(Minghui.org) Una campesina en la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan, fue sentenciada dos veces por su firme creencia en Falun Dafa y pasó un total de cinco años tras las rejas. También fue objeto de acoso, vigilancia, detención y lavado de cerebro.

La Sra. Zhu Yulian, de 61 años, detalla su experiencia y tribulación a continuación.

Iniciando Falun Dafa

Tomé Falun Dafa en marzo de 1998, después de enterarme de su efectividad en la mejora de la salud. Siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa, cambié mi mal humor, corregí mi relación con mi esposo, y encontré la felicidad de nuevo.

Con más y más personas uniéndose a la práctica de Falun Dafa en mi aldea, los funcionarios de la aldea decidieron prestarnos una habitación para nuestros ejercicios grupales y estudio.

Ninguno de nosotros hubiera esperado que nuestra búsqueda de la salud y la elevación espiritual fuera luego catalogada como delito por el partido comunista chino, que de repente desencadenó una campaña de persecución a nivel nacional contra Falun Dafa en 1999. Desde entonces, mi vida ha sido destrozada.

Detenida por apelar por Falun Dafa

Junto con unos 60 practicantes de Falun Dafa, fuimos a la oficina de apelaciones de la provincia de Yunnan el 4 de abril de 2000 para pedir justicia para Falun Dafa. Antes de tener la oportunidad de hablar con los funcionarios, la policía llegó y nos llevó al departamento de policía del distrito de Wuhu, donde nos interrogaron y fotografiaron, luego me enviaron a la estación de policía del condado de Juhua.

Fui interrogada y fotografiada nuevamente en la estación de policía. Tres días después, me trasladaron a un centro de detención, donde me retuvieron durante 15 días y me obligaron a realizar trabajos no remunerados de clasificación de frijoles.

Llevada al centro de lavado de cerebro

Algunos funcionarios de la aldea llegaron a mi casa el 3 de enero de 2001 y me arrastraron al centro de lavado de cerebro establecido por la oficina 610 del distrito de Guandu, una agencia extralegal creada específicamente para perseguir a Falun Dafa. Otros diez practicantes también fueron llevados allí al mismo tiempo.

Los oficiales nos obligaron a mirar videos difamando a Falun Dafa y nos ordenaron escribir informes de pensamiento y declaraciones para renunciar a nuestra creencia.

Después de 15 días fui liberada, y las autoridades continuaron sus esfuerzos para obligarme a renunciar a mi creencia.

Primer arresto y sentencia

Otra practicante de Falun Dafa, la Sra. Zheng Guiying, y yo nos encontramos con un guardia de seguridad mientras distribuíamos materiales de aclaración de la verdad de Falun Dafa en una aldea cercana el 26 de febrero de 2008. Nos arrestó y nos envió a la estación de policía local.

Cuando todos los policías salieron a almorzar, salí de la estación de policía y regresé a casa.

El jefe adjunto de la aldea y más de una docena de policías llegaron a mi casa al día siguiente. En ese momento no estaba presente, pero saquearon mi casa y confiscaron mis libros de Falun Dafa. Llamaron a mi hermano y le dijeron que me estaban buscando.

Fui a la estación de policía local con mi hermano y mi esposo el mismo día. Después de esperar cuatro horas, fui arrestada y enviada al centro de detención del distrito de Guandu.

La Sra. Zheng Guiying y yo fuimos juzgadas por el tribunal intermedio de la ciudad de Kunming el 11 de agosto de 2008. La policía nos cubrió la cabeza con cubiertas negras cuando nos transportaron desde el centro de detención hasta el tribunal.

Me llevaron a una pequeña habitación en el sótano del juzgado solo para esperar mi juicio, donde un guardia me electrocutó con un bastón eléctrico. Me mantuvieron allí durante media hora antes de ser llevada a la sala del tribunal.

Como no vi a mi familia allí, le pregunté al juez si había informado a mi familia sobre el juicio. El me ignoro. Fui sentenciada a dos años de prisión y la Sra. Zhang fue sentenciada a tres años ese día.

Apelé el veredicto al regresar al centro de detención, solo para que la corte suprema de la provincia de Yunnan confirmara la sentencia original.

La Sra. Zhang y yo fuimos enviadas a la segunda prisión para mujeres de la provincia de Yunnan el 28 de noviembre de 2008. Al principio, los guardias de la prisión intentaron presionarme para que renunciara a Falun Dafa obligándome a sentarme en un pequeño taburete durante 16 horas al día y escribir un reporte diariamente.

Cuatro meses después, me trasladaron a una sala diferente y comencé a hacer trabajo no remunerado de 6:00 a. m. a 10:30 p. m. todos los días. Sería castigada si no cumplía con la cuota.

Fui liberada el 17 de febrero de 2010. Cuando mi esposo llegó a recogerme, los guardias de la prisión le pidieron que me vigilara. La policía me acosaba de vez en cuando después de eso.

Segundo arresto y sentencia

Fui con cinco practicantes al condado de Jinning para distribuir materiales de Falun Dafa el 24 de septiembre de 2016. Fuimos reportados a las autoridades y luego arrestados.

Primero nos enviaron a la estación de policía de Jinning y luego nos llevaron al hospital de Jinning. Pasamos por exámenes completos y nos tomaron muestras de sangre. Luego nos llevaron al departamento de policía de la ciudad de Kuming y pasamos por los mismos exámenes nuevamente.

Cuatro de los practicantes, de más de 70 años, fueron liberados bajo fianza después de pagar una multa de 2.000 yuanes. Otro practicante y yo fuimos detenidos en el centro de detención de Kunming.

Más tarde, fui sentenciada a tres años por el tribunal del condado de Jinning y encarcelada nuevamente en la segunda prisión para mujeres de la provincia de Yunnan.

Durante una sesión de propaganda en toda la prisión el 7 de junio de 2019, pregunté a los funcionarios si había alguna base legal para la persecución. Antes de terminar mi pregunta, me expulsaron de la sala de reuniones. Luego me pusieron bajo estricta vigilancia. Me obligaron a sentarme en el pequeño taburete durante 16 horas todos los días con acceso limitado al baño.

Como me negué a reconocer cualquier irregularidad o a escribir una declaración para renunciar a Falun Dafa, estuve bajo estricta vigilancia hasta mi liberación.

La policía local a menudo llega a mi casa para acosarme después.