(Minghui.org) Como el coronavirus sigue causando daños en muchos países de todo el mundo, Australia Occidental redujo sus restricciones para permitir las actividades al aire libre debido al bajo número de nuevos casos. En Murray Street Mall, uno de los dos centros comerciales al aire libre de la capital, Perth, la gente está feliz de poder disfrutar de una vida normal y los practicantes de Falun Dafa también van cada dos semanas los sábados para concienciar sobre la persecución en China.

Además de hacer demostraciones de los ejercicios y exhibir carteles, los practicantes también distribuyen materiales y hablan con los transeúntes sobre lo que está sucediendo en China. Muchos peatones se detienen para firmar una petición que pide el fin de la represión.

Jornada informativa de los practicantes de Falun Dafa en el centro comercial de la calle Murray en Perth (Australia).

Todos deberían dar un paso adelante y detener la brutalidad

Nathan trabaja en una compañía minera y leyó el libro "Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo". Como resultado, es consciente de los maltratos que los practicantes han sufrido en China por sus creencias, incluyendo la sustracción forzada de órganos. También agradeció a los practicantes por sus esfuerzos para exponer la brutalidad mediante el establecimiento de medios de comunicación.

Siendo cristiano, Nathan dijo que sabía que la persecución religiosa en China no solo involucra a Falun Dafa, sino también a los cristianos y otros sistemas de creencias. Apoya a los practicantes de Falun Dafa y espera que más cristianos tengan claro las malas acciones cometidas por el partido comunista chino (PCCh).

Nathan y su hijo dijeron que la persecución religiosa en China debería terminar.

Dijo que algunos políticos se han beneficiado del PCCh ya sea directa o indirectamente, haciendo que se pronuncien a favor del régimen. A su vez, los chinos tomaron represalias, incluyendo el uso de restricciones a las exportaciones. No obstante, "no podemos tolerar lo que ha hecho el PCCh", explicó: "he visto fotos de practicantes de Falun Dafa siendo torturados y la tragedia aún continúa —todos los que saben de esto deberían dar un paso adelante y detener la brutalidad".

El PCCh ha dañado a todo el mundo

Michael trabaja en un restaurante y ha realizado investigaciones sobre la infiltración del PCCh en el sistema educativo y en los círculos políticos. Dijo: "Como resultado, no solo los chinos, sino también personas de todo el mundo han sido víctimas. Esto es similar a lo que hicieron los nazis hace varias décadas: perseguir a los judíos en el país y atacar a Polonia y otras naciones en el extranjero".

Michael entiende que las principales injusticias todavía se están perpetrando allí. Conocedor de la cultura e historia china, es consciente del peligro del PCCh y no se atrevió a viajar -preocupado por su seguridad.

"Verdad-Benevolencia-Tolerancia es la esencia de la cultura tradicional china y cualquier nación que la adopte será bendecida". Él espera que la democracia también pueda llegar a China para que la gente pueda disfrutar de la libertad.

Exponiendo el crimen de la sustracción forzada de órganos

El ingeniero eléctrico Keanu dijo que había escuchado sobre la persecución en un evento en Fremantle hace unos tres años. "Alguien me dijo que Falun Dafa fue suprimido porque la cantidad de practicantes había excedido la cantidad del PCCh. También los policías asesinan a los practicantes en prisión y venden sus órganos para obtener ganancias económicas". "¡Esto es una locura y es casi como una película de terror sucediendo en la vida real!", dijo.

El ingeniero eléctrico Keanu

Por razones económicas, muchos países guardaron silencio en el pasado sobre los abusos a los derechos humanos en China. "Creo que en este momento todas las naciones deberían unirse para contrarrestar las actividades maliciosas del PCCh. Solo entonces podremos ver un cambio", continuó.

Deguzman dijo que se debe respetar la libertad de creencia.

Deguzman estudia en una escuela cristiana y también se ha enterado sobre la sustracción forzada de órganos en Internet. "Obviamente lo que hizo el PCCh es un crimen y tal régimen no debería existir". "Todos deberían poder elegir su creencia", comentó. Esperaba que Australia se vuelva menos dependiente de las empresas chinas para frenar la intimidación del régimen.

Tracy trabaja en el comercio minorista y está de acuerdo en que la sustracción forzada de órganos es terrible. "No podemos permitir que esto suceda, y no es algo que deba admitir la sociedad internacional". "Cuanto más quiera el PCCh encubrirlo más deberíamos informar a la gente sobre esto ya que todos los que saben lo que está sucediendo se opondrán", explicó.