Un día salí sola, llevando más de 20 copias de Análisis de la inscripción de Liu Bowen y con algunos folletos. Como no había mucha gente en las calles, me tomó algún tiempo distribuir la información de Falun Dafa.

En un parque vi a un grupito de personas hablando y pensé: “¡Vaya, tanta gente! ¡Debo hablar con ellos!". Cuando estaba a unos 10 metros (30 pies) de distancia, uno de ellos gritó: "¿Qué quieres?". En ese instante me di cuenta de que no eran personas comunes, pero no tenía miedo. Sentí que Shifu estaba a mi lado.

Sonreí y les dije que tenía algo bueno para que leyeran. Les dije: “Tengo varias copias de Análisis de la inscripción de Liu Bowen. [Liu Bowen fue un militar estratega, filósofo, político y poeta chino que vivió a finales de la dinastía Yuan y a principios de la dinastía Ming]. Hace cientos de años, Liu Bowen predijo que ahora habría una gran plaga. Una vez que las lean, comprenderán cómo escapar de la epidemia". Todos aceptaron una copia.

La persona que parecía ser el líder dijo: "Falun Gong otra vez". Respondí: “Sí. Los practicantes de Falun Gong están cuidando a las personas durante la epidemia”. Sugirió que me fuera antes de que me arrestara.

Recordé que un policía me dijo algo parecido. Ese policía dijo: “Yo nunca tomo la iniciativa de arrestar a los practicantes de Falun Gong. Cuando me encuentro con ustedes, siempre les digo: 'Manténganse alejados de mí. ¿Estás esperando a que te lleve?'. De esa manera sabrían que soy policía".

Me di cuenta de que esta persona estaba tratando de protegerme, porque aparentemente todos eran policías vestidos de civil, así que me alejé.

Al recordar este encuentro, me di cuenta de que no tenía miedo en absoluto. Fue realmente como dijo el Maestro: “Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente” (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Dafa me da la sabiduría para responder de manera apropiada

Entonces vi a dos hombres charlando y los saludé. Tenía una última copia de Análisis de la inscripción de Liu Bowen y pregunté quién la quería. El primer hombre dijo que no la entendería, pero el otro la aceptó.

Le dije al primer hombre: "En esta epidemia, por favor recuerda que ‘Falun Dafa es bueno, que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno y estarás a salvo!’". Me pidió que repitiera lo que le había dicho. El segundo hombre rápidamente dijo: "Simplemente recita: 'Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'". Aparentemente, él ya había entendido la verdad.

“Una cosa más”, agregué, “es necesario renunciar al PCCh y a sus organizaciones. ¿Es usted miembro del partido?". El primer hombre respondió: "Lo soy, pero no puedo renunciar o no recibiré mi pago".

Le dije que podía usar un seudónimo, que el Cielo lo sabría, la Tierra lo sabría, él lo sabría y yo lo sabría. “Los dioses juzgan los corazones de las personas”, le dije, y que “Mi familia de cuatro ha renunciado al partido y todos hemos sido bendecidos”.

En ese momento me sorprendió una persona detrás de mí gritando: “¿Qué estás haciendo? Le estás diciendo que renuncie al partido. Estás en contra del partido. ¡Voy a denunciarte!".

Antes de que pudiera decir una palabra, el primer hombre respondió: “¿Qué quieres? Tiene derecho a la libertad de creencia". El tercer hombre dijo: "Pero ella está en contra del partido". El primer hombre dijo: “Usted cree en el partido comunista. Ella cree en Falun Gong. Es una elección en qué creer”.

“La libertad de creencia está garantizada en nuestra constitución. Tú crees en el PCCh. Ella tiene el derecho a creer en Falun Gong. ¿Por qué quieres denunciarla?”. El tercer hombre dio un paso atrás.

Me di cuenta de que había encontrado al tercer hombre unos días antes. Ese día, un practicante y yo estábamos aclarando los hechos a un grupo de personas y él nos escuchó. En ese momento quería denunciarnos, pero varias personas me sacaron de ahí. Lo había visto ese mismo día, pero no le di mucha atención y no esperaba que me siguiera. Fui descuidada.

Traté de aclararle los hechos al tercer hombre, pero él se negó a escucharme, así que les dije a los dos primeros que tenía que irme. Sentí la presencia de Shifu y que Él me había estado protegiendo en todo momento.

Los oficiales de policía me protegen

Cuando salía de mi apartamento alrededor de las 4 de la tarde el 30 de abril, vi a mi vecina trabajando en la jardinería en el patio. Le dije que iba a salir por un rato y que no cerraría el apartamento.

Mi esposo invidente está postrado en cama. Cuando regresé a casa, me escribió una nota, ya que no podía hablar. Dijo que habían llegado dos policías y revisaron todo. Uno mencionó que yo estaba haciendo materiales de Dafa nuevamente.

Al ver la puerta del dormitorio abierta, me convencí de que alguien había estado allí. ¿Fueron policías? Consulté con mi vecina y me confirmó que habían estado allí dos policías, uno de uniforme y el otro con ropa de civil. Entraron a mi casa sin permiso.

Estaba tranquila y sin miedo, pero me di cuenta de que debía tener una brecha de la que se habían aprovechado. Me dije: “Soy una practicante de Dafa. Independientemente de mis deficiencias, Shifu tiene la última palabra sobre mí. Nadie puede perseguirme”.

Le dije al Maestro en mi corazón: “Maestro, este sitio de producción de materiales es el único en el área. Todos los materiales de aclaración de la verdad son nuestros instrumentos del Fa para despertar la conciencia de las personas. No se permite que la maldad dañe o quite un centavo de suministros, porque estos son recursos de Dafa”.

“Maestro, por favor fortaléceme. No tengo miedo. Si viene la policía, aclararé la verdad. Si no aparece, seguiré haciendo lo que debo hacer".

Le pedí a dos compañeros practicantes que vinieran a ayudarme a cambiar algunos de los materiales, excepto los que eran demasiado pesados. Los dejamos donde estaban. Dije: "Nuestros pensamientos rectos deberían ser suficientes para proteger este sitio, porque no queremos distraer a otros practicantes de sus esfuerzos de clarificación de la verdad durante este tiempo especial". Decidimos mantener el sitio funcionando normalmente.

Dos días después, el 2 de mayo, comencé a imprimir. Encendí la televisión a las 7:30 p. m. para ver NTDTV durante media hora antes de estudiar el Fa. De repente, escuché que alguien golpeaba suavemente a la puerta. Sabía que no era otro practicante, porque todos saben que no necesitan tocar la puerta.

La persona se identificó diciendo: "Tía, soy yo, Xiaoqian [monedas de cobre]".

Xiaoqian era el seudónimo que se había dado a sí mismo. Era uno de los policías de la división de seguridad nacional de la ciudad que saqueó mi casa el 3 de julio de 2019. Ese día lo ayudé a renunciar al partido, y a él se le ocurrió ese seudónimo. Volvió a mi casa el 16 de julio de 2019 y me dijo quién era, entonces lo recordé.

Al escuchar su nombre, supe que era policía. Abrí la puerta con calma a tres policías, uno de ellos con uniforme SWAT. Xiaoqian me saludó y les pedí que entraran.

Los dejé entrar como si les diera la bienvenida a unos invitados. Un policía corrió hacia la habitación donde estaba la impresora, mientras Xiaoqian y el oficial SWAT permanecieron en la sala de estar.

Los invité a sentarse y Xiaoqian me preguntó si mi hijo estaba en casa. Le dije que estaba ocupado y que rara vez volvía a casa. Le pregunté: “Dos oficiales estuvieron aquí hace unos días mientras yo estaba fuera. ¿Fuiste tú?". Señaló al oficial SWAT y dijo: “Sí, fuimos nosotros. Este es Xiaowang".

Él no había estado en mi casa antes, así que tuve que ayudarlo a renunciar al PCCh y aceptó renunciar. Le sugerí el seudónimo "Xinsheng" [nueva vida] y él estuvo de acuerdo.

Luego, el tercer policía, que estaba mirando la impresora, también quiso renunciar al PCCh. Le di el seudónimo de "Tianliang" [amanecer]. Le dije: “Asegúrese de recordar las preciosas frases 'Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

“Son agentes de policía, y están cumpliendo órdenes. ¡Pero deben ser fieles a su conciencia y ser amables! ¿Qué es la ley suprema? Solo la bondad es suprema. ¿Sabían que durante la Revolución Cultural, 783 policías y 17 directores fueron llevados en secreto a Yunnan y fusilados? Solo estaban ejecutando órdenes durante la Revolución Cultural, pero todos se convirtieron en chivos expiatorios del PCCh. ¿Los soldados que custodiaban el Muro de Berlín, no fueron condenados a prisión por matar a los que escalaban el muro? ¿Qué pasa con su conciencia? También había soldados que levantaron sus armas un centímetro”.

Xiaoqian me interrumpió diciendo: "Nunca escuché que mataran a tiros a la policía en Yunnan".

Respondí: “La gente de mi edad lo sabe. Liu Chuanxin, director del departamento de policía de Beijing, se suicidó. El virus de Wuhan está arreglado por dioses para apuntar al malvado partido. ¿Has escuchado lo que circula en la Internet, 'Cree en el partido comunista y termina en el crematorio'?”.

Aclarando la verdad

Xiaoqian me dijo que le había dicho a la policía que no me molestaran. Se preguntó si le habrían obedecido. Le dije que dos jóvenes policías habían venido el 2 de noviembre y querían que escribiera una declaración de garantía para no practicar Falun Gong.

Les dije que no lo haría y uno de ellos amenazó con llevarme. Les dije: “No puedo escribirlo ni ir contigo, porque no sería bueno para ti. ¡Deberías irte!". Los acerqué a la puerta y les dije: “En el Día del Juicio, sería una prueba de que me persiguieron. No puedo dañarte".

Desde el momento en que los tres agentes entraron por mi puerta, les estuve aclarando los hechos y todos me escuchaban.

Xiaoqian me preguntó si distribuía los materiales que estaba imprimiendo y respondí afirmativamente. Pero que no podía ir muy lejos porque tenía un familiar enfermo en casa, así que lo hago en nuestro complejo, en el mercado y en las calles de nuestra zona.

“Me beneficié mucho de Dafa, no sabía cómo se sentía estar sana. Los médicos dijeron que no viviría más allá de los 25. Aunque llegué a los 25, todos los días tomaba todo tipo de medicamentos y cada año me hospitalizaban”, les conté.

“Tenía enfermedades del corazón, dolores de cabeza neurálgicos cerebrovasculares, problemas de la columna lumbar, la columna cervical, etc. Cuando no podía soportar el dolor y las dificultades pensaba en suicidarme.

“Dafa me salvó y el Maestro Li me hizo saber cómo se siente estar saludable. Hace 23 años que no tomo ningún medicamento. Ahora, todo mi cuerpo esta ligero y camino como una brisa. Nadie cree que tenga más de 70 años”.

“No puedes ignorar tu conciencia, ¿verdad? El Maestro Li me enseñó a ser una buena persona siguiendo Verdad-Benevolencia-Tolerancia y a ser desinteresada y altruista. Sé que seguir al partido lleva a un callejón sin salida, así que me veo obligada a apelar a tu conciencia”.

Cuando se fueron, los acompañé a la puerta y les di las gracias por el problema que habían tenido en mi nombre. Me despedí de ellos como si hubieran sido mis invitados.

Fue el Maestro quien una vez más me protegió. Me incliné ante el retrato de Shifu y le agradecí por su protección.