(Minghui.org) El antiguo pueblo chino creía que la armonía entre el Cielo, la Tierra y el hombre era esencial para una vida y una sociedad prósperas, y que cualquier discordia podía dar lugar a desgracias como plagas, desastres naturales y guerras. Una vez que esa armonía se restablecía, el enfermo o la sociedad se curaban y prosperan de nuevo.

A continuación, presentamos algunos milagros que ocurrieron durante las antiguas plagas.

La historia de Xin Gongyi

La historia de Xin Gongyi, jefe de Minzhou durante la Dinastía Sui, fue documentada en Song Feng Suo Yi (Sobre las epidemias de Songfeng), un libro escrito por el epidemiólogo Liu Kui en la Dinastía Qing.

Liu creía que una epidemia era causada por la energía viciosa. Además, proporcionó una variedad de tratamientos basados en la medicina tradicional china, también enfatizó en la relación entre la mente y el cuerpo. Aconsejó a sus pacientes que mantuvieran una mente recta, que tuvieran menos estrés y que se abstuvieran de complacerse.

Liu también dio el ejemplo de Xin Gongyi en su libro.

Xin no solo cumplía bien con su deber, sino que también estaba dispuesto a tomar la iniciativa para ayudar a la gente. En aquella época, después de que alguien caía enfermo, toda la familia abandonaría al paciente y se trasladaría a otro lugar por seguridad. Abandonado y sin atención, el paciente a menudo moría.

Al encontrarse con tales situaciones durante su inspección, Xin llevaba al paciente a su recinto de oficinas y hacía los arreglos necesarios para que la persona fuera atendida.

Durante un verano, cientos de personas se infectaron a causa de una epidemia y su recinto de oficinas estuvo plagado de pacientes. Para conseguir espacio para más pacientes, Xin se mudó a la zona del comedor, donde trabajaba durante el día delante de los pacientes y dormía en un catre por la noche. También gastó todos sus ingresos en la compra de medicamentos y en encontrar médicos para tratar a los pacientes. Al final, todos los pacientes de su recinto de oficinas se curaron.

Xin reunió a las familias de esos pacientes y les explicó su comprensión de las enfermedades. Impresionados por el milagro, los lugareños aprendieron en adelante a cuidar de sus familiares enfermos.

En el libro, Liu atribuyó la salud de Xin a su carácter moral. "Xin Gongyi no se infectó porque fue recto y amable. Sirviendo como ejemplo para que otros oficiales lo siguieran".

Valores tradicionales en todas las culturas

Las bendiciones que evitaron que la gente se enferme se remontan al Antiguo Testamento. Durante el antiguo Imperio Romano, varias plagas estallaron después de que Nerón y sus sucesores persiguieron a los cristianos. La historia de San Sebastián, golpeado hasta morir por orden de Diocleciano, fue bien conocida a través de las generaciones.

En el año 680, la gente comenzó a reflexionar sobre la crueldad contra los cristianos, así como el declive moral general de la sociedad. Ese año, los ciudadanos de Roma llevaron los huesos de San Sebastián en una procesión por las calles. Mientras la gente se arrepentía de sus malas acciones, la plaga desapareció milagrosamente de Roma.

Cuando una plaga estalló en Venecia en 1575, murieron alrededor de 50.000 personas; de manera similar, una plaga ocurrió en Lisboa en 1599. En ambos casos, la gente marchó con los huesos de personas santas en arrepentimiento y las plagas cesaron.

La pandemia de hoy en día

La actual pandemia de coronavirus comenzó en diciembre de 2019 en Wuhan (China). El partido comunista chino (PCCh) encubrió el brote inicial, castigó a los que trataron de avisar a la sociedad y engañó al público con mentiras, lo que finalmente permitió que la epidemia se extendiera rápidamente al resto del mundo. Debido al papel del PCCh en la pandemia, algunos se refieren a la enfermedad como el virus del PCCh.

Incluso antes de esta pandemia, los historiadores registraron que el comunismo causó alrededor de 100 millones de muertes antinaturales en Rusia y China junto con otros países comunistas. Hoy en día, las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo por el PCCh continúan y su infiltración en la sociedad occidental se ha intensificado.

De hecho, las estadísticas han demostrado que los países, las comunidades y los individuos que tienen vínculos estrechos con el régimen del PCCh son muy susceptibles al virus del PCCh. A medida que practicamos el distanciamiento social entre nosotros, distanciarnos del PCCh y ponernos del lado de la bondad puede ser invaluable para nuestra salud y seguridad.

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