(Minghui.org) La historia está repleta de ocasiones donde la persecución a creencias religiosas termina atrayendo plagas, desastres naturales y otras consecuencias. A continuación se presentan algunos ejemplos.

El destino de un joven emperador

El libro budista Fuyuan Zhulin de la dinastía Tang contiene la historia de Zhao Wenchang, un oficial de alto rango de la dinastía Sui, que falleció repentinamente en el año 591 AD. Su familia, al ver que su corazón todavía conservaba algo de calidez, no lo enterró inmediatamente. Poco después Zhao resucitó y le contó a su familia lo que le había sucedido.

Zhao fue al infierno y vio al rey del infierno Yan Luo. Este quedó asombrado con su conocimiento de las escrituras budistas, así que le permitió regresar al mundo de los vivos. Zhao vio a dos personas mientras estaba en el infierno. Una de ellas era Bai Qi, un infame general durante el Período de los Reinos Combatientes que dio órdenes de ejecutar a 450.000 soldados enemigos durante la Batalla de Changping (261 BC), incluyendo a 200.000 que ya se habían rendido. Bai permanecía en una fosa séptica y solo podía verse su cabello flotando en la superficie. Habían pasado más de 800 años y todavía se encontraba sufriendo por el yeli que acumuló al ejecutar vidas inocentes.

La otra persona que Zhao vio fue Yuwen Yong. También conocido como el Emperador Wu del Reino Norteño de Zhou, que reinó de 561 a 578 AD. Se convirtió en emperador a la edad de 18, y desde ese momento trabajó diligentemente y fue ahorrativo. Pero decidió erradicar al Budismo y al Daoismo. En el año 577 AD, ordenó la destrucción de estatuas de Buda y escrituras budistas en 40.000 templos, la secularización forzada de tres millones de monjes y monjas, y la confiscación de sus tierras.

Al año siguiente, el emperador padeció de una enfermedad severa y todo su cuerpo se ulceró. Falleció entre mucho dolor cuando tenía 35 años. Tres años después, la dinastía culminó y fue reemplazada por la Dinastía Sui.

Cuando Yuwen vió a Zhao en el infierno, le contó que el Cielo podría perdonar muchas de sus maldades, pero su represión al Budismo y Daoismo no podía ser perdonada. Le encomendó a Zhao que le pidiera al emperador de la Dinastía Sui que hiciera cosas buenas en su nombre para que pudiera aliviar un poco su dolor.

Tres emperadores más se encuentran con destinos similares

La historia anterior apareció en el libro de historia Taiping Guangji de la Dinastía Song. Hubo otros tres emperadores en la historia de China que también reprimieron al Budismo, y todos se enfrentaron con consecuencias serias.

Tuoba Tao (El Emperador Taiwu del Reino Norteño de Wei, quien reinó entre 423 y 452) falleció a los 45 años, y sus dos hijos fueron ejecutados. El oficial superior Cui Hao, que recomendó al emperador ejecutar a todos los monjes, fue azotado y diez guardias orinaron en su boca antes de que fuera ejecutado. Similarmente, el Emperador Wuzong de Tang intentó erradicar al Budismo cinco años después que iniciara su reino (845), causando la destrucción de más de 40.000 templos. Falleció un año después a la edad de 32 padeciendo dolor extremo, con la cabeza y ojos hinchados y cubierto de úlceras.

Cai Rong, también conocido como el Emperador Shizong de Zhou Posterior, se encontró con un destino similar. Un año después de volverse emperador, dio órdenes en el año 995 de reprimir al Budismo. Como consecuencia, más de 30.000 templos fueron demolidos. Zhenzhou (que hoy en día es la provincia de Hebei) tenía una estatua de la Pusa Guanyin que nadie se atrevía a tocar. El emperador personalmente le atravesó un hacha en el pecho. Cuatro años después, falleció a los 39 años de edad con úlceras en el pecho.

Persecución a los cristianos en la Roma Antigua

Luego del Gran Incendio de Roma en julio del 64 AD, Nerón acusó a cristianos inocentes de provocar incendios. Él y otros emperadores romanos mandaron a que los cristianos fueran echados a los leones en los coliseos, o quemados como antorchas humanas en jardines. Aquellos que tenían fe firme eran detenidos y torturados.

“Cubiertos con pieles de alimañas, perecían desgarrados por los perros, o bien, clavados a una cruz y, tras prendérseles fuego, eran quemados para ser usados como antorchas de noche cuando se iba el día”, escribió el historiador romano Tácito, que en aquel entonces era un niño pequeño, en su obra “Anales”. “Nerón había ofrecido su jardín para este espectáculo, y celebraba unos juegos de circo mezclado con la plebe en traje de auriga o montado en un carro”.

Cuatro años después, Nerón fue declarado enemigo público y murió en el año 68 AD. Pero la persecución a los cristianos continuó. Historiadores han documentado numerosas plagas que surgieron en el Imperio Romano. Entre ellas, la Peste Antonina (165-180), conocida también como la Plaga de Galeno, causó la muerte de 5 millones de personas, y la Peste Cipriana (250-271) la de 5.000 personas solo en Roma. La Plaga de Justiniano (541-542) causó la muerte de entre 30 y 50 millones de personas.

Juan de Éfeso (o Juan de Asia), que fue un obispo e historiador, fue testigo de la Plaga de Justiniano y la describió en la Parte 2 de “Crónicas”:

—Paraderos en los caminos, oscuros y abandonados, espantan a quienes transitan por ellos;

—Ganado abandonado, deambulando, disperso por las montañas, sin nadie que lo pastoree;

—Rebaños de ovejas, chivos, bueyes y cerdos que se han vuelto como animales salvajes, habiendo olvidado la vida en una tierra agrícola y las voces humanas que los solían guiar;

—Campos labrados y llenos de todo tipo de frutas, que han madurado demasiado y se han caído de los árboles, pues no hay nadie que las recoja;

Juan escribió que la gente fue capaz de recordar el terror que sintió en aquel momento y aprender de esas lecciones. Volviéndose más sabios, podrían evitar estas catástrofes y sufrimientos.

China moderna

En China, la persecución más grande a la gente por sus creencias es la represión a Falun Dafa, una disciplina de meditación basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Desde julio de 1999, decenas de millones de practicantes de Falun Gong han sido perseguidos y discriminados en China. Un gran número de ellos han sido detenidos, puestos en prisión y torturados por sus creencias. Muchos han sufrido abuso psiquiátrico y sustracción forzada de órganos.

El Sr. Wang Xinchun, un residente de la provincia de Heilongjiang, fue detenido y acosado incontables veces por mantener su fe en Falun Gong. Durante su arresto en enero de 2002, el Sr. Wang cayó en un río, y sus dos pies quedaron congelados. La policía lo forzó a poner sus pies en agua caliente, causando que perdiera ambos pies a la edad de 26.

Luego de detenciones, amenazas y tortura continua, el Sr. Wang falleció padeciendo mucho dolor a la edad de 43 en abril de 2019. Sus padres fallecieron a causa del estrés y la desconsolación que sufrieron.

El Sr. Ding Gangzi de la provincia de Hebei vivió también una tragedia. Al estar detenido, fue golpeado, electrocutado con picanas eléctricas, esposado y encadenado, y terminó malnutrido. Los guardias lo ignoraron cuando se encontraba en condiciones críticas. Falleció a la edad de 47 años el 11 de junio de 2001.

Los guardias se llevaron el cuerpo del Sr. Ding, manteniéndolo esposado y con grilletes en sus pies, al hospital del condado, alegando que necesitaba tratamiento de emergencia. El hospital determinó que el Sr. Ding había muerto días atrás, pues su cuerpo se estaba ya descomponiendo y atrayendo moscas, así que pidieron que lo enviaran directamente a la morgue. Pero los policías forzaron a los doctores a que lo “resucitaran” y le dieran infusiones. Los doctores pretendieron tratar al paciente y encontraron que: “No respiraba, no tenía ritmo cardíaco, y la sangre no circulaba durante la transfusión”. Los policías también forzaron a los doctores a generar evidencia falsa llenando un formulario que alegaba que el Sr. Ding: “Había muerto luego de que el tratamiento de emergencia fracasara”.

En el año 2003 surgió el brote del SARS, seguido por el coronavirus en el año 2019. Si hemos de aprender de la historia, estas epidemias no han ocurrido sin razón. En vez de aprender de las lecciones históricas, el partido comunista chino ha agudizado su persecución a Falun Dafa durante la pandemia del coronavirus. En la primera mitad del año 2020, 5.313 practicantes fueron blancos de persecución, y algunos de ellos fueron arrestados por contarle a la gente que el PCCh ha estado usando las mismas tácticas de encubrimiento al manejar el brote del virus que ha usado en su persecución a Falun Dafa.

Esperamos que la gente pueda ver más allá de los engaños del PCCh y se opongan a la persecución, para que puedan mantenerse a salvo durante la pandemia.