(Minghui.org) El 4 de marzo de 2020, la ONG Freedom House, con sede en Washington D.C., publicó un nuevo informe "Libertad en el mundo 2020". En el informe, China figuraba como "uno de los 15 países con peor desempeño", con solo 10 sobre 100 puntos en la escala de libertad global.

El informe de Freedom House decía: "China siguió adelante con uno de los programas más extremos del mundo de persecución étnica y religiosa, y fue aplicando paulatinamente a la población en general e incluso a países extranjeros, técnicas que primero se probaron en minorías. La progresión ilustra cómo las violaciones de los derechos de las minorías erosionan las barreras institucionales y convencionales que protegen la libertad de todas las personas en una sociedad determinada".

Desde que llegó al poder hace 71 años, el partido comunista chino (PCCh) ha estado reprimiendo al pueblo chino para mantener su poder totalitario. Después de que ordenó la persecución a Falun Gong, una antigua disciplina espiritual, en 1999, el estado de los derechos humanos y el grado de libertad han seguido decayendo en China.

Durante los últimos 20 años consecutivos, Estados Unidos ha señalado a China como un país de especial preocupación por sus abusos contra los derechos humanos.

En el comunicado de prensa emitido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos el 20 de diciembre de 2019, titulado "Estados Unidos toma medidas contra los violadores de la libertad religiosa", se volvió a designar a China y a otros países como Países de Especial Preocupación bajo la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 por haber participado o tolerado violaciones sistemáticas, continuas y atroces de la libertad religiosa.

El gobierno de EE. UU. anunció designaciones de 68 personas y entidades en nueve países, por corrupción y abusos contra los derechos humanos en virtud de la Ley Global Magnitsky. Se impusieron restricciones de visa a funcionarios del gobierno chino y del PCCh por las violaciones.

"Ningún país, entidad o individuo debería ser capaz de perseguir a las personas de fe sin responder por ello", según el comunicado de prensa.

El 8 de enero de 2020, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) publicó su informe de 2019, que también declaró que las condiciones de los derechos humanos y el estado de derecho en China continuaron empeorando.

El informe citaba a Minghui.org diciendo que al menos 69 practicantes de Falun Gong murieron como resultado de la persecución del PCCh y que al menos 931 practicantes de Falun Gong fueron sentenciados ilegalmente a prisión en 2018.

Entre estos practicantes, el Sr. Song Zhigang, residente de la provincia de Liaoning, fue sentenciado a 14 años en abril de 2018, después de que la policía encontró información relacionada con Falun Gong en su teléfono celular perdido.

La Sra. Li Ping, de 49 años, exejecutiva en el Hospital Ferroviario Jiagedaqi en la provincia de Heilongjiang, fue sentenciada a dos años de prisión en octubre de 2018 por escribir cartas a agencias gubernamentales con la esperanza de persuadirlos de que dejen de perseguir a Falun Gong.

Otro practicante, el Sr. Liao Dawu de la provincia de Guangxi, fue sentenciado a dos años el 28 de diciembre de 2018 por acompañar al esposo de una practicante detenida para visitarla.

En los "Informes por países sobre prácticas de derechos humanos de 2019", otro reporte publicado por el Departamento de Estado de EE. UU. el 11 de marzo de 2020, se señalan las continuas atrocidades de la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia, especialmente practicantes de Falun Gong.

El informe citó un estudio de la Universidad Nacional de Australia sobre las estadísticas oficiales de donaciones de órganos de China. En este se alega que había "pruebas muy convincentes" basadas en análisis estadísticos forenses de que los datos acreditados por el PCCh estaban 'falsificados'. Además, el documento de investigación argumentó que el programa de trasplante de órganos del gobierno involucraba donaciones de “donantes involuntarios que están marcados como 'ciudadanos donantes’".

“En junio, el Tribunal Independiente sobre Sustracción Forzada de Órganos de Presos de Conciencia en China (órgano no gubernamental) publicó un informe que encontró 'evidencia directa e indirecta de sustracción forzada de órganos' en China, citando 'tiempos de espera extraordinariamente cortos' y 'desarrollo de infraestructura masiva de instalaciones y personal médico para operaciones de trasplante de órganos'”, indicaba el informe.

"Todos conocemos que los derechos a la vida y la libertad, y a la búsqueda de la felicidad no solo pertenecen a los estadounidenses, sino que pertenecen a todos en todas partes", dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, durante la conferencia de prensa el 20 de diciembre de 2019.