(Minghui.org) Una noche hace un mes experimenté un dolor insoportable. Acostarme ni sentarme alivió el dolor. Tuve 3 episodios de este tipo en el pasado, pero fueron más leves y soportables. Sin embargo, esta vez, el dolor era demasiado grande. No podía respirar, ya que incluso dejar entrar el aire me dolía mucho.

Le pedí ayuda al Maestro: "¡Maestro, no puedo soportarlo más!". En el momento en que dije esto en voz alta, me di cuenta de que no era correcto y egoísta de mi parte. El Maestro ya ha soportado tanto por los cultivadores y los seres conscientes, que no podía pedirle al Maestro que soportara más.

Le pedí al Maestro: "Soportaré el dolor si es mi propio ye. Pero si son las viejas fuerzas las que me persiguen, me niego. Lo devolveré a quien me lo dio. No lo reconozco. Maestro, por favor ayúdeme a distinguir entre las dos". Tan pronto como tuve este pensamiento, el dolor desapareció.

Me di cuenta de este incidente que, tanto con el ye como con la persecución, el dolor que se manifiesta en nuestro cuerpo se siente igual. Sin embargo, no podemos reconocer ni soportar la persecución impuesta por las viejas fuerzas del mal. Cuando no podemos distinguir entre las dos, siempre podemos pedir ayuda al Maestro. Nosotros no podemos distinguir la diferencia, pero el Maestro sí. De esta manera, las viejas fuerzas no podrán tocarnos, y nosotros solo pagaremos nuestro ye como deberíamos.

Cuando tenemos ye de enfermedad, no debería afectarnos hacer las 3 cosas que el Maestro nos pide que hagamos. Este ha sido el caso para mí al menos. Cuando experimentamos los síntomas de la enfermedad, necesitamos examinarnos para encontrar apegos a los que no hemos renunciado.

Un cultivador no tiene enfermedad, entonces ¿por qué tenemos síntomas de enfermedad? Siempre podemos encontrar la raíz de la causa mirando hacia adentro, deshaciéndonos de ella y mejorando nosotros mismos.