(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa de Nueva Jersey se reunieron en el Parque Militar de Newark el 16 de julio de 2020, para compartir la belleza y la fuerza de Falun Dafa. Demostraron los ejercicios, exhibieron carteles de aclaración de la verdad y transmitieron información sobre Falun Dafa.

En particular, hicieron pública la crueldad del partido comunista chino (PCCh) al perseguir a Falun Dafa y pidieron ayuda para detener la campaña de persecución que ha estado en curso en China durante 21 años.

Newark es la ciudad más grande de Nueva Jersey y una de las ciudades más densamente pobladas de los Estados Unidos. Cerca del Parque Militar en el centro de Newark se encuentra el centro de transporte de la ciudad. La hermosa música de Falun Dafa y la demostración de los ejercicios pacíficos atrajeron a muchas personas a mirar, tomar fotos y leer la información.

El exlíder del PCCh, Jiang Zemin, inició la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Desde entonces, decenas de miles de practicantes de Falun Dafa en China que viven según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, han sido arrestados, sentenciados ilegalmente y torturados. Sus órganos incluso han sido sustraídos con fines de lucro. El 20 de julio de 1999 fue el día en que comenzaron los esfuerzos de los practicantes de Falun Dafa para poner fin a la persecución, y continúan hasta el día de hoy.

La Sra. Han, es de China y experimentó la persecución en China de primera mano, participó en el evento. En 1999, fue a Beijing, la capital de China, para solicitar el derecho a practicar, a pesar de estar embarazada. Después de regresar a su ciudad natal, fue detenida ilegalmente durante más de tres semanas. Su hija nació en 1999 y ahora tiene 21 años. La Sra. Han dijo que los practicantes de Falun Dafa en China enfrentan el riesgo de ser arrestados, perseguidos e incluso sometidos en vida a la sustracción de órganos todos los días. Los crímenes de lesa humanidad del PCCh ya no pueden continuar. Ella llama a todas las fuerzas de justicia a trabajar juntas para poner fin a esta persecución.