(Minghui.org) Después de casi tres años y medio de permanecer detenida, la Sra. Sun Qian, una empresaria canadiense que fue arrestada por practicar Falun Dafa mientras vivía en China, fue condenada a ocho años de prisión por el tribunal de Wenyuhe en el distrito de Chaoyang, Beijing.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina espiritual y de meditación perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Sun Qian

La Sra. Sun, nacida en China, es la fundadora y vicepresidenta de una multimillonaria empresa de bioquímica. Se naturalizó como ciudadana canadiense en 2007. Debido a años de trabajo duro, sufrió graves problemas de hígado y corazón, así como depresión. En 2014, comenzó a practicar Falun Dafa, y su salud mejoró rápidamente.

La Sra. Sun fue arrestada el 19 de febrero de 2017 por más de 20 agentes de policía en su casa de Beijing. Se le ordenó que renunciara a su fe en Falun Dafa mientras estaba en custodia. Los oficiales le rociaron gas pimienta, la esposaron y la encadenaron durante dos semanas, y la obligaron a ver videos calumniosos que demonizaban a Falun Dafa.

La Sra. Sun compareció por primera vez en la corte de Wenyuhe el 12 de septiembre de 2018. Casi dos años después, el 30 de junio de 2020, el juez anunció su veredicto en su segunda audiencia.

Según su hermana, la Sra. Sun Zan, el tribunal permitió que solo cuatro personas asistieran a su audiencia de sentencia, entre ellas la Sra. Sun Zan, su esposo y dos funcionarios de la Embajada de Canadá. Debido al brote de coronavirus en Beijing, la Sra. Sun Qian llevaba un traje protector con la cara cubierta durante el procedimiento judicial.

Exabogado de la Sra. Sun: "La sentencia es ilegal"

Xie Yanyi, un abogado que representó a la Sra. Sun pero que fue presionado por las autoridades para que se retirara de su caso, dijo: "Este procedimiento judicial es inválido e ilegal. La privaron de la representación legal y del derecho a apelar antes de condenarla en secreto. Muchas de las cosas que las autoridades le hicieron son malvadas e inhumanas".

"Sun Qian es inocente. Tanto si hablaba con la gente por su fe como si solo hablaba sobre ella, estaba ejerciendo sus derechos básicos", indicó.

El abogado Xie añadió: "Todos los que participaron en la sentencia de Sun han cometido un delito. Nosotros, como abogados, hemos tratado de evitar que cometan tal crimen. Pero es una pena que aun así termináramos con un resultado tan desafortunado".

Después de que la Sra. Sun fue detenida, su familia contrató a más de diez abogados, pero todos ellos se vieron obligados a abandonar el caso ya que las autoridades amenazaron con revocar sus licencias. La Sra. Sun está ahora representada por un abogado de oficio, al que las autoridades ordenaron que se declarara culpable en su nombre.

Obligada a renunciar a la ciudadanía canadiense

Según el abogado Xie, la Sra. Sun también se vio obligada a renunciar a su ciudadanía canadiense durante la detención. Los detalles de su renuncia a la nacionalidad canadiense aún deben ser investigados.

Irwin Cotler, el ex Ministro de Justicia de Canadá que trabajó en el caso de la Sra. Sun, dijo a The Global and Mail: "Creo que todavía debemos considerarla como ciudadana canadiense". “Si alguien es torturado para que haga una confesión falsa, eso no significa que tengamos que consentirla y aceptarla”, apuntó.

Sylvain Leclerc, portavoz de Asuntos Globales de Canadá, declaró al National Post: "Hemos planteado su caso directamente a los homólogos chinos, de acuerdo con nuestro compromiso de promover y proteger los derechos humanos y de ocuparnos de los casos consulares en China".

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