(Minghui.org) Nací en 1930, y tengo 90 años. Empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Tuve tantas enfermedades que el hospital le dio un aviso de estado de enfermedad crítica a mi familia. Mi hija comenzó a prepararse para mi funeral. Pero mi historia no había terminado, ya que encontraría a Falun Dafa.

He practicado Falun Dafa por más de 20 años y ahora estoy muy saludable. La mayoría de mis canas se volvieron negras. Monto en mi bicicleta y voy a diferentes lugares para aclarar la verdad a la gente todos los días. Mis vecinos dicen: "Si quieres saber si Falun Dafa es bueno, por favor mira a la madre de Lao Xue. Cada año esta anciana se vuelve más joven". Me gustaría compartir mi historia.

Encontrando a Falun Dafa

A los 65 años, tenía muchos problemas de salud, incluyendo problemas cardíacos y dolores de espalda y piernas. El médico le dijo a mi hija: "Tienes que quedarte con tu madre. Por favor, prepárate. Puede que no le quede mucho tiempo". Mi hija lloró en secreto.

Mi abuela, mi madre y mi hermana murieron cuando tenían 50 o 60 años. El doctor pensó que podía morir en cualquier momento. Mi hija preparó la ropa para mi funeral.

Los dioses y los Fo deben haberme protegido. Seguí viviendo. Pero mi salud era mala y no podía ver bien.

Mi hijo menor trajo a casa una copia de Zhuan Falun en la primavera de 1996. Me comentó que muchas personas estaban practicando Falun Dafa y que habían recuperado su salud. Me sugirió que intentara practicarlo. No sabía lo que era Falun Dafa, pero me interesó.

Era analfabeta y apenas conocía las palabras. Le pedí a mi esposo que me leyera Zhuan Falun. Mientras escuchaba, las enseñanzas entraron en mi corazón.

Fui a un sitio de práctica y aprendí los ejercicios. Cuando escuché que había una serie de conferencias de nueve días, fui, a pesar de lo lejos que estaba. Poco a poco me fui haciendo más fuerte, y en un mes ya estaba sana. Mi perspectiva de la vida se volvió positiva y podía hacer un montón de trabajo.

Cultivo vegetales en mi jardín y no necesito usar lentes cuando coso. Puedo leer más de 40 libros de Falun Dafa, así como el Semanario Minghui.

Sobreviví a dos accidentes

Fui atropellada por una motocicleta a finales de 1996. El joven estaba aterrorizado y me ayudó a levantarme. Shifu nos pide que seamos buenas personas, así que no me molesté y le expliqué que estaba bien.

Pero no podía montar mi bicicleta. El joven quería llevarme al hospital, pero me negué a ir, así que me llevó a casa. No lo dejé entrar porque no quería que mi esposo supiera lo que había pasado y se preocupara por mí, y tampoco quería que mi hija le echara la culpa.

Hice mis tareas como de costumbre para que mi marido no se diera cuenta que estaba herida. Fui al sitio de la práctica esa noche. Una de mis vecinas fue testigo del accidente. Se sorprendió al verme después y le conté que estaba bien. Ella le comentó a todo el mundo: "Deberías practicar Falun Dafa. Fue atropellada por una motocicleta, pero está bien".

El joven vino a verme. Luego que mi hijo se enteró de mi accidente, le señaló al joven: "Tienes suerte. Mi madre es una practicante de Falun Dafa y no se aprovechará de esta situación. Debido a que practica, solo se lesionó levemente". Todos se rieron.

Antes del Año Nuevo Chino, todos limpian sus casas. Monté en mi bicicleta para comprar artículos de limpieza. Cuando doblé en una esquina, todo se quedó en blanco. De repente oí a alguien gritando, "¡Llévenla al hospital!", Abrí los ojos y me di cuenta que una motocicleta me había atropellado de nuevo.

El colega de mi yerno estaba allí y me reconoció. Llamó a mi yerno, y él, mi hija y mi hijo vinieron. Me esforcé por decir que estaba bien y que no necesitaba ir al hospital. No me escucharon y me llevaron allí de todos modos.

Tenía un gran chichón en la cabeza. El doctor suponía que había sufrido heridas internas y quiso hospitalizarme. Me negué. El médico me recetó un montón de medicamentos y mis hijos me llevaron a casa.

Estudié el Fa y practiqué los ejercicios. Mis hijos sabían que Falun Dafa era asombroso, así que no me obligaron a tomar la medicina. El golpe desapareció al día siguiente. No tuve ningún dolor. Sabían que Shifu me protegía.

Pasando la prueba de la vida y la muerte

Estoy sana desde que empecé a practicar Falun Dafa hace 20 años, pero he experimentado la purificación de mi cuerpo. Mi abuela, mi madre y mi hermana murieron de cáncer, pero porque practico Falun Dafa, Shifu limpió mi cuerpo. Tuve síntomas y escupí algo asqueroso, pero no tuve miedo. En cambio, esto reforzó mi creencia en Falun Dafa.

Cuando cumplí 80 años, no quise comer por varios días. Solo comía sandía y bebía agua. Después no pude ni siquiera beber agua. Sentía náuseas cuando veía la sandía. Tenía hematuria. Mi marido había fallecido varios años antes, y vivía sola. No se lo mencioné a mi hija porque no quería que se preocupara. Soy practicante y sabía que no era una enfermedad.

El domingo, el séptimo día de mi limpieza, vino mi hijo. Le pareció extraño que no me haya levantado. Sabía que normalmente me levantaba temprano y hacía los ejercicios. Notó la sangre que había en la orina de mi orinal y gritó. Vio que estaba inestable cuando me paré y me preguntó por qué no se lo había dicho a nadie. Dijo que esta vez tenía que ir al hospital y llamó a su hermano. Decidieron que me llevarían al hospital el lunes. Luego se fueron.

No supe qué decir. Entonces recordé a Shifu. Me paré frente a su foto y exclamé: "Shifu, sé que esto no es una enfermedad. Pero mis hijos no son practicantes y quieren llevarme al hospital. No sé cómo explicar esto. El doctor no me entenderá. No quiero ir al hospital. Shifu, por favor ayúdeme".

Mi hijo mayor volvió más tarde y me aseguró: "Mañana el amigo de mi nuera vendrá a pasar la noche en nuestra casa. ¿Qué tal si vamos al hospital el martes? ¿Puedes esperar hasta el martes?".

Le respondí: "Por supuesto". Estaba tan feliz. Shifu me estaba ayudando. Sabía que estaría bien antes del martes. Mi cuerpo ya se sentía más ligero. Sabía que Shifu me había quitado lo malo, y tenía hambre.

Cuando mis hijos llegaron el martes temprano por la mañana, estaba completamente recuperada. Viéndome sonriente y saludable, mi hijo mayor se sorprendió y preguntó: "Mamá, ¿estás bien?". Sonreí y asentí con la cabeza. Mi hijo menor afirmó: "Aunque nadie más practique Falun Dafa, mamá todavía lo hará. ¡Es imposible detenerla!".

Mirando adentro

Mi nieta me trajo mucha comida el pasado agosto. Mi nuera más joven me invitó a almorzar con ellos, así que llevé la comida. Ella se molestó en cuanto supo que la comida era de mi nieta. Ignoré esto y le pedí a mis nietos que vinieran a comer. Los detuvo diciendo que mi nieta no respetaba a su esposo.

Me sorprendió escuchar esto. Comí varias albóndigas y volví a mi casa. Estaba disgustada. Les llevé comida, pero terminé causando problemas. Mi nuera era muy buena conmigo y nunca me había tratado así.

Shifu nos enseñó a mirarnos adentro cuando hay conflictos. Sabía que no estaba bien en algunos aspectos. Mis hijos eran todos muy buenos conmigo y rara vez me molestaban. Así que mi nuera me estaba ayudando a elevar mi xinxing. Esto era algo bueno y una inusual oportunidad de cultivación para mí.

En ese momento mi nuera apareció, trayendo comida que había cocinado, como si nada hubiera pasado. Ella expresó: "Mamá, por favor come". Cambió tan pronto como miré hacia adentro. ¡La cultivación es mágica!

Aclarando la verdad

He practicado Falun Dafa por más de 20 años, y estoy muy saludable. La mayoría de mis canas se volvieron negras. Voy en bicicleta a todas partes y le aclaro la verdad a la gente todos los días. Mis vecinos dicen: "Si quieres saber si Falun Dafa es bueno, por favor mira a la madre de Lao Xue. Esta anciana está cada vez más joven".

A menudo les digo a mis hijos: "Shifu me ha prolongado la vida. ¿Por qué? Para poder salvar a la gente. Shifu me salvó a mí, y yo tengo que salvar a otros". Mis hijos me entienden y me apoyan.

Mi hijo mayor me contó que cuando cenó con sus amigos militares, uno de ellos dijo: "Tu madre está muy sana. Va en bicicleta a todas partes y ayuda a la gente a renunciar al PCCh. Nos ayudó a dejar de ser miembros del PCCh y prometió que estaríamos a salvo". Mi hijo contestó: "Mi madre practica Falun Dafa desde hace 20 años y no toma ningún medicamento. No necesitamos preocuparnos por ella. Eso nos quita muchas de nuestras cargas".

Me preguntó: "Mamá, ¿fuiste a sus lugares de trabajo y los ayudaste a dejar al PCCh?". Le expresé: "No, no lo hice. Shifu arregló que vinieran a mí. A veces no los conozco, pero ellos me conocen y me saludan. Entonces, ¿no debería ayudarles a renunciar al PCCh? Especialmente a tus amigos que trabajan en los departamentos legales. Es muy importante para ellos saber la verdad". Mi hijo sonrió y siguió asintiendo.

Como vivo en esta ciudad desde hace mucho tiempo, los alcaldes, los secretarios del partido y los directores de varios departamentos me conocen. Algunos de ellos me han pedido que les ayude a renunciar al PCCh y me han presentado a más gente.

No he contado cuánta gente he ayudado a dejar el PCCh en los últimos 20 años. Salgo a aclarar la verdad todos los días. Me siento culpable si no lo hago. A veces nadie está de acuerdo en renunciar al partido.

Un día estaba lloviznando pero, a pesar de ello, salí en mi bicicleta. Pronto empezó a llover y encontré un refugio. Cuando pasó un hombre de mediana edad, lo invité a entrar. Cuando dijo que era miembro del PCCh, le aclaré la verdad y le ayudé a renunciar. Me dio las gracias repetidamente. Le pedí que agradeciera a Shifu Li porque él me pidió que salvara a los seres conscientes. Él contestó: "¡Gracias, Shifu de Falun Dafa!". Regresé a casa en bicicleta. Tan pronto como entré, empezó a llover muy fuerte. Exclamé: "¡Gracias, Shifu, por protegerme!".

Un día un taxista me dijo: "Señora, siempre leo su Semanario Minghui. Leí el folleto que me dio, "El propósito final del comunismo". Después de leer sus libros, siento que debería ser una buena persona. Ya no regateo con mis clientes. A una persona que no tenía mucho dinero, le conté que aprendí de los practicantes de Falun Dafa y que no le cobraría. La llevé a casa, pero insistió en pagarme".

También conocí a personas que no quieren escuchar. Rechazan mis materiales y me hablan mal. Un día en la puerta de la escuela, muchos padres estaban esperando a sus hijos. Le di un folleto a un hombre que se negó a aceptarlo y dijo: "Recibes una pensión del partido, pero continúas yendo contra el partido".

Contesté: "No, no estoy en contra del partido. Jiang Zemin (un exjefe del PCCh) aseguró que el PCCh debe destruir a Falun Dafa y comenzó la persecución".

Tan pronto como mencioné a Jiang Zemin, hubo un alboroto. Una persona indicó: "Jiang Zemin es un tipo malo. Le dio nuestra tierra a Rusia". Otro mencionó: "Dirigió el país con corrupción y mantuvo a muchos funcionarios corruptos".

Mientras se quejaban de Jiang Zemin, empecé a repartir folletos. Todos tomaron uno. Cuatro personas aceptaron renunciar al PCCh. Le di el último folleto a ese hombre. Él lo aceptó, pero no renunció al PCCh.

En otra ocasión le di un volante a un hombre que iba en un triciclo. Tiró todos mis folletos al suelo. No me enfadé y empecé a recogerlos. Un hombre a su lado se enfadó y expresó: "¿Qué te pasa? Está bien si no quieres leerlo. ¿Pero por qué tiras los folletos al suelo? Es vieja y las cosas no son fáciles para ella". Ese hombre no manifestó nada y se fue.

Salvando a la gente durante la pandemia

Este invierno la pandemia estalló y nuestra ciudad fue cerrada. Mis hijos se preocuparon por mí. Mi nuera más joven manifestó: "Mamá, por favor no salga y no invite a los practicantes a entrar. Los adultos no tenemos miedo, pero nuestros hijos son todavía jóvenes. Tenemos que tener cuidado". No le respondí nada.

Cuando regresé a casa, me di cuenta de por qué había instalado un calentador de gas el verano pasado —el Maestro lo había arreglado. Si no hubiera instalado el calentador, tendría que quedarme con mis hijos. El año anterior, mi hija insistió en que me quedara con ellos porque pensaba que no era seguro dejarme sola con un calentador de carbón encendido toda la noche. Tampoco quería que instalara un calentador de gas. Quería que viviera con ellos. Pero insistí e hice que instalaran el calentador de gas. Mi hijo menor lo entendió y exclamó: "Si mamá quiere un calentador de gas, que lo tenga. Un calentador de gas es fácil de manejar".

Cuando la zona residencial estaba cerrada, no era fácil salir. Era más fácil salir de mi casa. Ya que Shifu controla todo, ¿de qué debería tener miedo? Cuando mis nietos estaban durmiendo y mi nuera estaba ocupada, salí. Apenas había un alma en las calles. Puse carteles que aclaraban la verdad.

Me sentía mal cuando no salía a aclarar la verdad a la gente. Pero no quería hacerlo en secreto. Así que le expresé a mi nuera: "Quiero salir a hacer los ejercicios. No es bueno quedarse en casa todo el día. Si tienes miedo, no vengas a mi casa". Vio mi determinación y exclamó: "Por favor, usa una mascarilla entonces y no vayas demasiado lejos".

Había poca gente por ahí. Algunos vendedores de verduras, así que les aclaré la verdad y algunos aceptaron renunciar al PCCh.

Un día pasé por una zona residencial. Un hombre con una mascarilla en la puerta me estaba observando, así que me acerqué a él. "Te conozco", expresó: "Sigues teniendo el mismo aspecto, aunque hayan pasado muchos años".

"Falun Dafa me mantiene joven", dije. Él respondió: "No lo creí al principio, pero cuando vi que tu cabello se volvió negro, lo hice".

Le pregunté si era miembro del PCCh. Dijo que lo era, así que le propuse: "Por favor, renuncia al PCCh y serás bendecido. Toma un folleto y sabrás la verdad con más precisión".

"Si otras personas me dijeran eso, no les creería. Pero a ti te creo. Sí, estoy de acuerdo en renunciar al PCCh", afirmó.

Durante la pandemia, los practicantes no tienen dónde estudiar el Fa, así que los invité a mi casa. Mi hijo menor le mencionó a su esposa: "Por favor, no digas nada. Mi madre es una practicante de Falun Dafa". Así que no pronunció ni una palabra, ni siquiera cuando los practicantes venían a estudiar el Fa todos los días.

Mi nuera mayor señaló: "Mamá, antes no creía en Falun Dafa. Pero tengo que creerlo después de ver cómo has cambiado. De ahora en adelante, no tienes que preocuparte por nada más, excepto en cultivarte bien".