(Minghui.org) Después de haber sufrido dos décadas de persecución por su fe en Falun Dafa, en la localidad de Boluo, provincia de Guangdong, una mujer desapareció desde marzo de 2020. Su amiga sospecha, que esta mujer que era maestra, fue arrestada nuevamente por su fe y está llamando a la comunidad internacional para ayudarla en su rescate.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina espiritual y de meditación que ha sido perseguida por el PCCh desde 1999.
La Sra. Yan Ping solía enseñar en una escuela primaria local. A pesar de que era muy popular entre sus alumnos y una excelente maestra, la oficina de educación la despidió después de que fue sentenciada a prisión en 2016 porque se negó a renunciar a su fe.
Sabiendo que Yan ha estado luchando financieramente, una de sus amigas intentó contactarla en marzo de 2020, para contarle sobre una oportunidad de trabajo, solo para descubrir que Yan estaba desaparecida desde hacía varias semanas.
Dos décadas de arrestos, detenciones y torturas
En los últimos 20 años, Yan, nativa de la ciudad de Macheng, provincia de Hubei, fue objeto de ataques reiterados por su fe en Falun Dafa e incluso fue torturada casi hasta la muerte.
Fue arrestada por primera vez en diciembre de 2000 porque apeló por Falun Dafa en Beijing. Después de que la llevaron de regreso a Macheng, la policía la pateó y la obligó a arrodillarse. Un oficial sacó gran parte de su cabello. Fue detenida durante cuatro meses y obligada a pagar 2100 yuanes en gastos de manutención al centro de detención.
El 29 de septiembre de 2002, Yan fue arrestada nuevamente por hablar con personas fuera de un cine cuando mostraba películas que difamaban a Falun Dafa. Hizo una huelga de hambre en el centro de detención de Macheng para protestar por la persecución y fue alimentada a la fuerza. Varios de sus dientes se cayeron cuando los guardias le abrieron la boca. También la ataron, en la posición de águila extendida en su lecho de muerte, hasta que perdió el conocimiento.
Más tarde, la policía la envió al campo de trabajos forzados de Shayang durante un año. Los guardias a veces la privaron de dormir y la obligaron a pararse o ponerse en cuclillas todo el día. También se vio obligada a realizar trabajos intensivos no remunerados, incluido el trabajo agrícola, la fabricación de auriculares y la fabricación de luces de Navidad. Los guardias no la dejaban dormir si no terminaba su cuota diaria.
Más tarde, Yan se mudó al condado de Boluo, provincia de Guangdong, con su esposo. Luego fue arrestada el 21 de julio de 2011 por distribuir materiales sobre Falun Dafa.
La policía saqueó su casa frente a su esposo y su hijo de sexto grado. El niño estaba tan asustado que no pudo comer durante un día entero. Su esposo también estaba estresado después de su arresto: él perdió peso y se desplomó en unos pocos días, parecía viejo y cansado.
En agosto, ella fue enviada al centro de lavado de cerebro de Sanshui en la ciudad de Guangdong y permaneció allí durante casi un año. Se vio obligada a mirar videos difamando a Falun Dafa durante el día y dos miembros del personal la vigilaba durante todo el día. Su escuela también le retuvo el pago por mérito de 10.000 yuanes.
Las autoridades continuaron acosándola de vez en cuando y le exigían que escribiera informes de sus pensamientos reflexionando sobre sus errores al practicar Falun Dafa.
El 23 de abril de 2016, Yan fue arrestada nuevamente por estudiar las enseñanzas de Falun Dafa con practicantes locales. Debido a que inició una huelga de hambre para protestar por el arresto arbitrario, los guardias del centro de detención le esposaron las manos y los pies para no poder ponerse de pie. Cuando le aflojaron las esposas unas semanas más tarde, ya no podía pararse o caminar.
Ilustración de la tortura: manos y pies esposados
El 19 de septiembre de 2016, el tribunal de distrito de Huicheng celebró una audiencia secreta para ella sin informar a su familia. Ella apareció en la corte en una silla de ruedas.
Más tarde, el juez la sentenció a un año y medio de prisión, con una multa de 5000 yuanes. El 16 de enero de 2017, dos días antes de ser transferida a la prisión para mujeres de Guangzhou, la oficina de educación de la provincia de Boluo despidió a Yan.
En la prisión, fue constantemente privada de sueño, se le negó el uso del baño y fue obligada a realizar trabajos no remunerados. A veces los guardias la obligaban a sentarse en un pequeño taburete sin moverse durante largos períodos de tiempo y a veces la obligaban a copiar a mano materiales de lavado de cerebro. Sus dedos derechos casi se incapacitaron como resultado de esta tortura.
Cuando fue liberada de la prisión, su cabello se volvió gris y a menudo sufría dolores de cabeza, mareos y sudoración excesiva.
El tribunal congeló su cuenta bancaria para obligarla a pagar la multa de 5000 yuanes.
Las autoridades acosaban constantemente a Yan e instalaron varias cámaras de vigilancia fuera de su departamento.
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Categoría: Hechos de la persecución
