(Minghui.org) Nos cultivamos en el mundo mundano entre pequeñas cosas. Pero en el camino de cultivación de nadie, existen asuntos "pequeños".
Mi vida es bastante simple. Salgo con una compañera practicante para dar a conocer la persecución a la gente por la mañana, estudio las enseñanzas del Fa por la tarde y luego preparo la cena.
Mi nuera se rompió el pie y necesitaba ayuda. No quería preocupar a su madre, así que ella y mi hijo se mudaron con nosotros. Fue un inconveniente para mí, ya que no podía salir con mis compañeros practicantes durante el día porque tenía que cuidarla.
Pensé que, como soy una cultivadora, es normal ser bondadosa con mi nuera. Un día, mientras le hacía albóndigas, de repente sentí pena por ella. Le dolía mucho, pero tenía que mostrar que no le pasaba nada cuando llamaba a su madre. Tiene un buen corazón y no quería que su madre se preocupara.
De repente sentí que realmente debía cuidarla bien y ayudarla a sentirse mejor. Fue un sentimiento que provino del interior de mi corazón. No fue solo porque soy una cultivadora y debía ser bondadosa. En cuanto abandoné mi ego, de repente, experimenté la maravilla de la compasión.
Diez días después, su madre se enteró de lo sucedido y se llevó a su hija a su casa. Mi horario volvió a la normalidad.
Con los compañeros practicantes
La compañera practicante Yan y yo trabajamos muy bien juntas, pero recientemente se mudó a otra ciudad. Entonces me uní a otro equipo. Me tomó un tiempo acostumbrarme a salir con la practicante Hua, ya que me interrumpía a veces cuando conversaba con otros y me causaba algunas interferencias.
Compartí con ella cómo trabajaba con Yan, y que cuando una aclaraba la verdad, la otra enviaba pensamientos rectos. Hua me dijo que me estaba enfocando demasiado en el resultado, que cuando trabajaba con otra practicante, siempre hablaban con la gente y las cosas salían bien.
No respondí, pero instantáneamente dejé de querer salir con ella. Cuando me tranquilicé, más tarde, miré hacia dentro para ver por qué me sentía incómoda. ¡Era porque me faltaba benevolencia!
El Maestro dijo:
“Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría” (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance).
Desarrollé resentimiento y quería dejar de trabajar con otra practicante porque no obtuve el resultado que quería. ¡Qué egoísta y poco benevolente fui!
Shifu nos enseñó:
“¿Entonces qué caracteriza el estado de su mente? La tolerancia, una tolerancia sumamente inmensa, siendo capaces de aceptar a otros seres y realmente pensar desde el punto de vista de otros seres. Esto es algo que muchos de ustedes en su cultivación no han alcanzado aún, pero gradualmente lo están entendiendo y logrando. Cuando otro dios propone una idea, no se impacientan por rechazarlo o por expresar sus propias ideas, ni tampoco creen que sus propias ideas son buenas. En cambio, miran cuál sería el resultado final del plan propuesto por otro dios. Los caminos son diferentes –el camino de cada uno es diferente– y las verdades que los seres validan y a las que se iluminan en el Fa son diferentes también, pero los resultados muy bien podrían ser los mismos. Es por eso que ellos miran los resultados, y si el resultado de la idea de un dios puede alcanzar el objetivo, si realmente puede alcanzarlo, entonces cada uno lo seguirá. Así es como los dioses piensan. Además, si algo parece faltar, ellos sin poner condiciones y de forma silenciosa lo complementarían para hacer así las cosas más completas y perfectas. Es de esa manera como ellos manejan las cosas” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002).
Shifu nos dijo hace mucho tiempo cómo cooperar con los compañeros practicantes. Me sentí avergonzada de todavía no haber alcanzado el estándar debido a mi egoísmo.
La noche que terminé de escribir este artículo tuve el sueño de tener que hacer un examen. Antes de que se agotara el tiempo, noté que me había saltado una pregunta que representaba el 30% de la puntuación final. Entonces vi que la pregunta estaba en inglés, que no entendí. Tomé la respuesta de un compañero de clase y comencé a copiarla. El compañero de clase dijo: "Incluso si pasa el examen y va a la universidad, su base no es sólida ya que copió la respuesta de otra persona".
Después de despertar, me di cuenta de que el tiempo me apremiaba a cultivar la compasión, que copiar la respuesta de otra persona no puede ayudarme a cumplir mi misión. Realmente necesito prestar atención a cada uno de mis pensamientos, cultivar mi egoísmo y cultivarme bien, con compasión.
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Categoría: Mejorándose uno mismo