(Minghui.org) (Continuación de la parte 3)

Los diez nacimos en los años 90 en China. Solíamos comportarnos de la misma manera que la mayoría de los jóvenes. Éramos egocéntricos, competitivos, nos gustaba ver películas, jugar, teníamos en cuenta nuestra reputación, buscábamos reconocimiento y aspirábamos a estar a la moda. Éramos leales a nuestros amigos y hacíamos todo por ellos, incluso si surgía la necesidad de pelear.

Madurando en el ambiente grupal

Después de un tiempo, volvimos a vivir juntos. Quisimos mantener una relación más cercana en nuestra vida diaria, atesorando aún más nuestras relaciones predestinadas. Nos hemos animado mutuamente mientras caminábamos el sendero de nuestras cultivaciones y hemos aclarado la verdad sobre Dafa, juntos.

Encontrando a un practicante joven pero veterano

En la universidad, manteníamos un ambiente de grupo y también teníamos practicantes veteranos que nos recordaban las dificultades de la cultivación. Sin embargo, después de algún tiempo, resulta fácil relajarnos en nuestra cultivación. Una chica soltera, podía sentirse tentada de seguir la moda, usar cosméticos, comprar ropa e incluso artículos de lujo. Si se carece de un buen autocontrol, uno puede fácilmente gastar de más. Además, uno podría también prestar demasiada atención a su apariencia y entonces surgiría el apego a la lujuria. En cuanto a los chicos, la "filosofía de lucha" que gira en torno a ganar dinero, comprar una casa propia y ascender en el trabajo, también nos afectaba. Si nos apegábamos demasiado a aquellas cosas, estaríamos demasiado atados a ganarnos la vida y perderíamos nuestro precioso tiempo, en lugar de cultivarnos.

En el momento en que estábamos lidiando con estos asuntos, un joven que tenía más o menos nuestra edad se unió al grupo. Su llegada nos ayudó a comprender mejor la cultivación.

Su nombre es Yumi, comenzó a cultivarse con su padre a la edad de cuatro años. Cuando creció, estuveo aclarando la verdad a sus compañeros en la escuela. Pero como muchas personas hoy en día son ateos, estos no podían aceptar los principios del Fa, tales como: «Tú me golpeas, y aún tengo que aguantar el insulto. No sólo debo soportarlo, sino también agradecérselo" (Exponiendo del Fa en Sidney), etc. Preferían ser egoístas y buscar el beneficio personal. Lo miraban con desprecio y lo ignoraban. Yumi se sentía muy triste y se preguntaba por qué razón no podía conocer a ningún otro joven practicante.

En 2014, cuando estaba en su tercer año en la universidad, su padre fue condenado ilegalmente a cuatro años de prisión por practicar Dafa. Él y su madre no dejaban de acudir a diferentes oficinas gubernamentales para apelar, hasta que terminaron siendo encerrados en el centro de detención bajo una "acusación falsa". En el centro de detención, un drogadicto lo golpeó varias veces. Como resultado, sus gafas se rompieron y su cuerpo terminó lleno de moretones. Se sintió muy triste y le suplicó al Maestro desde el fondo de su corazón: "Maestro, no lo he hecho bien y le defraudé. Sin embargo, vine aquí para aclarar los hechos a la gente y despertar su conciencia. No quiero que cometan un pecado contra Dafa. Necesito su ayuda". Cuando miró al drogadicto, sintió mucha lástima por él.

Un día, el drogadicto sufrió el síndrome de abstinencia, su cuerpo se retorcía y comenzó a temblar. Hacía mucho frío y viento, el aire entraba por las ventanas, así que Yumi le ofreció su chamarra al drogadicto. Quedó tan conmovido que desde aquel momento cambió su actitud hacia Yumi. Una vez, el guardia no permitió que Yumi comiera durante varios días. El drogadicto le consiguió en secreto algo de comida, aunque esto podría haberle causado problemas. También llegó a entender la verdad sobre Dafa, decidió renunciar al partido comunista chino (PCCh) y se convirtió en un buen amigo de Yumi.

Después de que Yumi fue liberado, los oficiales del gobierno municipal no le permitían que encontrara un trabajo, así que tuvo que irse a otra ciudad a buscar empleo. Su primer trabajo fue de profesor, aunque su jefe le retrasó su sueldo durante cinco meses.

Entonces recordó lo que dijo el Maestro:

"Entonces nosotros, los cultivadores, aún menos debemos comportarnos de este modo; nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches" (Séptima LecciónZhuan Falun).

Pensó que el jefe también le había regalado ropa usada, lo que revelaba su naturaleza bondadoso, así que decidió no reclamarle el sueldo que no le habían pagado. Además, compraba bocadillos para sus estudiantes, aunque para sus comidas propias solo compraba verduras de la peor calidad, para ahorrar dinero. El lugar para vivir que alquiló también era extremadamente húmedo. Como era un excelente profesor, sus estudiantes lo rodeaban después de la escuela para conversar con él. También los padres de sus alumnos lo tenían en alta estima. Cuando tuvo que dejar el trabajo, su jefe acabó pagándole.

Cuando Yumi finalmente se encontró con estos jóvenes practicantes, se emocionó mucho. Pronto se convirtió en parte del grupo y se ha cultivado muy diligentemente.

“¡Eres una persona increíble!”

A menudo nos encontrábamos con historias sobre practicantes en el sitio web Minghui, que por mantenerse fieles a su creencia, eran sometidos a la sustracción forzada de órganos en vida, eran víctimas del acoso sexual o les inyectaban drogas desconocidas. Esto, no solo nos hacía sentirnos muy enojados, sino que también nos hacía sentirnos muy tristes. En un momento como ese, se reveló nuestro apego al miedo.

Una vez el PCCh lanzó una campaña 'puerta a puerta' para acosar a los practicantes. Cada vez que alguien llamaba a la puerta, mi corazón empezaba a latir con fuerza. Me preocupaba que vinieran a acosarnos.

Una vez cuando alguien llamó a la puerta, Youyou se ofreció a abrirla. Tan pronto como llegó, escuchó a alguien que gritaba afuera: "¿Está Falun Dafa aquí?". Se quedó petrificada, corrió a su habitación y se echó a llorar. Más tarde, se enteró de que lo que esa persona le preguntó fue: "¿Está el propietario aquí?".

Todos somos bastante jóvenes y tenemos una limitada experiencia en las relaciones sociales. Aunque no experimentábamos muchas tribulaciones, nuestros apegos no eran menores que los de los demás. Para ayudarnos a mejorar, el Maestro arregla nuestro camino de cultivación basándose en nuestra capacidad de aguante. El incidente anterior nos hizo darnos cuenta de que era hora de deshacernos del miedo.

Gradualmente nuestros pensamientos se iban volviendo cada vez más rectos. Aunque el apego al miedo todavía se mostraba, nuestro deseo de hablarle a la gente sobre Dafa y alejarlos del malvado PCCh se hacía cada vez más fuerte. Llegamos a comprender la razón por la cual tantos practicantes veteranos arriesgaron sus vidas para contarle a la gente los verdaderos hechos de Dafa. Su bondad se tornó en compasión. Esto es algo que un practicante debe poseer. El miedo no merece ni siquiera ser mencionado. A partir de entonces empezamos a aclarar los hechos a nuestros compañeros, y a quienquiera que nos encontráramos.

Una vez, cuando Maizi estaba cenando en un restaurante, vio pasar a un ciego que parecía andar buscando algo. Maizi se acercó a él rápidamente y le preguntó si necesitaba ayuda. Le dijo que iba al banco a retirar dinero, pero que no podía localizar la sucursal. Así que Maizi le ayudó a encontrar una sucursal. El ciego le dijo: "¡Eres una persona tan maravillosa! Ahora casi no hay nadie como tú". "Bueno, estoy de acuerdo con usted en que la gente buena es difícil de encontrar en estos días. Sin embargo, nuestro Maestro requiere que seamos buenas personas. Soy practicante de Falun Dafa. ¿Ha oído hablar de ello?". "¿Practicas Falun Dafa? ¿No es algo malo?". "Es calumniado y difamado por el PCCh no les crea. La gente que practica Dafa es buena". Luego, Maizi le respondió a más preguntas.

Lidiando con el yeli de enfermedad

Una vez, Xiao Tao vio un punto rojo en su pierna. Este pequeño punto se convirtió en una gran protuberancia no dejó de hincharse hasta incluir los dedos de los pies. Así que comenzó a cojear al caminar. Un día, la pierna le estuvo doliendo hasta las tres de la mañana. Todos la animábamos y hacíamos los ejercicios de Dafa con ella. Durante el proceso, tenía que apoyarse contra la pared porque tenía dificultad para mantenerse de pie. Cuando estaba haciendo los ejercicios, sentía como si su pierna estuviera 'dentro de un horno', era incapaz de soportarlo.

Cada vez que sentía que no podía aguantar más, las palabras del Maestro aparecían en su mente: “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer” (Novena Lección, Zhuan Falun).

Teniendo en mente las palabras del Maestro, pudo terminar de hacer los ejercicios. A mediados de la práctica, sintió que el dolor estaba disminuyendo. Después de aquello, olimos que su cuerpo exhalaba un agradable aroma, lo cual fortaleció su confianza.

Entonces, durante los dos días siguientes, tuvo fiebre y sintió un calor ardiente. También aparecieron puntos rojos en su cuerpo y el bulto de su pierna empezó a supurar hasta el punto de formarse un pequeño agujero. Cuando hacía los ejercicios, el pus comenzaba a salir por el orificio. Estuvimos haciendo los ejercicios, estudiando el Fa y enviando pensamientos rectos con ella. Por la noche, cuando su fiebre era muy alta, nos levantábamos cada hora para enviar pensamientos rectos hacia ella. Su pierna se recuperó después de un tiempo y el agujero volvió a taparse.

Después de que se recuperó, sentía su cuerpo muy relajado. Daba saltos cada vez que salía a la calle y también le gustaba hacer todas las tareas domésticas pesadas. Nunca se sentía cansada. Su madre dijo: "Estos deben ser herpes zóster; tu padre también los tuvo. Fue al hospital y tardó más de un mes en recuperarse. Sin embargo tu no usaste ningún medicamento, ¡y te recuperaste muy rápido!".

Eliminando el mal con pensamiento rectos

Durante un tiempo, nos sentimos muy deprimidos, y siempre aparecieron conflictos entre nosotros. Una vez, después de un conflicto, Youyou de repente se sintió terrible, y quiso terminar con su vida. En ese momento, Yanzi vio sustancias negras moviéndose hacia la cama de Youyou y que su cuerpo estaba protegido por una luz blanca. Yanzi inmediatamente envió pensamientos rectos para eliminar aquellas malas sustancias.

Cuando Youyou dijo que no quería vivir más, Yanzi vio a una serpiente pitón con una armadura dorada saltando sobre ella, mientras sostenía un escudo, para evitar su envío de pensamientos rectos. Nos lo contó a todos y, de inmediato, nos pusimos en alerta. Nos sentamos en círculo para enviar pensamientos rectos. Después de un rato, oímos un trueno desde el exterior, entonces el campo dimensional se volvió pacífico de nuevo. Con el desvanecimiento de la pitón, los pensamientos negativos de Youyou también desaparecieron.

Esa noche, compartimos un poco. A través de aquello, nos volvimos más comprensivos y tolerantes con los demás. Nos dimos cuenta: "Cuando los pensamientos negativos salen a la superficie, además de tener nuestras razones propias, puede haber elementos perversos en otras dimensiones que los refuerzan". Los pensamientos extremos que tienen los pacientes que sufren depresión no son necesariamente un producto directo de su mente. Por lo tanto, si examinamos nuestros pensamientos y acciones negativas en cualquier momento para mantener nuestro campo dimensional limpio y pacífico, las sustancias negativas no podrán aprovecharse de nosotros.

Valiosas oportunidades de mejora

También participaríamos en algunos proyectos de aclaración de la verdad dando uso a las habilidades que tenemos. Con el transcurso de unos años, sentimos que hemos sacado el máximo provecho de esos proyectos.

Desde que empezamos a practicar, no importa si es en la escuela o en el trabajo, siempre somos los mejores estudiantes o empleados. Sin embargo, cuando nos reuníamos, los conflictos no dejaban de surgir, porque cada uno tiene sus propios entendimientos. Yo sentía que esto era bueno, él sentía que aquello era mejor. Aunque nos mostrábamos de acuerdo en la superficie, en el fondo, no siempre lo estábamos. Especialmente cuando se trataba de aclarar la verdad y sentíamos que lo más importante era hacer las cosas correctamente. Cuando intenté cambiar mi forma de pensar, terminé yéndome al extremo. Por ejemplo, pensaba: "¡Da igual!" o "esta vez no voy a decir nada", lo que demostraba que tenía un apego a evitar problemas, sentía temor de que mi idea fuera rechazada y tenía miedo de entrar en conflicto.

El Maestro nos ha estado ayudando silenciosamente. A pesar de que no lo hemos hecho bien, nos concede oportunidades y las palabras de los demás practicantes con el fin de animarnos. Al final, llegamos a comprender que hacer estas cosas no solo era para salvar a los seres consientes, sino que se trataba de preciosas oportunidades para mejorarnos.

El Maestro nos dijo:

“¿Sabías esto? Siempre que seas un cultivador, en cualquier ambiente o bajo cualquier circunstancia, cualquier dificultad y cualquier cosa desagradable que encuentres, incluso si envuelven el trabajo para Dafa y sin importar si lo consideras como lo mejor y lo más sagrado, yo lo usaré con el fin de eliminar tus apegos y exponer tu naturaleza demoníaca para que puedas desecharla, porque sólo tu mejoramiento es de primera importancia” (Entendiendo aún más, Escrituras esenciales para mayor avance).

El Maestro también nos enseñó:

“Resentimiento. Viene del hábito de querer escuchar palabras lindas y de que te gusta que te pasen cosas lindas; si no te quedas resentido. Piensen todos al respecto, esto no es aceptable. La cultivación no se debería practicar así. Siempre he dicho que un cultivador debería mirar las cosas a la inversa. Cuando te encuentras con cosas malas, deberías pensar que es una cosa buena porque está aquí con el propósito de mejorarte” (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).

Gradualmente, mientras hacíamos proyectos, aprendimos a entender a los demás a través de ser amables, soltando nuestro ego y armonizando el cuerpo en general. Solo en ese momento, nos dimos cuenta de que nuestras capacidades estaban todas arregladas, y nos complementamos. Con nuestro buen trabajo en conjunto, podíamos realizar nuestras tareas fácilmente.

Conclusión

Durante los últimos seis años, el Maestro nos ha ayudado a cambiar de ser personas con una mentalidad estrecha a ser personas maduras que comprenden a los demás. En este tiempo y edad, nos hemos convertido en discípulos del Maestro; nuestra gratitud está más allá de las palabras.

Debido al virus del PCCh, nuestra sociedad está experimentando una transformación sin precedentes. A diferencia de otras personas que caían presas de pánico, la preocupación y la desesperación, nos hemos mantenido firmes haciendo las cosas que se supone que debemos hacer. A pesar de la catástrofe que ha ocurrido, esperamos verdaderamente que esas personas  bondadosas que fueron engañadas por el PCCh conozcan la verdad cuanto antes, sean testigos de la belleza de Dafa, renuncien al PCCh y a sus organizaciones juveniles, y ¡tengan un reluciente futuro!

(Fin)