​Un recuerdo eterno

(Minghui.org) Tenía 21 años en 1994. Cuando estaba en la Universidad de Economía y Derecho de Zhongnan, en agosto, vi a un grupo de personas sentadas en círculo escuchando una grabación.

Era la conferencia de Enseñanzas del Fa del Maestro Li (fundador de Falun Dafa), por lo tanto me senté a escuchar. Fue así como comencé a practicar Dafa.

A mediados de septiembre, en el lugar de ejercicios de Dafa, escuché la noticia de que Shifu iba a dar una conferencia en la ciudad de Guangzhou. Me interesó mucho y me mantuve atento.

Por alguna razón, sentí que después de esta clase el Maestro podría no dar conferencias muchas veces más. Por lo tanto, realmente no quería perder la oportunidad.

Toda mi familia se opuso a que fuera a Guangzhou para la conferencia, especialmente mi padre, quien trató de impedir que fuera. Pero estaba decidido a ir sin importar más.

Recibí la respuesta del registro después de inscribirme. Cuando llegó el momento de irme, llevé algunos fideos instantáneos y abordé el tren con un compañero practicante.

Tan pronto como salimos de la estación de tren de Guangzhou, un grupo de siete u ocho asaltantes se nos acercó y rodeó. Fueron extremadamente feroces.

Pero justo cuando estaban a punto de robarnos vi un Falun enorme (rueda de la Ley) girando y a los ladrones corriendo en círculos a mi alrededor, rotando con el Falun. Pronto tropezaron y apenas si podían caminar.

Uno de ellos giraba como una pelota y parecía aterrorizado. ¡Me di cuenta de que Shifu me estaba protegiendo!

Si me quitaban el recibo de inscripción, no podría escuchar las enseñanzas del Fa de Shifu. En ese momento me di cuenta de que Shifu me estuvo protegiendo desde que comencé a practicar Dafa.

Antes de regresar a casa me dije que debía superar cualquier dificultad y soportar cualquier sufrimiento que encontrase en mi camino. No tenía dinero para quedarme en un hotel y tuve que pedir prestado dinero a un compañero practicante para comprar el boleto de tren.

Planeaba permanecer en la calle de noche ya que en Guangzhou hacía bastante calor. Pero cuando llegué, los compañeros practicantes de Guangzhou arreglaron un lugar para que me quedara.

Han pasado más de 20 años, pero cada vez que pienso en esto, me siento muy afortunado y feliz de poder practicar Dafa.

Realmente no hay sufrimiento del que hablar. Solo hay felicidad y entusiasmo bajo la misericordia ilimitada del Maestro.

Con el comprobante recibí mi boleto de entrada alrededor de las 7 p. m. la noche en que llegué. Sentía como si estuviera soñando: “¿Es esto real? ¿Puedo ir a las clases? ¿Puedo ver al Maestro y escuchar sus enseñanzas?".

Sostuve firmemente el boleto en mi mano y lo miré muchas veces. Tenía mucho miedo de que desapareciera, por lo que lo guardé en el lugar más seguro.

¡Qué precioso es poder unirse a la conferencia de enseñanzas del Fa del Maestro y escucharlo en persona!

Había perdido varias oportunidades para las conferencias del Maestro. En 1993 me perdí la de la Universidad de Economía y Derecho de Zhongnan.

En 1994 me perdí la conferencia en la ciudad de Yanji. Después de que comencé a cultivarme, realmente sentí que había muchos factores que intentaban bloquearme, y que esos factores estaban estrechamente vinculados pues a uno seguía otro.

Esta vez estaba decidido a no volver a perderme las enseñanzas del Maestro. Un compañero practicante compartió una vez en nuestro sitio de estudio del Fa, diciendo: "En la cultivación, uno debe superar algunas tribulaciones y obstáculos, y solo entonces uno podrá iluminarse al Fa".

Pensando en la resistencia que enfrentaba desde todas las direcciones, pude conectarme totalmente. Estaba sentado en el suelo y mis ojos se llenaron con lágrimas.

¡Finalmente entré a la conferencia y vi a Shifu!

El personal de la conferencia dispuso que me sentara en la primera fila en el suelo, en la más cercana al Maestro. Todo el salón se llenó de una energía compasiva, pacífica, tranquila y cálida.

El tipo de compasión que sentí en el campo de energía no podría describirse con palabras. Mi cuerpo se sentía tan ligero y mi corazón se fundía por la fuerte compasión.

Este campo me cambió y me volví más tranquilo y compasivo. Si una persona común se enfrentase a la muerte, se sentiría asustada y desesperada, o enojada y furiosa.

Pero en ese momento sentía que, si me enfrentara a la muerte, no tendría ninguno de esos sentimientos y solo quedaría paz, compasión y pensamientos rectos.

Pensando en retrospectiva, ahora entiendo que bajo la incomparable compasión de Shifu, a mi nivel en una etapa preliminar ya podía dejar la vida y la muerte.

La cultivación de Dafa tiene altos requisitos tan pronto como uno comienza a cultivarse. En ese momento solo me había cultivado durante unos cuatro meses y ya podía hacer esto.

Esto sería impensable en otras escuelas de cultivación. Me sentí muy agradecido con Shifu y no podría expresar mis sentimientos con palabras.

En esos días estuve muy feliz en cada momento. Una compañera practicante dijo que se sentía como si estuviera en el Cielo; todos nos sentimos así.

Era como si estuviéramos escuchando el Fa de Shifu en el Cielo. Encontré dos situaciones de interferencia durante la conferencia y el Maestro corrigió la situación en ambas ocasiones.

Cuando un compañero practicante nos estaba mostrando cómo hacer los ejercicios, solo quería mirar al Maestro un poco más en lugar de ver los movimientos del compañero practicante.

Shifu me miró y luego miró al compañero practicante. Vi que la boca del Maestro se movía un poco mientras dirigía mi atención hacia el compañero practicante.

Sentí una energía fuerte y me di cuenta de inmediato que era hora de aprender los ejercicios. Entonces rápidamente volví mi atención al compañero practicante.

La otra vez, Shifu estaba enseñando el Fa y yo escuchaba con mucha atención. Un compañero practicante quería hablar conmigo, así que me empujó y no le dije nada.

Me empujó de nuevo y seguí sin decir nada. La tercera vez que me empujó no pude contener mi xinxing.

Entonces Shifu me miró y sentí una fuerte energía viniendo hacia mí y pude volver inmediatamente a escuchar las enseñanzas de Shifu.

Un compañero practicante tenía una enfermedad grave que le causaba úlceras por todo el cuerpo. Como resultado, siempre había un olor muy fuerte, como el de un cadáver.

Se había unido antes a la conferencia del Maestro y la mayor parte de su cuerpo se curó, excepto su brazo. Esta vez estaba sentado cerca de Shifu y todos podíamos olerlo; era casi insoportable.

Pero el Maestro estaba sentado allí como si no hubiera ningún olor. Esto corrigió nuestras mentes sin palabras y pronto tampoco pude olerlo.

Me di cuenta de que Shifu había soportado tanto por nosotros. Shifu no solo estaba limpiando todos los factores negativos detrás de ese practicante, sino que también estaba limpiando los factores negativos detrás de todos nosotros.

Nunca podremos imaginar cuánto está soportando Shifu por nosotros. En los primeros tres días de clase todavía tenía muchos malos pensamientos en mi mente.

Pero después de que Shifu habló sobre el ye de pensamiento, ya no tuve estos malos pensamientos. Mi xinxing mejoró sin darme cuenta.

Al principio, todos queríamos sentarnos cerca de Shifu. Pero después de varios días, le di mi lugar a otra persona y luego me senté en la parte de atrás.

Algunos practicantes veteranos también dieron sus boletos a los nuevos practicantes que no tenían boletos y fueron a otros pasillos para ver a Shifu en la transmisión de video.

Shifu realmente nos empujaba hacia arriba y esto me ayudó enormemente en mi cultivación posterior durante el período de la rectificación del Fa. Cuando estaba pasando tribulaciones como ser torturado en la cárcel, el Fashen de Shifu me cuidó y tuve la compasión y los pensamientos rectos que Shifu me había dado.

Esos pensamientos me permitieron destruir todos los factores malignos y superar las tribulaciones una y otra vez. Con compasión, pude mantener la calma incluso cuando la policía me torturaba.

Incluso me admiraban por mi capacidad para soportar esas tribulaciones y después querían ser mis amigos.

Shifu nos está mirando, protegiéndonos y ayudándonos a mejorar en la cultivación todo el tiempo. ¡Soy un discípulo leal del Maestro para siempre!

¡Gracias Shifu!