Qué aprendimos de las órdenes del PCCh de destruir las muestras del virus y retener la información sobre la pandemia

(Minghui.org) La oficina de información del consejo de estado en China publicó un documento titulado “El desarrollo de la salud pública de China como un elemento esencial de los derechos humanos” el 29 de septiembre de 2017. El documento declaraba: “China estableció el sistema online de informes directo para notificar epidemias y emergencias de salud pública más grande del mundo en 2015, y el tiempo promedio de respuesta ha sido acortado de cinco días, antes de la presentación del sistema, a cuatro horas”

Esto nos hace preguntar por qué la pandemia actual del coronavirus no fue reconocida públicamente por los líderes máximos del partido comunista hasta un mes después de que brotó en Wuhan a fines del año pasado. Curiosamente, se realizaron dos simulacros de respuestas a una epidemia poco antes del brote, en julio de 2019 y septiembre de 2019, respectivamente, y el segundo simulacro ocurrió en Wuhan.

¿Por qué el sistema de informes directo y los simulacros fallaron en lograr su propósito de alertar rápidamente a la gente de una crisis de salud pública? Una de las razones es que muchas de las cosas que hace el PCCh es para montar un show político. Por eso, cuando las crisis verdaderas estallan, a los funcionarios del PCCh les ordenan priorizar la agenda política del PCCh por sobre el bienestar de los chinos. Para poder mantener su poder, el partido se vuelca a la censura y el engaño.

Un documento recientemente recibido por Minghui.org revela que la comisión nacional de la salud de China emitió órdenes de destruir las muestras de coronavirus y prohibió las discusiones relacionadas al tema durante la crisis.

La política de la comisión nacional de la salud

Un documento emitido el 22 de febrero de 2020, por la comisión de la salud provincial de Heilongjiang, citando las políticas de la comisión nacional de la salud de China.

El anuncio de arriba emitido por la comisión de la salud provincial de Heilongjiang, cita una notificación de la comisión nacional de la salud (documento 2020 No.3), el cual dice que las muestras biológicas deberían ser manejadas de la siguiente forma:

1) Ninguna institución tiene permitido proveer muestras biológicas, patógenos, cultivos o información relacionada a ninguna organización o individuos a menos que sea autorizado por una comisión de nivel provincial o más arriba.

2) Instituciones o individuos que han obtenido muestras biológicas de instalaciones médicas o CDC locales antes de este anuncio deberían destruir inmediatamente las muestras o enviarlas a las oficinas de un CDC de nivel municipal.

3) Durante el periodo del trabajo para controlar la enfermedad, los datos sobre la detección o investigación del patógeno están clasificados como “información especial”. Ninguna institución o individuo tiene permitido revelar los resultados de la detección o investigación del patógeno; la publicación de los resultados de tales investigaciones, tienen que ser revisados y aprobados por un departamento asignado.

Estos tres puntos son consistentes con la manera en que los funcionarios de Hubei y Wuhan encubrieron los casos de coronavirus, sugiriendo que son parte de la política nacional de los líderes máximos del PCCh que llega a todos los niveles de los departamentos de salud. Basado en esto, los diagnósticos y reportes sobre los casos de coronavirus necesitan aprobación de nivel provincial.

La política arriba mencionada ayuda a explicar por qué los números de casos y muertes confirmados son relativamente bajos en China. También ha habido reportes de pacientes de coronavirus que fueron reingresados con otras enfermedades o simplemente no fueron informados.

Diferenciando el partido comunista de China país

China es manejado por el PCCh, el cual penetra todos los niveles del gobierno y las empresas estatales. Los datos oficiales del coronavirus son compilados y reportados por funcionarios del PCCh en cada nivel gubernamental.

En cada nivel, el secretario del partido tiene un rango superior que el jefe administrativo de este nivel. Por ello, el PCCh tiene la última palabra sobre la salud pública y por sobre muchas otras políticas críticas. En el caso de la pandemia del coronavirus, el PCCh está mas preocupado por mantener su propio poder y reputación.

El PCCh ateo prospera entre violencia y engaño. De ninguna manera su ideología representa la cultura tradicional china que ha definido a China por más de 5000 años. Como resultado de las décadas de adoctrinamiento del PCCh, muchos chinos confunden al PCCh con China.

PCCh: Un lobo con ropa de oveja

Mientras la pandemia se desplegaba en los meses anteriores, mucha gente llegó a entender cómo el PCCh encubrió el brote. Pero estas tácticas no son nuevas. De hecho, el régimen ha estado engañando a la gente desde que tomó el poder varias décadas atrás – diciendo servir a la gente pero dañando a quien sea que interactúa con este.

Dichas prácticas se remontan al origen del partido comunista. Eruditos han encontrado que el comunismo derivó de los Iluminati, una sociedad secreta satánica lanzada en 1776 en la actual Alemania. Su organización asociada, la Sociedad Fabiana, tenía un logo de un lobo con ropa de oveja.

La naturaleza engañosa del PCCh es similar a una historia contada en la antigua literatura china. “La piel pintada” es una historia de Liaozhai Zhiji (Cuentos extraños de un estudio chino) por Pu Songling.

La historia trata de un joven erudito llamado Wang Sheng quien se encontró con una bella joven. Wang se la llevó a vivir con él. Un día, Wang encontró la puerta de la habitación de ella cerrada, así que espió por la mirilla. Dentro de la habitación, vio a un fantasma pintando una piel humana, al terminar, se la puso y volvió a ser una mujer. Mas tarde, el fantasma lo mató y se comió su corazón.

“¡Qué tonto! La gente a veces confunde un fantasma por una belleza y descarta la sabiduría como tontería… la relación de causa efecto existió en toda la historia – es solo que algunas personas son demasiado tontas para entenderlo”, Pu escribió al final de la historia.

Después de haber sufrido tanto por la pandemia del coronavirus, espero que más gente aprenda la lección y no sea engañada por el PCCh de nuevo.