(Minghui.org) El gobierno de Nueva Zelanda relajó sus restricciones por coronavirus a Nivel 2, el 13 de mayo de 2020, exigiendo distanciamiento social y medidas de higiene mientras se reabren tiendas y otros lugares públicos. Los practicantes de Falun Dafa en Christchurch regresaron a su sitio de práctica semanal matutino, cerca del Puente del Recuerdo, el sábado 30 de mayo.

Aunque casi es invierno en la Isla del Sur, fue un día cálido con una brisa suave. La gente se relajaba al aire libre después de haber estado encerrada durante dos meses. Mientras los practicantes, en silencio, hacían los ejercicios con música pacífica, muchas personas se detenían para mirar.

Los practicantes de Falun Dafa hacen los ejercicios cerca del Puente del Recuerdo, en Christchurch, Nueva Zelanda

Nico y su hermano se unieron a los practicantes para hacer el segundo ejercicio, la Estaca parada Falun

Residente local practica Falun Dafa después del encierro

Vince (primero a la izquierda) hace el ejercicio de meditación sentada.

Vince, que tiene más de 30 años, comenzó a practicar Falun Dafa hace dos semanas. Había tomado un folleto de la disciplina espiritual del sitio de práctica, hace seis meses, lo había leído rápidamente y dejado a un lado sin pensarlo demasiado. En marzo, después de que el gobierno impuso medidas estrictas de cierre para detener la propagación del coronavirus, Vince se deprimió mucho a medida que más personas contraían el virus e incluso morían. No sabía qué pasaría con su vida o su trabajo.

De repente recordó la escena pacífica de los practicantes haciendo los ejercicios y realmente quiso ser parte de ella. Hace dos semanas, pasó por el Lago Victoria por casualidad y vio a los practicantes haciendo los ejercicios allí. Se acercó y aprendió los ejercicios. Un practicante le prestó dos libros de Falun Dafa, el libro introductorio Falun Gong y Zhuan Falun, el texto principal de la práctica.

Vince sintió un fuerte campo de energía mientras leía los libros. Sintió que su mente se aclaraba y sus preocupaciones desaparecían. Manifestó que tiene la intención de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en las relaciones con otras personas. Expresó que su familia está contenta de verlo abrazar su nueva fe.

Residente local encantado de encontrar Falun Dafa

Un hombre maorí conducía su auto cuando vio el sitio de práctica y se detuvo para obtener más información sobre la disciplina. Mencionó que estaba muy interesado en la meditación. Había seguido a un maestro de qigong y practicado la cultivación durante muchos años, pero el maestro falleció de repente. Además tenía algunas dudas sobre la forma de cultivación que había practicado durante tantos años.

Escuchó mientras los practicantes explicaban los principios de Falun Dafa y con gusto se llevó a casa información para leer.

“¿Qué más puedo hacer para ayudar?”

Una mujer de mediana edad se acercó a los practicantes y les preguntó qué significaba "PCCh" en sus carteles. Cuando los practicantes le dijeron que se refería al partido comunista chino, ella les dijo que sabía de los crímenes de lesa humanidad del PCCh, como la persecución a los practicantes de Falun Dafa, los uigures y la sustracción de órganos. Ella comentó que había firmado una petición para detener estas atrocidades.

Un practicante enfatizó el encubrimiento del PCCh del virus Wuhan, que se extendió desde China a todo el mundo, causando decenas de miles de muertes y que la mejor manera de evitar contraer el virus era denunciando al PCCh. La mujer estuvo de acuerdo.

"¿Qué más puedo hacer para ayudar?", preguntó sinceramente: “Algunos de mis amigos no creen que la sustracción de órganos sea cierta. Me siento muy triste de que esto esté sucediendo. No sé qué puedo hacer para detener esto".

Un practicante le dio algunos folletos para que se los diera a sus amigos y le dijo que también podía compartir lo que había aprendido sobre la persecución en las redes sociales, para que más personas se dieran cuenta. La mujer estuvo de acuerdo y les pidió a los practicantes que se cuidaran.