(Minghui.org) El 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, practicantes de Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) de las ciudades búlgaras de Sofía, Stara Zagora y Peshtera se reunieron pacíficamente frente a la embajada china en la capital de Sofía para pedirle al gobierno chino que detenga inmediatamente la persecución a la que es sometida esta práctica espiritual.

Durante más de 21 años, el PCCh ha prohibido toda demostración pública de los ejercicios y  meditación de Falun Dafa y ha destruido los libros de Falun Gong. Incluso mencionar la frase "Falun Dafa es bueno" puede costarle a una persona su trabajo, libertad y seguridad personal.

Practicantes búlgaros de Falun Dafa se reúnen pacíficamente frente a la embajada china en Sofía el 10 de diciembre de 2020 para pedir el fin de la persecución que sufren los practicantes en China. 

En julio de 2020, el secretario de estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo en un comunicado de prensa: "Pedimos al gobierno de la República Popular China que ponga fin de inmediato al depravado abuso y maltrato que está llevando a cabo contra los practicantes de Falun Dafa, que libere a los presos que son encarcelados por su creencia, como Ma Zhenyu, y que aclare el paradero de los practicantes desaparecidos. Veintiún años de persecución contra los practicantes de Falun Dafa es demasiado tiempo, y debe terminar".

Las palabras de Pompeo resonaron a través de los altavoces de los practicantes frente a la embajada china. Los participantes en la concentración también pidieron al gobierno búlgaro que aprovechara cualquier oportunidad para plantear la cuestión de los derechos humanos de los practicantes de Falun Dafa a sus homólogos chinos y que exigiera el fin de la persecución.

Los practicantes también solicitaron a los ciudadanos búlgaros que apoyaran a Falun Dafa firmando una petición internacional condenando la persecución. Ellos han realizado tales campañas de recopilación de firmas cada semana en el centro de Sofía y en otras ciudades búlgaras.

Los practicantes también proyectaron el documental "En el nombre de Confucio" en Facebook en la noche del Día de los Derechos Humanos. Las estaciones de radio de Sofía, Veliko Tarnovo, y Plovdiv, informaron sobre el evento.

El documental narra la historia de Sonia Zhao, una estudiante china y practicante de Falun Dafa. Ella creía que enseñar chino en el extranjero en un Instituto Confucio la liberaría de la persecución del PCCh. Pero encontró la libertad solo después de arriesgarse a dejar el instituto con la ayuda de los practicantes canadienses de Falun Dafa. Gracias al testimonio de Zhao, la comunidad china de Toronto logró detener la creación del Instituto Confucio más grande del mundo.

Un espectador, Iva Ganev, dijo: "Una película muy interesante. Más gente debería conocer estos métodos". Otro espectador, Zornitsa Harizanova, comentó: "¡Gracias por compartir la película! Nunca hubiera imaginado que los Institutos Confucio fuesen mucho más allá de su papel como centros educativos y que, de hecho, sirvieran a una misión completamente diferente".

El mismo día, 12 estaciones de televisión regionales transmitieron el documental "Hard to Believe", que llegó a 180.000 espectadores. La película se centra en la sustracción forzada de órganos, autorizada por el estado, a practicantes de Falun Dafa vivos en China, una atrocidad que continúa hasta el día de hoy.