(Minghui.org) Las autoridades de la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, siguen acosando a una vecina después de que fuera puesta en libertad el 3 de abril de 2020, tras haber cumplido dos años de prisión por su fe en Falun Gong, una práctica para la mejora de cuerpo y mente perseguida por el partido comunista de China desde 1999.
La Sra. Xia Mingjin, de 55 años, fue arrestada el 3 de abril de 2018 mientras colgaba pancartas de Falun Gong en las calles. La policía la interrogó durante más de 30 horas en el sótano de la comisaría local. Llevando solo una camisa de manga corta, la Sra. Xia se congelaba y no dejaba de toser, después de que la temperatura bajara por la noche. Fue transferida al centro de detención Nro. 1 de Nanchang el 5 de abril.
En agosto de 2019, la Sra. Xia fue juzgada y sentenciada a dos años de prisión que comenzarían en octubre. Aunque apeló el veredicto, la corte intermedia de la ciudad de Nanchong el 9 de enero de 2020 le informó que la pena había sido confirmada.
Debido a la tremenda presión, a las malas condiciones de vida en el centro de detención y a las preocupaciones por su familia, la Sra. Xia desarrolló un insomnio grave. Su memoria también empeoró. Cuando la liberaron el 3 de abril de 2020, su familia vio que la otrora bella y alegre Sra. Xia ahora tenía un aspecto sombrío y parecía haber envejecido debido a que su cabeza estaba llena de canas.
La Sra. Xia Mingjin antes de sufrir la persecución
La Sra. Xia Mingjin durante su encarcelamiento
A pesar de haber sido liberada, la Sra. Xia sigue sufriendo el acoso de la policía. La policía le ordenó que se presentara ante ellos cada mes y que escribiera 'informes de pensamiento'. También le tomaron las huellas dactilares y registraron algunos de sus datos personales, incluyendo el tamaño de sus zapatos.
Cuando la Sra. Xia se negó a seguir los reclamos de la policía, llamaron a su marido para intentar presionarle.
Arrestos anteriores
La Sra. Xia fue arrestada mientras distribuía DVDs informativos sobre Falun Gong en una aldea el 25 de septiembre de 2011. La llevaron al centro de detención del condado de Nanchang. La policía fue a la casa de su hijo el 29 de septiembre para acosarlo.
Le impusieron un año de trabajos forzados y la transfirieron al campo de trabajos forzados para mujeres de Jiangxi, el 30 de octubre de 2011. Tan pronto como entró en el campo de trabajo, los guardias la hicieron quedarse de pie durante tres días y dos noches. Después, dos guardias instruyeron a las internas para que la arrastraran por el vestíbulo. No le permitían que cerrara los ojos; las internas le golpeaban los párpados con los dedos. Cuando acabaron de torturarla, sus piernas quedaron muy hinchadas, y sus dos ojos quedaron rojos y le dolían.
En los siguientes tres meses, la forzaron a ver videos que calumniaban a Falun Gong desde por la mañana hasta medianoche. Debido que el campo de trabajo los presionó, su tía y su hijo trataron de obligarla a renunciar a su fe.
En el campo de trabajo, la Sra. Xia fue testigo de cómo los movimientos de las practicantes de Falun Gong estaban restringidos a una pequeña habitación oscura y a menudo eran humilladas, insultadas y golpeadas por los guardias y las reclusas. Las que se negaban a transformarse eran encerradas en un cuarto de confinamiento solitario y no se les permitía comprar artículos de uso diario ni el baño. Tenían que respetar un límite de cinco minutos para ducharse y lavar la ropa.
La ley del ministerio de trabajo estipulaba que el horario de trabajo de las reclusas no debían exceder las seis horas diarias. En realidad, cada reclusa tenía que trabajar más de 10 horas al día, e incluso a veces tenía que trabajar horas extras.
Mientras permaneció retenida en el campo de trabajo, la forzaron a ensamblar miles de piezas de calculadoras. El repetido ensamblaje de las baterías de las calculadoras le causó un fuerte dolor en el pulgar derecho, que le impedía dormir. Su vista empeoró y su peso se redujo.
Cuando el hijo y la nuera de la Sra. Xia la visitaron en marzo de 2012, el subdirector y el jefe de equipo sembraron discordia diciéndole a la pareja que no le permitían volver a casa, porque se negaba a ser transformada y que "elegía a Falun Gong por encima de su familia". Su hijo y su nuera creyeron las palabras de los oficiales y dejaron de visitarla.
Como se opuso a ser transformada, el campo de trabajo extendió su pena 17 días. La liberaron el 11 de octubre de 2012.
En agosto de 2015, la Sra. Xia fue denunciada a la policía mientras distribuía materiales de Falun Gong. La retuvieron otros 15 días.
Los beneficios de practicar Falun Gong
La Sra. Xia solía padecer una sinusitis grave para la cual, según le dijeron, no había cura si no se sometía a una cirugía, que tampoco le garantizaba una recuperación completa. En diciembre de 1997, escuchó a los colegas de su marido hablar de Falun Gong y decidió probarlo. Poco después se recuperó.
Por miedo, dejó de practicar después de que comenzó la persecución a Falun Gong. En 2007, decidió retomar la práctica debido a que su salud se deterioró. Después de recobrar la salud, se mantuvo firme en su fe y comenzó a hablarle a la gente sobre la persecución. Como resultado, la arrestaron varias veces.
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Categoría: Hechos de la persecución