Historias de cómo la gente en la antigüedad evitaba el daño en los desastres

(Minghui.org) Ha habido plagas a lo largo de la historia, en China y en el resto del mundo. Algunas naciones fueron aniquiladas mientras que otras prevalecieron. Siempre hubo gente bendecida con extraordinaria virtud y buena fortuna. No tenían miedo cuando ocurrían desastres y se mantenían sanos y salvos hasta el final, ya fuera un rey, sus súbditos o ciudadanos promedio.

Aquí hay tres de estas historias del reinado del emperador Renzong (1010 - 1063) de la Dinastía Song del Norte.

El emperador Renzong de Song aplastó un precioso cuerno de rinoceronte

Hay registros en la Historia de Song de que se desató una plaga durante el reinado del emperador Renzong, causando gran sufrimiento a su pueblo.

En lugar de castigar a sus funcionarios o encubrirlo con suntuosos banquetes, cantos y bailes continuos, el emperador Renzong se quitó su túnica imperial y abandonó la sala principal donde solía manejar los asuntos de estado. También se negó a reunirse con los funcionarios de la corte.

El emperador expresó sinceramente su arrepentimiento por no haber cumplido con sus deberes como Hijo del Cielo. Comió muy poco y reflexionó honestamente sobre sí mismo, para ver si sus políticas se habían desviado de alguna manera y si se ajustaban a los principios celestiales.

Cuando la plaga golpeó la capital, el emperador Renzong pensó primero en los pobres y en la gente de pobre salud. Ordenó a los médicos imperiales que encontraran personas que fueran buenas en diagnosticar el pulso, y se estableció una clínica en cada magistrado del condado cercano para atender a los pobres y proveerles de medicinas.

El emperador Renzong también ordenó a los médicos imperiales que crearan una receta efectiva para contrarrestar la plaga.

Al mismo tiempo, ordenó a su ama de llaves que sacara ingredientes medicinales raros y preciosos, incluyendo dos cuernos de rinoceronte, para ver si servían para alejar la plaga.

Uno de los cuernos resultó tener un valor médico incalculable, por lo que su ama de llaves le pidió al emperador que lo guardara para su propio uso.

Al emperador no le gustó nada la sugerencia y dijo: "¿Soy alguien que valora más los objetos raros que mi a pueblo?". Luego rompió el precioso cuerno de rinoceronte en pedazos y les dijo a los médicos que los añadieran a la receta para combatir la plaga.

Inspirados por la bondad del Emperador, muchos oficiales leales y capaces se unieron a la campaña para combatir la plaga. Gradualmente, la plaga se extinguió y la capital volvió a ser segura.

La historia de Zhao Bian

Zhao Bian de Xi'an aprobó el Examen Imperial en el primer año del período Jingyou (1034) bajo el reinado del emperador Renzong de Song.

Se convirtió en un alto funcionario de la corte y era conocido por ser amable y justo. Era profundamente amado y respetado por el pueblo. Renombrados eruditos, como Su Dongpo y Zeng Gong, también hablaron muy bien de los altos estándares morales y la integridad de Zhao Bian.

Según la Historia de Song, cada noche, Zhao Bian siempre informaba respetuosamente al Cielo de lo que había hecho durante el día. No haría nada que no se atreviera a reportar al Cielo.

Se preocupaba por la gente y cumplía sus deberes a conciencia. Como resultado, las regiones bajo su administración disfrutaban de buenas cosechas cada año y no había señales de ladrones, las prisiones estaban vacías y no se acusaba a nadie injustamente.

Durante el período Xi'ning, cuando Zhao Bian servía en Yuezhou, hubo una severa sequía en la región de Wuyue.

Zhao Bian se hizo cargo de los trabajos de ayuda. Trabajó duro todo el día y se las arregló para reducir al mínimo el impacto en la región.

Se registró que, durante la sequía, la mitad de la población de otras regiones pereció, excepto en la región bajo la administración de Zhao Bian, donde no hubo ningún fallecido.

El renombrado escritor Zeng Gong escribió en elogio de los méritos de Zhao Bian enfrentándose a las catástrofes: "Aunque Zhao Bian cumplió sus deberes en Yuezhou, su benevolencia es ejemplar para todos los que están bajo el cielo; aunque la labor de rescate y socorro que realizó fue solo temporal, los principios que mostró son dignos de transmitirse a las generaciones futuras".

La virtud de tres generaciones mantuvo a una familia a salvo de la plaga

La tercera historia también tuvo lugar durante el reinado del emperador Renzong de Song.

Guan Shiren, de Jinzhou en Zhejiang, era todavía un estudiante en ese momento.

El día de Año Nuevo se levantó temprano y al salir de casa se encontró cara a cara con varios fantasmas altos y de aspecto siniestro.

Cuando Guan Shiren les preguntó qué tramaban, los fantasmas respondieron: "Somos fantasmas de la peste y hemos venido a propagar una plaga entre la gente el día de Año Nuevo".

"¿Afectará la plaga a mi familia?", Guan Shiren preguntó con miedo. "No", respondieron los fantasmas.

Sorprendido, Guan Shiren preguntó a los fantasmas cómo evitar la plaga.

"No iremos a familias que han actuado con virtud y bondad durante tres generaciones. Esas familias no se verán afectadas por la plaga", dijeron los fantasmas.

De hecho, durante tres generaciones, los miembros de la familia de Guan Shiner habían hecho muchas cosas buenas. Cuando la gente cometía cosas malas, trataban de detenerlos; cuando veían a la gente haciendo buenas acciones, los alababan. Como resultado, la familia de Guan Shiren permaneció sana y salva cuando la plaga devastó la región ese año.

La historia es una sabiduría preciosa dejada a las generaciones futuras. Desde la antigüedad, las plagas aparecían a menudo cuando la sociedad se había vuelto decadente y los altos estándares de moralidad no se veían por ninguna parte.

Cuando aparece un fenómeno inusual, puede ser una prueba para ver si podemos discernir lo bueno de lo malo. Frente a la plaga, la gente necesita deshacerse del miedo, ayudarse unos a otros y volver a los altos estándares y a la amabilidad. Si uno puede ver la plaga como un espejo para reflejarse a uno mismo, reconocer sus malas acciones pasadas y comenzar a comportarse concienzudamente con virtud y amabilidad, la plaga puede mantenerse a raya.