(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1995. Durante los 20 años de persecución he experimentado tanto alegrías como tristezas. No hubiera podido transitarlos sin la protección del Maestro y la guía del Fa. Hay tantas cosas que me gustaría compartir con ustedes. He escrito algunas de mis experiencias que ocurrieron cuando estuve detenido en un campo de trabajo forzado.

"¡Te ejecutaremos esta noche!"

Una noche de diciembre de 2000, el jefe del campo de trabajo me llamó a su oficina. Cuatro agentes de la oficina 610 estaban allí. Uno de ellos dijo: "Tienes que tomar una decisión. Si renuncias a Falun Dafa, puedes irte a casa hoy. Si te rehusas, te ejecutaremos esta noche. El lugar de la ejecución está justo fuera del campo de trabajo. Después de matarte, enterraremos tu cuerpo y le diremos a tu familia que escapaste. Nadie sabrá si estás vivo o muerto. Es tu elección".

Sonreí y dije: "Soy tan afortunado de practicar Falun Dafa. ¿Cómo podría abandonarlo? Nada me hará dejar de practicar".

Un policía le dijo a los demás: "Llévenselo y mátenlo". Dos de ellos me agarraron de los brazos. Les dije: "No tienen que arrastrarme. Puedo caminar. No tengo miedo de morir". Cuando salí, empecé a recitar el poema del Maestro,

"Vivir sin expectativas,
morir sin arrepentimientos;
extinguiendo todo pensamiento excesivo,
cultivar el fo no es difícil"
(Sin existencia, Hong Yin)

Cuando llegamos a la puerta, el policía recibió una llamada telefónica. Su jefe le asignó una misión urgente y le dijo que pospusiera la matanza. Se me permitió volver a mi celda. El agente que vigilaba mi celda siempre fue amable conmigo y dijo: "Estaba muy preocupado".

El cielo lloró

Era un día soleado el 8 de mayo de 2001. El jefe del campo de trabajo trajo unos 30 policías a mi celda, y nos llevó a 18 practicantes fuera. Nos arrojaron al asfalto y empezaron a golpearnos y a pisotearnos. Pronto nos cubrieron de moretones y sangre. El cielo fuera de los muros del campo seguía siendo azul y el sol brillaba, pero sobre el campo caía una lluvia helada; hacía viento y empezaba a tronar y a relampaguear.

Mientras nos golpeaban, el jefe me dijo: "Practican Falun Dafa y tratan de ser una buena persona. Pero, prefiero tener cien ladrones encarcelados aquí que un buen practicante de Falun Dafa. Si todos se convirtieran en buenas personas, no tendríamos trabajo. Fumo dos paquetes de cigarrillos cada día y disfruto de un buen licor. Mucha gente tiene amantes. Si todos se convierten en buenas personas, ¿no cerrarán las prisiones? Hoy solo queremos disfrutar golpeando a las buenas personas".

Más tarde oí que el jefe del campo de trabajo murió de un derrame cerebral mientras hablaba con su amante por teléfono.

La preciosa oportunidad de leer el Fa

Lo más difícil de estar encarcelado era que no podía leer el Fa, especialmente las nuevas conferencias del Maestro. En julio de 2001, uno de los líderes del campo de trabajo, que era mi amigo cuando ambos estábamos en el ejército, vino a mi celda todos los días. Él me decía cuántos practicantes habían sido "transformados".

Dijo: "Cada día 'transformamos' a unos 20 practicantes. Hasta ahora más de 400 han sido 'transformados'. Muy pocos se han negado. ¿A qué estás esperando? Si te 'transformas', lo tendrás más fácil y disfrutarás de una buena comida. Tu sentencia será reducida. Si te rehusas, tu dieta será horrible, peor que la de los condenados a muerte y serás torturado. No eres joven. ¿Por qué quieres sufrir?".

Le dije: "Me gustaría hablar con los que fueron 'transformados'. ¿Puedes arreglarlo?". Estaba feliz y dijo: "Esto es bueno. Deberías escucharlos. Te pondré con ellos durante 7 días. Después de 7 días debes decidirte". Estuve de acuerdo, pero pedí que no me molestaran durante esos 7 días.

En mi camino a su celda me encontré con el subjefe del campo de trabajo. Me dijo: "Te respeto mucho. Pero si aceptas 'transformarte', te despreciaré". Le dije que no se preocupara.

Me dejaron hablar con dos hombres que habían sido "transformados". Como tenían muy malas intenciones, era difícil hablar con ellos. Le pedí ayuda al Maestro en silencio: "Maestro, quiero estudiar el Fa y leer Sus nuevas conferencias. Por favor, haga arreglos para que otras personas me hablen. Es importante leer el Fa para mejorar mis pensamientos rectos. Por favor, ayúdeme, Maestro".

Hablé con dos mujeres esa tarde. Les pregunté si tenían las nuevas conferencias del Maestro y trajeron lo que tenían. Leí los nuevos artículos y Zhuan Falun. Después de 7 días, mi corazón estaba lleno de Fa. Sabía que podía pasar cualquier prueba.

Esa noche, mi examigo me preguntó si estaba listo para "transformarme". Le dije: "Practico un gran Fa. ¿A qué quieres que me 'transforme'?". Él estaba muy enojado y dijo: "Prepárate para 'el pequeño taburete'". (Nota del editor: Ser obligado a sentarse en un pequeño taburete durante mucho tiempo es una tortura física común en los campos de trabajo chinos).

Al día siguiente me pusieron en una celda de aislamiento, y me obligaron a sentarme en un taburete de 12 centímetros de alto con una superficie de doce por tres centímetros. Dos personas me observaron desde las 6 a.m. hasta la medianoche. Durante 18 días, me obligaron a sentarme en el taburete durante 18 horas al día.

En la mañana del 18, mi examigo se detuvo y me dijo: "No te sientes en él". Lo repitió varias veces, pero yo lo ignoré. Después de que los guardias me llevaron a una cama, me preguntó: "¿Ya estás listo para 'transformarte'?". Le dije: "Déjame recitar un poema que he escrito".

Me levanté y dije: "Los discípulos de Dafa se resisten pacíficamente a la persecución y se cultivan en el sufrimiento. No tenemos miedo a la violencia, porque buscamos la verdad. Durante varios años, hemos eliminado el mal con pensamientos rectos. Mantendremos Verdad-Benevolencia-Tolerancia en nuestras mentes. Además de salvar a la gente no tenemos ninguna otra búsqueda. Negamos completamente las viejas fuerzas. Nuestra rectitud permanecerá en el universo para siempre. Agradecemos al Maestro por Su salvación. Su benevolencia resonará en todo el universo para siempre".

Mi examigo se quedó sin palabras. Se quedó allí en silencio durante un rato y luego se fue.

Todo el mundo sabe que el pequeño taburete es una tortura. La mayoría de la gente no podría soportarlo por más de 2 horas. Algunos pueden aguantar 1 o 2 días. Lo más largo que oí fue de 3 días. Pero me obligaron a sentarme en el pequeño taburete durante 18 días. Algunas personas me preguntaron qué tan doloroso era. Les dije que no sentía ningún dolor porque todo el tiempo que estuve sentado allí estuve recitando todos los artículos y poemas del Maestro que había memorizado. Los recité más de 2.000 veces en 18 días, y cada día envié pensamientos rectos una docena de veces. Me sentí inmerso en el Fa. Tengo una creencia 100% sólida en el Maestro y en el Fa. Aunque mi cuerpo está en el mundo humano, mi corazón no lo está. ¿Cómo podría sentir dolor? En realidad fue el Maestro quien soportó todo el dolor por nosotros.

"Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo"
(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II)
)

Me niego a ceder

En el otoño de 2002, fui brutalmente torturado. Mi cuerpo estaba cubierto de moretones. No podía moverme; solo podía estar en la cama. Un día, el jefe y 12 policías vinieron a mi habitación. Me dijo: "Mi examigo, he venido a verte. Mírate, torturado así. De todos los practicantes de este campo, eres el que más ha sido torturado. Dime por qué quieres sufrir tanto. Si me escuchas, puedo dejarte ir a casa mañana".

Levanté la cabeza y dije: "¿Quieres que te escuche? Persigues a los practicantes. Si te sigo, ¿no dejaría de practicar?".

No sabía qué decir. Después de mucho tiempo, dijo: "Adelante, practica. No voy a interferir contigo". Le dijo a sus subordinados: "De ahora en adelante, no interfieran con él. Déjenlo practicar Falun Dafa". Se fueron.

Mi ambiente se volvió menos exigente y se me permitió caminar libremente.

"¿Cómo podría odiarte?"

Un día en el invierno de 2002, el jefe del departamento de educación vino a mi celda. Me dijo: "Tienes una buena reputación en tu lugar de trabajo. ¿Por qué practicas ese Falun Dafa?". Le dije: "Aunque eres un jefe de departamento, estás por debajo de esos reclusos. No perjudicaron a Dafa ni persiguieron a los practicantes. Aunque hayan cometido algunos errores, aún pueden ser salvados. Usted calumnia a Dafa y persigue a los practicantes. Has cometido crímenes graves". Su cara se puso roja y se fue.

Esa noche me llamó a su oficina. Me rehusé a seguir el camino que los reclusos están obligados a seguir. Me golpeó con rabia. Me levanté y empecé a enviar pensamientos rectos. Continuó golpeándome durante 10 minutos hasta que se agotó. Le dijo a un policía que me encerrara, y luego fue a la clínica para una inyección porque se sentía mal después de golpearme tan fuerte.

Después de que se fue, su subordinado me sacó del encierro y me llevó de vuelta a mi celda. Mientras el jefe del departamento de educación me golpeaba, vi a través de mi tercer ojo que en realidad era un lagarto de 2 metros de largo. En otra dimensión mis pensamientos rectos lo hirieron, así que huyó.

Se puso muy enfermo. Le dijo al doctor que estaba equivocado y que se disculparía conmigo más tarde. Se quedó en la clínica durante tres días. Después de salir del hospital me dijo que no tenía intención de golpearme tan fuerte. Me preguntó si lo odiaba. Le dije: "¿Por qué iba a odiarte? Si te odio, ¿no seré igual que una persona común y corriente? Los practicantes no tienen enemigos. Tratamos a todos con compasión, y nuestra misión es salvar a la gente".

Todo cambia con un solo pensamiento

En agosto de 2003, tuve una fiebre de 40 grados durante 18 días. No podía comer ni beber y perdí mucho peso. El campo de trabajo estaba preocupado de que muriera, así que decidieron liberarme. Los agentes de mi comisaría local y de la oficina del gobierno local no quisieron recogerme. Mi esposa estaba enojada conmigo y se negó a recogerme. Finalmente mi hija vino. Mi apartamento estaba en el 6º piso. Encontró a 2 jóvenes para llevarme. Mi esposa llamó a todos los parientes y les pidió que vinieran. Después de que se reunieron, mi esposa dijo: "Míralo. Si no lo enviamos al hospital, puede morir". Todos estuvieron de acuerdo en que me llevaran al hospital, y algunos le dieron dinero para los gastos del hospital.

En ese momento, me desperté. Dije en voz alta, "Por favor, escúchenme. ¿Quieren que muera o que viva? Si quieren que muera, entonces llévame al hospital. Si quieren que viva, entonces dame 3 días y me recuperaré. En ese malvado centro no se me permitió bañarme o ducharme durante 3 años. Necesito tomar un baño y tener una buena comida. Me recuperaré completamente. Dentro de 2 semanas visitaré a mi hija mayor en Guangzhou".

Todos estuvieron de acuerdo. La cuarta mañana me levanté de la cama. Salí solo y fui a una ducha pública. Los vecinos se sorprendieron al verme caminando por ahí. Intenté lavar toda la suciedad del campo de trabajo. Quería leer el Fa y hacer los ejercicios; quería que mis amigos, parientes y vecinos vieran el asombroso poder de Dafa, que fueran testigos de la compasión ilimitada del Maestro y de la sólida creencia y voluntad de los discípulos de Dafa.

Quince día después de mi liberación, tomé el tren a Guangzhou.

"¡Nos causas problemas porque te niegas a 'transformarte'!"

En mayo de 2004, fui arrestado de nuevo, y encarcelado en un centro de detención durante 2 semanas. Aproveché cada oportunidad para aclarar la verdad todos los días. Cuatro personas de nuestra celda, incluyéndome, no tuvimos que hacer el trabajo pesado. Cuando los reclusos preguntaron por qué, el policía dijo, "A tiene dinero, B tiene conexión con nuestro jefe, y C tiene poder político. Aunque el Sr. Wu (hablando de mí) no tiene nada, practica Falun Dafa. No dejará de practicar aunque alguien amenace con cortarle la cabeza. Si eres tan bueno como él, tampoco tendrás que hacer el trabajo pesado".

El día 15 me condenaron a 3 años en un campo de trabajos forzados. Le pedí ayuda al Maestro en silencio. Dije: "Maestro, no quiero volver a ese malvado lugar. He oído que no hay practicantes en el pueblo de mis padres. Debería ir allí y aclarar la verdad. Por favor, ayúdeme a salir de aquí".

Cuando me llevaron al campo de trabajo, el nuevo jefe se negó a llevarme. El nuevo jefe dijo: "¡Tú! Vete, cuanto más lejos mejor. Nos causas problemas porque te niegas a 'transformarte'".

Así como así, dejé mi casa y comencé a repartir materiales para aclarar la verdad en la zona sur de la provincia de Liaoning.

Estas son solo algunas de mis experiencias. No puedo devolverle al Maestro su benevolente salvación. Solo puedo transitar bien el resto de mi camino de cultivación y salvar a más seres conscientes.

El Maestro dijo:

"Si tienes un perspicaz entendimiento de Dafa, te iluminas cuidadosamente, guardas bien tu xinxing en todo momento y practicas diligentemente la cultivación real, puedes aguantar el sufrimiento de los sufrimientos y tolerar lo difícil de tolerar, entonces, yo pienso que definitivamente triunfarás en la cultivación.

Para cultivar el gong hay un camino,
el corazón es el sendero.
Para llegar al Dafa ilimitado;
las amarguras son el barco"

(Capítulo Tercero, Falun Gong)

Me cultivaré diligentemente y cumpliré mi voto histórico.