(Minghui.org) El próximo 25 de abril se cumple el vigésimo primer aniversario del llamamiento pacífico de 10,000 practicantes de Falun Dafa frente a la oficina de peticiones de China por el derecho básico a practicar su fe.

Como participante de la apelación de ese día, siempre me siento un poco sentimental en esta época del año.

El partido comunista chino lanzó oficialmente una campaña nacional contra Falun Dafa en julio de 1999, tres meses después de la apelación. A medida que la persecución continúa sin cesar después de 21 años, el espíritu del llamamiento monumental sigue inspirando a los practicantes de Falun Dafa dentro y fuera de China a defender su fe y perseverar en su búsqueda de la libertad y la verdad.

Según los datos disponibles recopilados por Minghui.org hasta el 20 de julio de 2019, 86,050 practicantes de Falun Dafa habían sido arrestados ilegalmente, 28,143 habían sido enviados a campos de trabajos forzados, 17,963 habían sido condenados a prisión, 18,838 habían sido confinados en centros de lavado de cerebro, y 809 habían sido enviados a hospitales psiquiátricos, dejando a miles de familias destrozadas y separadas.

Hasta el 22 de abril de 2020, se confirmó que 4,408 practicantes de Falun Dafa habían perdido la vida por la persecución, y debido a la estricta censura de información y al encubrimiento en China, la cifra real de muertes probablemente sea mucho mayor.

Además, todavía continúa la horrible sustracción de órganos autorizada por el estado a practicantes vivos de Falun Dafa y sin consentimiento. Si bien es contrario a la tradición que los chinos donen sus órganos después de la muerte, los hospitales chinos realizan cirugías de trasplante consecutivas. Algunos hospitales anunciaron en sus sitios web que podían proporcionar un órgano compatible en solo dos semanas.

Según un estudio del Centro de Investigación de Sustracción de Órganos de China, se estimó que se podrían haber realizado hasta 1 millón de trasplantes en los últimos 20 años y que la mayoría de los órganos podrían provenir de practicantes de Falun Dafa.

El 17 de junio de 2019, un Tribunal Internacional independiente en Londres concluyó por unanimidad, después de una investigación de un año, que los presos de conciencia han sido, y siguen siendo, asesinados en China por sus órganos "en una escala significativa". El tribunal también concluyó que los practicantes encarcelados de Falun Dafa son "la fuente principal" de órganos para la sustracción forzada.

Ahora, mientras el mundo está luchando para hacer frente a la pandemia del virus PCCh, el régimen comunista chino todavía está ocupado persiguiendo a los practicantes de Falun Dafa.

Según informes anteriores de Minghui, 33 practicantes de Falun Dafa fueron condenados por su fe entre febrero y marzo de 2020, mientras que la mayor parte de China aún estaba cerrada para contener el virus.

A medida que las restricciones de viaje disminuyeron gradualmente desde mediados de marzo, otros 384 y 363 practicantes fueron arrestados y acosados en marzo, respectivamente.

Han pasado 21 años desde la "Apelación del 25 de abril". Además de la persecución en curso contra Falun Dafa, la perversa conducta del PCCh también ha llevado a la comunidad internacional a despertar a la verdadera naturaleza y el objetivo final de arruinar a la humanidad del PCCh.

En abril de 2019, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF) enumeró a China por vigésima vez como un "país de particular preocupación" por sus "violaciones sistemáticas, constantes y atroces de la libertad religiosa".

Ahora, la propagación del virus PCCh (coronavirus de Wuhan) en todo el mundo ha vuelto a exponer la naturaleza engañosa y agresiva del PCCh. Nunca ha habido una comprensión más unida en la comunidad internacional sobre el PCCh, y las masas de personas en China también están cada vez más claras sobre la causa raíz de sus sufrimientos.

Cuando el PCCh decidió desatar la persecución sin precedentes de Falun Dafa después del pacífico "25 de abril", es inevitable que una persecución tan violenta fracase ante una fe inquebrantable.

La "Apelación del 25 de abril", quedará registrada para siempre en la historia como un monumento a la perseverancia pacífica de los practicantes de Falun Dafa en la búsqueda de la libertad de fe.