(Minghui.org) La prisión masculina de Binhai en la ciudad de Tianjin lleva a cabo una campaña desde mayo de 2019 para obligar a los practicantes encarcelados a renunciar a su creencia en Falun Dafa. Todos los practicantes deben ser "transformados", incluidos quienes están enfermos, los que tienen entre 70 y 80 años, así como los programados para ser liberados pronto.

Utilizan diferentes formas de tortura física, así como la privación del sueño y la alimentación forzada, para tratar de "transformar" a los practicantes. Esto ocasionó la muerte del señor Li Shaoche, mientras que otros practicantes están en estado crítico. Sin embargo, un guardia de la prisión se jactó: "Prefiero a un practicante de Falun Dafa muerto que a uno vivo que no ha sido 'transformado'".

A pesar de la pandemia de COVID-19, en la prisión continúa la campaña de "transformación". Durante el confinamiento, los guardias han sido divididos en tres grupos. Cada grupo tiene que permanecer en la prisión y no se les permite volver a casa durante un mes.

Estrictamente controlado y perseguido

Todos los practicantes de Falun Dafa en la prisión de Binhai fueron trasladados a una unidad estrictamente controlada en mayo de 2019 y sometidos a un régimen de "transformación".

Eso incluye estar aislado con dos reclusos en una habitación día y noche. Los reclusos tienen la responsabilidad de monitorear cada movimiento del practicante. Todos los días obligan al practicante a pararse o sentarse en un taburete pequeño durante mucho tiempo. El practicante solo puede tener entre dos y tres horas de sueño por noche.

Quienes se niegan a ser "transformados" son electrocutados con picanas eléctricas, golpeados y abusados verbalmente. Los funcionarios de la prisión también llaman por teléfono a la familia del practicante para decirle que lo convenzan de que abandone la práctica. Si los familiares se niegan, no les permiten visitar a su ser querido.

La prisión también mata de hambre a los practicantes dándoles a veces solo la mitad o un bollo al vapor para comer. Tampoco permiten que el practicante compre lo que necesita a diario.

La tortura ocasiona muerte y lesiones

La intensa campaña de tortura física y "transformación" resultó en graves consecuencias para el señor Li Shaochen, quien fue sentenciado a cuatro años y medio por practicar Falun Dafa en diciembre de 2016. Fue llevado al hospital de la prisión luego de ser obligado a ser "transformado". Murió al inicio, el 6 de marzo de 2020 cuando tenía 77 años. Los detalles de su muerte aún no han sido investigados.

Las piernas de algunos practicantes quedan muy hinchadas, debido a que son obligados a permanecer de pie por períodos prolongados; algunos solo pueden caminar con dificultad y otros tienen que usar sillas de ruedas. Los traseros de otros practicantes se pudren al ser obligados a sentarse en un taburete pequeño por largos períodos de tiempo.

Debido al tormento físico y mental, algunos practicantes deliran y no pueden hablar con sus familiares sobre lo que les sucede en la prisión.