(Minghui.org) Soy un joven practicante y vivo en una de las grandes ciudades de China. Obtuve el Fa en 2012. El tiempo pasa volando. Dafa ha estado guiando mi vida durante siete años. 

Nací en la década de los noventa. Como la mayoría de los jóvenes de mi edad, fui sometido a un lavado de cerebro en la escuela por las mentiras del partido comunista chino (PCCh) y fui obligado a calumniar a Falun Dafa. Estaba en la universidad cuando obtuve el Fa. Estaba muy emocionado, sintiendo que finalmente encontré lo que había buscado con ansiedad durante muchas vidas: obtener la cultivación.

Siguiendo los principios de Dafa

Como joven y nuevo practicante, estaba ansioso por leer el Fa todos los días. Caminando por el campus o esperando en la fila del comedor, pasaba todo el tiempo leyendo el Fa, siempre y cuando no tuviera clase. Tenía ganas de estudiar el Fa, porque respondía a todas las preguntas que tenía sobre la vida y guiaba mi cultivación por el camino que lleva a un Buda. Para mí, nada en el mundo es más importante que la cultivación en Dafa.

Tuve tres compañeros de cuarto en la universidad. Uno de ellos era un marginado social y no prestaba atención a la higiene personal. Cuando obtuve el Fa por primera vez, pensé que no debía mirarlo de esa manera, así que empecé a pasar más tiempo con él, comiendo y estudiando juntos. Alguna vez era malo conmigo, y otra vez me pedía que le pagara la comida, pero no me molestaba.

Mis otros compañeros de cuarto se reían de mí, creyendo que yo buscaba problemas. No me conmoví y solo seguí los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Nada es una coincidencia para un practicante -cada prueba es para mejorar mi xinxing.

Rechazar los requisitos del PCCh 

Después de la universidad, me ofrecieron un buen trabajo con ingresos estables en una empresa estatal. El primer día de trabajo, los líderes me llevaron a cenar. Varios líderes me pidieron que bebiera por turnos (Nota del editor: en China, la gente a menudo obliga uno a otro a beber en la cena, y creen que van a perder la cara si lo niegan). Les dije que no bebo por mi creencia. Fui firme y no tuve miedo. Con la ayuda del Maestro, pasé la prueba.

Poco después, la compañía iba a organizar una fiesta. Envié pensamientos rectos durante mucho tiempo antes de la fiesta. Mi pensamiento era simple y sólido: No beberé en absoluto esta noche. Sorprendentemente, los organizadores prepararon todo tipo de refrescos, pero nada de alcohol. Esto nunca sucedió en la historia de la compañía. Los líderes beben alcohol en cada comida de negocios. De corazón le agradecí al Maestro por ayudarme a pasar otra prueba.

Mi trabajo consistía a escribir todo tipo de artículos para la compañía. El líder de mi departamento me pedía a menudo que escribiera piezas de propaganda para promover las políticas del malvado partido. El contenido estaba lleno de mentiras y exageraciones. Siempre hice lo mínimo. Una vez el líder me pidió que memorizara los llamados "valores básicos del socialismo" en 30 minutos, y me grabaron para un video de propaganda. En el video se suponía que lo recitaría, lo alabaría y hablaría sobre mi comprensión de ello basado en mi propia experiencia. El video iba a ser reproducido en muchos lugares. Pero me negué a hacerlo, lo que hizo que el líder se enojara.

Elegir el camino recto

Más tarde me dije: "Ya que este trabajo requiere que haga tantas cosas malas, ¿por qué debería conservarlo?". Hablé con mis padres sobre dejarlo. Estaban muy en contra de la idea. Como gente común, no podían entender mi razonamiento. Pero, eventualmente dejé el trabajo, y este ambiente que estaba profundamente influenciado por el adoctrinamiento del PCCh.

Antes de mudarme a otra ciudad. Estaba un poco preocupado por no poder encontrar practicantes, y un nuevo trabajo. Sin embargo, el Maestro hizo arreglos para que me encontrara con un practicante, quien trató de aclararme la verdad sobre Dafa, el día que llegué a la nueva ciudad. También encontré un mejor trabajo un mes después. Mi salario era el doble que antes. Me di cuenta de que mientras yo escogiera el camino recto, y mis motivos fueran rectos, el Maestro arreglaría todo para mí.

Había muchos practicantes. Creamos un grupo de estudio del Fa e hicimos las tres cosas juntos. Cuando tengo tiempo, hago llamadas telefónicas para aclarar la verdad. Una noche, estaba en camino de enviar por correo ordinario algunos materiales de aclaración de la verdad, alguien se me acercó y me dio una tarjeta telefónica. Sorprendentemente, había perdido esta tarjeta hace meses, y no la pude encontrar, aunque busqué por todas partes. Además, estaba oscuro, y estábamos en la puerta de un gran centro comercial con mucho tráfico. ¿Cómo pudo esa chica ver la tarjeta en el suelo? Debe ser el Maestro quien me devolvió la tarjeta.

Siguiendo los principios del Fa

En mi trabajo diario, siempre seguí los principios del Fa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Aunque a veces, el supervisor me asignaba trabajo extra.

Maestro dijo:

"Estos empleados y operarios, después de estudiar vuestro Falun Dafa, llegan temprano y se van tarde, trabajan respetuosa y diligentemente, hacen bien cualquier trabajo asignado por sus jefes y no se pelean mas por beneficios y ventajas" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Por lo tanto, nunca rechazo ninguna tarea adicional. Cuando surgen conflictos, a veces no puedo evitar discutir con la gente. Pero a menudo me detengo cuando recuerdo las palabras del Maestro:

"Al enfrentarnos con este tipo de conflicto, primero debemos mantenernos serenos y tranquilos, no debemos tratarlo igual que él. Por supuesto, podemos explicarle con benevolencia y no habrá inconveniente en aclarar el asunto, no obstante, tampoco debes apegarte demasiado a esto" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

También intento aprovechar cada oportunidad para aclarar la verdad a mis compañeros de trabajo. Algunos han cambiado su actitud hacia Dafa.

Al recordar mi camino de cultivación, me arrepiento de las cosas que no he hecho bien. Sé que no hice bien muchas cosas. Debo apurarme y seguir el proceso de la rectificación del Fa, disciplinarme rigurosamente con el Fa, deshacerme de cualquier apego y hacer bien las tres cosas.