(Minghui.org) Cuando emigré a Canadá, abrí un restaurante japonés en el centro de Ottawa. Comencé a practicar Falun Dafa en 2007 y he vivido muchas experiencias extraordinarias desde entonces.
Convirtiéndome en un practicante de Falun Dafa
En 2007, cuando tenía 50 años, un practicante de Falun Dafa en Ottawa me dio a conocer el libro principal de la práctica, Zhuan Falun. Aún recuerdo la primera vez que lo leí; simplemente, no podía soltarlo. Desde entonces, no he dejado de practicar Dafa. Llegué a entender los principios universales estudiando las enseñanzas. Empecé siendo ateo, pero aprendí a abrazar la cultura tradicional China y entendí que el bien será retribuido con el bien y que el mal recibirá su justo castigo.
Cocinando comida deliciosa siguiendo "Verdad, Benevolencia y Tolerancia"
Como practicante, evalúo todos y cada uno de mis pensamientos y acciones para asegurarme de que son acordes a los principios de la práctica, Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Trato a los demás con bondad y no contiendo cuando encuentro algún conflicto. Existe un campo de energía positiva en mi restaurante y mis empleados se llevan bien entre ellos.
El ex primer ministro canadiense Jean Chrétien con el escritor y su esposa después de comer en el restaurante
Debido a que todos los días voy al trabajo con una actitud alegre, la comida que cocino resulta deliciosa. Mi restaurante ha disfrutado de una buena reputación desde hace muchos años. Muchas celebridades y políticos canadienses, incluyendo los miembros del Parlamento y tres primeros ministros canadienses, comen en mi restaurante en multitud de ocasiones. Lo atribuyo a que practico Falun Dafa.
Salgo ileso de tres accidentes de coche graves
Sufrí tres accidentes de coche graves después de empezar a practicar Falun Dafa. En uno, mi coche quedó completamente destruido, aunque yo salí bien. La cosa más extraordinaria sucedió en el tercero. Conducía hacia Montreal para asistir a un desfile, justo antes de Navidad. En el camino de regreso, me quedé dormido mientras conducía. El coche chocó contra un poste telefónico y acabó en un campo de cañas junto a la autopista. El motor se averió y dejó de funcionar. Me quedé en blanco. No sabía cómo maniobrar el coche y salir del campo.
El practicante que iba sentado atrás pidió ayuda al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa). Ocurrió un milagro. El coche se movió fuera de los cañizos, subió por la pendiente y se detuvo al lado de la carretera. Todos los ocupantes del coche estábamos bien. Al día siguiente, cuando regresé a la escena del accidente, vi marcas de neumáticos que iban hacia el campo de cañas, pero ninguna en el sentido opuesto.
El Maestro siempre está mirando por nosotros
Unas navidades, varios practicantes y yo planeamos ir a Siracusa, Nueva York, para ayudar a preparar la comida a los artistas de Shen Yun. Pero como acaba de comprarme un coche nuevo, la placa de la matrícula y el seguro aún me tardarían en llegar cinco días laborables. Mientras me preguntaba cómo solucionar la situación, el concesionario de coches me llamó el día antes de partir y me dijo que todo se había solucionado. Al día siguiente emprendimos el viaje según lo planeado. Estoy seguro de que el Maestro no deja de cuidarnos en ningún momento. ¡Gracias, Maestro!
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa