(Minghui.org) Todo en esta sociedad humana es una ilusión. Lo único real y eterno es la cultivación en Falun Dafa, y que los practicantes ayuden al Maestro a rectificar el Fa, y a salvar a los seres conscientes.

Nuestra ciudad fue cerrada el día del Año Nuevo Chino. La pandemia del coronavirus ha puesto la vida del pueblo chino patas arriba, rompiendo las nociones rígidas.

Todo se vuelve posible. Creo que el Maestro controla todo, y arregla todo para nosotros.

La protección del Maestro

A finales del año pasado y principios de este año, mi hijo y yo fuimos a un lugar cerca del Hospital Jinyintan en Wuhan en 3 ocasiones. También visitamos un mercado de frutas, cercano al mercado de mariscos donde la gente cree que se originó el coronavirus. Nos quedamos en Wuhan durante 6 días. Me sentí incómoda, y mi hijo tenía dolor de cabeza y de garganta cada vez que íbamos a Wuhan.

En la mañana del 3 de enero de 2020 tuve un terrible dolor de cabeza, y dolor de garganta cuando me desperté. Practiqué los ejercicios durante 1 hora, y envié pensamientos rectos durante un tiempo. El dolor de cabeza desapareció, pero no me recuperé del dolor de garganta hasta que llegué a casa.

Me enteré por los programas de televisión que el coronavirus ya se había propagado mientras estábamos en Wuhan. Con la protección del Maestro, mi hijo y yo nos recuperamos rápidamente de los síntomas. Fui a trabajar, y mi hijo fue a la escuela todos los días, y la gente que nos rodeaba se mantuvo sana.

Estudio del Fa grupal

Un practicante que vive cerca venía a mi casa todos los días. Estudiamos el Fa y practicamos los ejercicios. Enviamos pensamientos rectos para disolver el miedo que teníamos y las sustancias malignas que manipulaban a mis vecinos y a los agentes del centro comunitario local. Nuestro grupo de estudio del Fa ha ido bien hasta ahora.

Luego una familia que vive cerca se enfermó con el coronavirus. Nuestra zona residencial fue cerrada con 2 agentes de seguridad apostados en la puerta de 7 a. m. a 10 p. m.

La familia del otro practicante se preocupó por ella e intentó evitar que viniera a mi casa. Ella los convenció de que estaba bien y vino a mi casa todos los días para estudiar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos conmigo.

La formación de un cuerpo

La madre de la amiga de mi hijo contrajo el coronavirus. No fue admitida en el hospital después de haber esperado 9 horas en el vestíbulo. Mi hijo publicó sobre esta situación, así como otras historias, en el sitio web del Epoch Times en chino y le dijo a la gente que no le creyera al gobierno chino. Pronto su madre logró conseguir una cama en el hospital debido a la exposición de los medios. Se recuperó de la enfermedad.

Una practicante quería distribuir materiales de aclaración de la verdad en la zona residencial donde vivía, pero tenía miedo porque era la única practicante en su zona y sería fácilmente blanco del mal.

El Maestro vio nuestro miedo y dispuso que otra practicante compartiera su entendimiento con nosotros en mi casa. Dijo que los practicantes de su zona residencial estudiaban el Fa todos los días y distribuían materiales de aclaración de la verdad en cada rincón de su zona. Ella no vio ningún material desechado por la gente. Los seres conscientes esperaban ser salvados. A pesar de nuestro miedo y preocupación, decidimos salir a distribuir materiales en mi área residencial.

Más tarde, la situación se hizo más difícil. Los guardias de seguridad estaban apostados en la puerta de mi zona residencial las 24 horas del día. Mi familia no me permitía salir. Enviaba pensamientos rectos cada día para disolver las sustancias malignas que impedían que los seres conscientes se salvaran. Una mañana temprano pude darle los materiales y Minghui Weekly a mi madre, que también es practicante.

Aunque a la gente de fuera de cada zona residencial se le impedía entrar en la zona, los residentes de la zona podían vaciar los cubos de basura o aceptar las entregas. Un practicante de mi zona iba a trabajar todos los días. Le pedí que entregara aclaraciones sobre la verdad a otros practicantes para que pudieran distribuir los materiales en sus respectivas áreas residenciales.

Generalmente vaciaba mi cubo de basura una vez cada 2 días. Resulta que me encontré con dos expracticantes. Creí que el Maestro había organizado esta reunión. Compartí mis entendimientos con ellos y les ayudé a entender por qué ocurrió esta pandemia de coronavirus, la necesidad de cultivarse diligentemente, y la importancia de salvar a los seres conscientes. Uno de ellos quería estudiar el Fa conmigo en mi casa. Le di un libro de Dafa y materiales de aclaración de la verdad a la otra practicante y la animé a cultivarse con diligencia.